La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

Entradas etiquetadas como ‘amelie nothomb’

Mi concurso favorito de la tele es ‘Distracción fatal’

Ya está bien de machacar a Antena 3. No todo lo que produce y programa Antena 3 está tan mal. Es más, este concurso – reciclado, es verdad – de Antena 3 que vi anoche se ha convertido en mi concurso favorito de la televisión.

Me encanta Distracción Fatal. Porque tiene todo lo que me gusta ver en televisión.

Una buena presentadora, como es la desperdiciada Anabel Alonso, que ayer protagonizó un gran momento televisivo – y demostró una vez más que los guionistas becarios tienen cierta tendencia a la maldad…

ANABEL ALONSO: ¿Qué había dentro del armario en la canción de la Carrá?

CONCURSANTE: ¡Una mujer!

ANABEL ALONSO: ¡Correcto!

Concursantes que son vejados, agredidos y maltratados. Concursantes que incluso sufren arcadas cuando se ven obligados a estrellarse un huevo crudo en la cabeza. Maravilloso. Por fin alguien con arcadas frente a la cámara, lo mismo que nosotros frente al televisor. ¡Que viva la televisión interactiva!

Pruebas físicas con nudistas. Jajajajaja. Hipnóticas escenas de saltos de potro de nudista con escroto saltador y colgandero sobre concursantes a cuatro patas bastante intimidados por la situación. Inolvidables tomas de señora y caballeros en pelota picada llevados por los tobillos en carretilla y mostrando nalgas a cámara.

¡Que viva Distracción Fatal! No os perdáis Distracción Fatal. Lo mejor que le pudo pasar a Antena 3 tras el fracaso de Unan1mous fue tener que sacar este concurso de los archivos. MAR-VE-LLO-US.

Entonces comprendió que rebelarse no sólo no serviría de nada sino que resultaría telegénico.

‘ÁCIDO SULFÚRICO’, Amelie Nothomb

Cámera Café

Hasta que dejé mi último trabajo convencional – de horarios, nómina mensual y gente ‘normal’ alrededor – yo pensaba que Cámera Café era una serie documental buenísima. Un formato vanguardista de análisis social rodado con cámara oculta y que se atrevía a mostrar el lado más siniestro del mundo laboral.

Ahora ya sé que Cámera Café es ficción. Pero no importa. Me sigue gustando tanto como entonces. Y – lo que es mejor – ahora me dan risa las mismas cosas que antes me provocaban ‘estupor y temblores’, como a la Nothomb oficinista.

Porque en Cámera Café están todos: los comerciales analfabetos que opinan sin pudor de lo que sea, y que venderían a su madre si con ello fueran a obtener una jugosa comisión. Los vagos profesionales. Los psico-workers y sus víctimas. Los sádicos y los ingenuos. Los buenos que lo son porque no tienen más remedio. Los buenos que lo son porque no tienen a nadie sobre quien no serlo. En Cámera Café están todos. Pero ya no me dan miedo. Ya casi nunca me dan miedo…