Enseñar a gestionar de forma eficiente la energía del hogar a cambio de dar un porcentaje del ahorro a familias que, debido a problemas económicos, no tienen capacidad para cubrir sus necesidades básicas de electricidad, agua o gas es la meta del recientemente creado Banco de Energía.
El banco, una iniciativa de la cooperativa Tarpuna, proporciona formación para hacer un uso más responsable de la energía a aquellos hogares, empresas o instituciones adheridos, y posteriormente destina una parte del ahorro conseguido por éstas a mejorar las condiciones energéticas de los hogares pobres, a la vez que también les da consejos y recursos para que gestionen correctamente los recursos, informa Efe.
El punto de referencia del consumo es el gasto del año anterior a la adhesión, a partir del cual se aplican medidas de ahorro con la conciencia de que los beneficios no son solo propios, sino que conllevan un impacto social, lo que contribuye a mantener el compromiso diario
Los recursos económicos recaudados por el Banco de Energía se destinan a la misma ciudad de donde provienen, con un retorno social de proximidad, mientras que las familias que se benefician de las donaciones son escogidas por los servicios sociales locales, quienes dan prioridad a los hogares más vulnerables.
Por el momento, el proyecto se ha implantado en Premià de Dalt y en Sabadell, donde en 2015 se inició la prueba piloto; y otros municipios como Sant Boi de Llobregat (Barcelona), el Prat de Llobregat (Barcelona) y Vidreres (Girona), así como el Área Metropolitana de Barcelona, han mostrado interés por conocer la iniciativa y evaluar su viabilidad.