Que no todo es un espanto en la televisión, que a veces hay joyitas que deslumbran, prodigios de imaginación y calidad en 30 segundos que compensan tanto horror… EL HORROR.

Cada noche, cuando me siento a ver la tele, estoy deseando que haya un corte en el programa que padezco y emitan la versión completa del anuncio de Megane – creado por la agencia francesa Publicis, de la que por cierto despidieron a un par de amigos míos hace algún tiempo…- para escuchar esa descacharrante versión de ‘Never ending story‘ y ver a Richard Clayderman en su piano sin controooooooool….

Me gusta muchísimo este último spot de Renault porque me parece un magnífico ejemplo de publicidad referencial que consigue encontrar el tono perfecto de humor disparatado, referentes pop geniales – la canción de Limahl y la presencia estelar de Clayderman son dos grandes hits, entre lo kitsch y lo nostálgico, para los que andamos entre los 30 y los 40, precisamente el público al que va dirigido el coche -, y todo con una excelente producción.

Y me gusta que la marca haya decidido anunciar su pseudomonovolumen sin recurrir a escenas familiares, a la cabeza de Fernando Alonso, a iconografía de éxito y prestigio o a súpermujeres profesionales, madres y esposas en trench.

Creo que si me fuera a comprar un coche por su anuncio – y tuviera el carné – me compraría éste…

súperheroe herido

rocas en reproducción

ciclistas que distraigan

…

y una maratóoooooooooon