La economía circular está basada en el ciclo de la naturaleza y en que los residuos se transforman en recursos, se ahorran costes y se crean miles de puestos de trabajo.
En vez de comprar para poseer, aboga por compartir, redistribuir o reutilizar los productos, y los precios se marcan según su coste real para favorecer un consumo racional. Este sistema aplica la máxima de las tres erres del ecologismo: reducir, reutilizar y reciclar para minimizar el impacto ambiental.
La Fundación Macarthur, con sede en Chicago, es pionera en el análisis de la economía circular, desde la publicación en 2012 de Hacia la Economía Circular: razones económicas y comerciales para una transición económica acelerada (Towards the Circular Economy: Economic and business rationale for an accelerated transition), un informe que concluyó que gran parte del sector de manufactura europeo podría ahorrar unos 650.000 millones de euros de aquí al 2025, si rediseñara sus sistemas productivos de acuerdo con la economía circular.
«Una economía circular perfecta -señala esta fundación- se basa en una serie de principios: que los residuos son comida, lo que quiere decir que siempre se reciclan o se reutilizan, que la energía debe provenir de fuentes renovables, que los precios deben decir la verdad y reflejar los costes reales, incluyendo los costes medioambientales, y que los sistemas de pensamiento deben prevalecer, por lo que los recursos, incluidos los desperdicios, se utilizan en el punto más adecuado del sistema.
La Comisión Europea aprobó en julio pasado la directiva Hacia una economía circular: un programa de basura cero para Europa, con la que se pretende cumplir los objetivos de aprovechamiento de los recursos en 2030, lo cual podría aumentar un 1% el PIB y crear unos dos millones de empleos más. También se dice que un mejor uso de los recursos podría significar un ahorro potencial de 630.000 millones de euros para la industria europea. «Pasarse a modelos de economía circular promete un futuro más brillante para la economía europea», se señala.
Se establece en esta directiva un marco común y coherente en la UE para promover la economía circular: «Transformar Europa en una economía más circular significa: impulsar el reciclado y la prevención de la pérdida de materiales valiosos; la creación de empleo y el crecimiento económico; y se insiste en cómo los nuevos modelos de negocio, el diseño ecológico y la simbiosis industrial pueden avanzar hacia cero residuos; reducción de las emisiones de efecto invernadero y los impactos ambientales.
La Comisión adoptó también una propuesta legislativa para revisar el reciclaje y otros objetivos relacionados con los residuos en la UE. El logro de los nuevos objetivos sobre desechos crearía 180.000 nuevos puestos de trabajo y Europa sería más competitiva.
La propuesta tiene por objeto:
– Aumentar el reciclado / reutilización de residuos urbanos en un 70% en 2030;
– Aumentar el reciclaje de residuos de envases / reutilización en un 80% en 2030, aumentando gradualmente entre 2020 y 2030, para alcanzar el 90% para el papel en 2025, el 60% para los plásticos, el 80% para la madera yel 90% de los ferrosos metal, aluminio y vidrio para el final de 2030;Eliminar gradualmente los vertederos para el año 2025 para los reciclables (incluyendo plásticos, papel, metales, vidrio y bio-residuos) de residuos en vertederos de residuos no peligrosos.
– Reducir la generación de residuos de alimentos en un 30% para el año 2025.
– Introducir un sistema de alerta temprana para anticipar y evitar posibles dificultades de cumplimiento.
– Otras iniciativas, como las propuestas de edificios sostenibles , el empleo verde y la acción verde para las Pyme.
El reportaje del vídeo se emitió esta semana en el programa El escarabajo verde de La 2