En efecto, amigos. Y lo está haciendo muy bien.

CHANNEL Nº4 está creando un nuevo formato televisivo en el que el magazín tradicional vespertino se mezcla con un juego de telerrealidad y ficción muy interesante. Donde lo autorreferencial del resto de cadenas se sustituye por lo autorreferencial dentro del mismo programa (magnífica la idea de hacer un seguimiento de la evolución del romance entre dos de los colaboradores del programa – Adriana Lavat y Alonso Caparrós).

CHANNEL Nº4 en sus secciones y en su tono se parece más a un programa de radio de tarde que a la oferta del resto de televisiones a esas horas (chismes, gritos o novelones) y supone un auténtico oasis catódico, donde uno puede solazarse en plena digestión con reflexiones acerca del medio televisivo, vida cotidiana, famosos Clase A y algún que otro evento cultural que se cuela de repente.

Una vez superado el susto de las interrupciones de Ana García Siñeriz para promocionar los tonopolitonos, hay que reconocerle al programa una enorme variedad, una loable habilidad para no ofender la inteligencia del espectador y un simpático espíritu contagioso que consiguen transmitir sus dos presentadores, Ana y Boris, un tándem por quien nadie (y me incluyo) dio un duro, y que se ha convertido en LA pareja de referencia de la televisión actual.

Me gusta. Me gusta mucho Channel nº4.

El único programa de televisión que conozco en el que los sms enviados por los telespectadores sirven de verdad para hacerlo interactivo.