Como mis vecinos de Barcelona no se han antenizado todavía, aprovecho mi estancia en Madrid para ver La Sexta. Y veo «El Intermedio«, el programa diario del Gran Wyoming.

El típico programa de humor diario donde un señor muy ingenioso, respaldado por un enorme equipo de guionistas – cuando termine el programa fijaos en los títulos de crédito y contad los guionistas del programa. Una barbaridad – se dedica a analizar la actualidad informativa con un toque de humor corrosivo. Exactamente lo mismo que hacen Eva Hache, Buenafuente, Matías Prats, Pedro Piqueras o Sánchez Dragó. La verdad es que la televisión española está llena de gente que se toma las cosas con humor.

Admito que mi primer encuentro con Wyoming en «El intermedio» no me pareció nada maravilloso, nada que vaya a echar de menos cuando regrese a Barcelona, desantenizado de nuevo. Pero también reconozco que la brillante idea de emular la lectura del Quijote en el Círculo de Bellas Artes y ofrecer como alternativa una lectura pública de las memorias de Pitita Ridruejo me pareció un enorme hallazgo televisivo. Y me encantó que fuera la propia Pitita quien cerrara el programa. Eso sí fue GRAN TELEVISIÓN.

Aunque es verdad que no soy objetivo. Porque yo, como la tita Andy, amo a Pitita. Qué le vamos a hacer…