Este vídeo del Banco del Tiempo de Bilbao me parace muy ilustrativo de lo que son estas organizaciones de apoyo entre ciudadanos, que trabajan, trabajamos, unos para otros no a cambio de euros, sino de tiempo, al margen, en la mayoría de los casos, de las instituciones.
He publicado más posts sobre los bancos del tiempo, pero hoy retomo el tema con este vídeo tan simpático. Formo parte de un banco del tiempo que ha empezado a andar hace poco. Cuesta un poco convencer a la gente, acostumbrada a que las cosas se compran y se venden por dinero oficial, pero como la necesidad aprieta y quien más quien menos necesita alguna vez hacer algo que no sabe hacer, funcionará antes o después.
La moneda de cambio es la hora. Tú trabajas para mí una hora y yo ese tiempo se lo debo no necesariamente a la misma persona que me ha hecho el servicio, sino a la organización, que tiene en cuenta que a esa persona se le debe una hora. A este se la puede devolver un tercero. Así se va formando una cadena de trabajos que se pagan con una moneda muy preciada: el tiempo.
La gente ofrece lo que sabe hacer sin incluir, por lo general, el trabajo al que se dedica profesionalmente. O sí. Porque hay quien también incluye tareas relacionadas con su trabajo, como abogados, profesores, informáticos, masajistas… Lo que necesitas y lo que ofreces lo decide cada uno antes de enviar la lista a la organización.
Uaaah, pues yo necesito un intensivo para hacerme con un programa infórmatico de gestión interna pero que utilizan muchas empresas desde Enero pasado y que se me está resistiendo más de la cuenta. Los recortes en RRHH nos han reducido el tiempo de formación a cargo de la empresa y aquí o te buscas la vida o nadie te dice cómo va la nueva normativa. Tres horas a la semana podría estar bien, las cambio por…me lo voy pensando 😉
13 febrero 2014 | 10:55