UNO
Anoche vi el segundo capítulo de «Gominolas» y lamento comunicaros que me temo que tenía razón: fue bastante mejor que el primero. Siento tener que deciros que me encantó ese guiñó tan «Hormigas blancas«, esas joyas de hemeroteca con perlas de Ana Rosa Quintana, Maradona, Felipe González o Aznar. Que me gusta muchísimo su humor, siempre al filo de la vergüenza ajena o el espanto. Os voy a confesar que «Gominolas» junto con «Cámera café» son los dos productos españoles de ficción que más me interesan. Y que puedo entender que vosotros penséis lo contrario. Pero es que hay algo en las historias, el tono, la narrativa y los personajes de esta serie que me conmueve. Aún no sé qué es.
DOS
Anoche Ferrán Monegal, el Grande, entrevistó en su programa de BTV a Aida Nízar. Y la supo llevar mejor que nadie, y a punto estuvo de hacerla soportable. Pero eso no es lo importante. Lo importante es el gran jitazo de esa lunática, cuando defendía vehementemente su actitud agresiva frente a otra ex Gran Hermana que sí había sido puta y acusaba a Aída de haber ejercido la misma profesión.
Escuchemos a Aída con Monegal:
Señor Ferrán, yo respeto muchísimo a las putas, pero lo que no consiento es que una puta de verdad diga que yo soy puta. Yo puedo ser muy puta en la cama, pero nunca he vendido mi cuerpo por dinero. Yo he regalado mi puterío. Por eso yo no tengo por qué cargar con ese San Bernardo…
¡CARGAR CON ESE SAN BERNARDO!
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA