La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

Archivo de la categoría ‘R, de Rosa Lee Parks’

Brian -Brenda-David Reimer

En 1965 los médicos circuncidaron a la pareja de gemelos Bruce y Brian Reimer, con tan mala suerte que el cauterizador eléctrico empleado para la intervención quemó el pene de Brian y lo dejó inútil.

El Doctor Money, una supuesta eminencia en la psicología de género en los años 60, decidió poner en práctica sus teorías sobre la total independencia entre sexo genético y cultural, y consiguió convencer a los padres de Brian de que lo convirtieran en Brenda (gracias a operaciones quirúrgicas, tratamientos hormonales y psicológicos) y la criaran como tal.

El psicólogo y los padres pensaron que si Brenda nunca descubría que había nacido varón y vivía como una niña normal llegaría a convertirse en una mujer feliz. Pero no. Porque Brenda nunca se sintió una niña y rechazó con tal energía su «reasignación», que sus padres no tuvieron más remedio que contarle la verdad a los 15 años. Entonces decidió volver a convertirse en hombre (más cirugía, más hormonas y más tratamiento psicológico) y llamarse David. Pero tampoco.

David se casó con Jane y llegó a ganar mucho dinero gracias a los beneficios de la publicación de un libro sobre su vida que escribió John Colapinto en el año 2000 y cuyos derechos para la versión cinematográfica compró Peter Jackson. Pero tampoco: David se casó con Jane, ganó mucho dinero, se divorció, se arruinó por culpa de una mala inversión y nunca salió de la depresión en la que había vivido desde su infancia, que se agravó tras el suicidio de su hermano Bruce en 2002 y terminó con su propio suicidio en 2004.

Todos los documentos que he consultado para conocer la historia de David (a quien descubrí gracias, muchas gracias, a mi amiga M.S.M.) terminan con una inquietante búsqueda de culpables de su infelicidad y su suicidio: el Dr. Money y sus disparatadas teorías, los señores Reimer y su decisión…, y tienen un tufillo pro-genetista que me escama y no termina de convencerme.

Porque David/Brenda/David fue sólo una persona, un caso médico – durante mucho tiempo, de éxito – pero sólamente uno. Tan insuficiente para sostener una teoría, como para desmontarla. Porque nadie sabe qué habría sido de él si nunca hubiera sido Brenda, o nunca hubiera vuelto a Brian/David . Y porque ninguno de los artículos menciona lo que a mí me resulta más interesante del caso: si sus padres tuvieron la grandeza de mirar durante 15 años a Brenda sin hacerla sentir «anormal».

Oscar Romero, Ignacio Ellacuría, Walter Mercado, Montaner,
¿y ETA? y ETA

OSCAR ROMERO

Monseñor Romero, asesinado hace hoy exactamente 26 años,

dicen que no saben por quién,

dicen que por un miembro del partido que hoy gobierna en El Salvador,

dicen que por el actual propietario de un gran diario salvadoreño,

o por un tal Saravia que huyó a Estados Unidos.

Dicen tantas cosas que hasta su entrada en Wikipedia advierte que:

Hay razones para creer que este artículo no respeta la neutralidad en el punto de vista.

Oscar Romero escribió unos versos que me gustan mucho, muchísimo:

Jamás hemos predicado violencia.

Solamente la violencia del amor,

la que dejó a Cristo clavado en una cruz,

la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos

(…)

… la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos…

Monseñor Romero pasó de ser un dócil párroco de la oligarquía salvadoreña a exigir el fin de la pobreza, la violencia, la represión y la barbarie, a decir:

En nombre de Dios y de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben cada vez más tumultuosos hasta el cielo, les pido, les ruego, LES ORDENO, en el nombre de Dios: CESEN LA REPRESION

IGNACIO ELLACURÍA

El más estrecho colaborador de Romero, el sacerdote vasco Ignacio Ellacuría fue asesinado en noviembre de 1989 por un grupo de militares.

A propósito de ésto, recuerdo vagamente una entrevista que le hizo Mercedes Milá en su programa, y trato de encontrar material en la Red. Entonces me topo con este párrafo en varios foros alternativos:

Montaner amenazó al sacerdote jesuíta Ignacio Ellacuría, en un programa de Mercedes Milá, la semana antes de que fuera asesinado junto a sus compañeros en San Salvador, por un grupo de élite del Ejército, entrenado por oficiales de la CIA, los mismos quizá que lo entrenaron cuando formaba parte del Movimiento de Recuperación, o cuando se reclutó como soldado estadounidense en Fort Benning.

WALTER MERCADO, MONTANER y ETA

¿Montaner? Carlos Alberto Montaner, periodista y colaborador de El Nuevo Herald (donde escribe el horóscopo Walter Mercado, que estuvo en Madrid hace unas semanas. Lo sé porque un amigo mío se lo encontró en unas termas, en un «spa urbano», como dice George Michael).

El Nuevo Herald, la voz de los cubanos en Miami, donde Walter Mercado redacta el horóscopo y donde Montaner escribió:

El ex presidente español José María Aznar, por ejemplo, nunca ha descartado del todo que el atentado dinamitero ejecutado por ETA en 1995, y en el que estuvo apunto de morir, haya sido alentado por La Habana. A fin de cuentas, los lazos entre los terroristas vascos y el gobierno cubano son muy estrechos y Castro no quería que llegara al poder un adversario declarado de la dictadura cubana.

Vía escolar.net

Carlos Alberto Montaner, también colaborador de www.christusrex.org, donde firmó lo siguiente:

La Iglesia se había metido en camisa de once varas. Por ignorancia, por suscribir la idiota teoría de la dependencia y el loco recetario marxista, por entender muy poco o nada del fenómeno del subdesarrollo, se había perdido en un laberinto de jesuitas y mariknolles despistados, que no concluía en la emancipación de los pobres, sino en un inútil baño de sangre que a veces salpicaba a los propios teólogos, cruelmente martirizados por energúmenos del otro bando, como les ocurriera a Ignacio Ellacuría y a cuatro de sus colaboradores en una espantosa madrugada salvadoreña.

Feliz fin de semana.

Roy Horn

En octubre de 2003, Roy Horn, uno de los componentes de la pareja de magos/domadores Siegfried & Roy (el moreno), fue atacado por uno de los tigres blancos de su espectáculo y estuvo a punto de morir.

[¡Ah, Siegfried & Roy!: un must de Las Vegas desde finales de los años 60. Un cruce perfecto entre Liberace , David Copperfield y Bárbara Rey, cuando montaba elefantes y no pollos.]

Hoy, casi dos años y medio después, me complace comunicaros que Roy (el de la izquierda, con gafas de sol) ha vuelto a los escenarios con otra cara.

Literalmente.

Aunque no sea precisamente»una cara nueva», sino una curiosa combinación entre la del último exmarido de Liza Minelli, el muppet David Gest, y la de David Furnish, el marido de Elton John (los dos de abajo):

Roy Horn ha vuelto, recién cosido y recién planchado, y ha dejado muy claras las cosas:

«No me permitieron morir, porque mis alas de ángel aún no estaban preparadas.»

Ahá…

‘Piss is chic’

2006. El pis es tendencia. Llevamos sólamente 13 días del año y:

Ricky Martin ha declarado a una revista que le pone la «lluvia dorada». Lo leí en un simpático artículo de este periódico, cuyos comentaristas resultan ser poco partidarios de tal práctica pero entregados fans de la coprografía.

Mercedes Milá confesó anoche en GH que le encanta mearse en la ducha y aseguró que mucha gente lo hace aunque no lo diga (Mercedes, te propongo un «Diario de» sobre tan polémico asunto de actualidad – con cámara oculta en el bolso y focos antivaho – y te doy un dato revelador: Madonna, en una entrevista con David Letterman ya declaró que mearse encima en la ducha era mano de santo para el «pie de atleta».)

Lástima que Concha Velasco ande tan ocupada extirpando abuelos de sofás y no haya aparecido en algún lado contando cómo ella es capaz de desternillarse hasta perder el control de sus esfínteres y mearse viva entera (suerte que tiene Tena Lady).

2006 promete, amigos…

Rocío Jurado LA MÁH GRANDEH (LMG)

Después de pasarme 3 horas y media viéndola resucitar en un programa televisivo que parecía el saloncito de estar de la enferma, donde el tío mayor – Bertín Osborne, vestido con una chaqueta que debió de pertenecer al defenestrado Parada – preguntaba a los invitados «¿Cómo la ves? ¿Está estupenda, verdad?»

Después de disfrutar de duetos emocionantísimos, como el que se marcó ELLA, LMG, con David Bisbal, en el que LMG, parecía una señora mayor con la cabeza perdida en manos de uno de los boys del bar para Despedidas de Soltera.

O con Chayanne (tan negro que lo confundí con el mismísimo Germaine Jackson).

Con Raphael, el phenómeno de la canción, con peinado clónico al de su señora, Natalia Figueroa (qué razón tiene mi amigo JQ cuando afirma que el matrimonio que se peina unido, permanece unido).

Después de tratar de encontrar los globos oculares dentro del búcaro de mi mesa de centro, tras observar como LMG era capaz de transmutarse ora en Gemma Cuervo, ora en Maika Vergara (q.e.p.d) gracias a la magia del recogido de mucho vestir… tengo que admitirlo: ella es LA MAH GRANDEH.

Ríete tú de Liza Minelli , con ese inconfundible aroma mezcla de Chanel nº5 y bourbon, dando un recital en el Madison Square Garden.

Ríete tú, que yo he perdido el juego de mandíbula.

LMG lo supera todo Y MÁS; y es capaz de montar un numerito lésbico con el mismísimo Falete o de cantar flamenco para que lo baile Antonio Canales, vestido de señora del barrio de Salamanca devota de Musgo.

LMG es capaz de acallar los aullidos de Paulina Rubio (qué piernas, santocielo) y de convertir a Mónica Naranjo en una generosísima partenaire de dueto.

Todo lo cual demuestra, rotundamente, que ella es La Mah Grandeh. Porque cualquiera en su caso no habría aguantado en pie. Y Rocío Jurado aguantó. Sería falso decir que estoicamente, pero aguantó.

Y no era un reto sencillo: que ver a tu propia sobrina con una overdose de corrector de ojeras, rollo mapache, no debe de ser nada fácil de asumir. Será por eso que después, con Lolita, cantó en playback. Por la impresión. Será.

Ricardo Rendón (1894 – 1931)

Hoy pasé frente al lugar en el que hace años estuvo la cigarrería Gran Vía en Bogotá, donde se emborrachaba León de Greiff y donde una mañana se quitó la vida el ilustrador Ricardo Rendón; después de pedir una cerveza, se encerró en el lavabo y se pegó un tiro. Sobre la mesa había dejado escrito: «Suplico que no me lleven a casa«. Sobre la misma mesa donde quizás alguna tarde compuso un poema De Greiff:

No he visto el mar.

Mis ojos

–vigías horadantes, fantásticas luciérnagas;

mis ojos avizores entre la noche; dueños

de la estrellada comba;

de los astrales mundos;

mis ojos errabundos

familiares del hórrido vértigo del abismo;

mis ojos acerados de viking, oteantes;

mis ojos vagabundos

no han visto el mar… (…)

BALADA DEL MAR NO VISTO

«Suplico que no me lleven a casa» y la presión del dedo en un gatillo fueron las últimas obras que salieron de la mano de este hombre que diseñó el logotipo de los famosísimos cigarrillos Piel Roja, que fue ilustrador para El Espectador, La República y El Tiempo y rechazó la oferta del New York Times de trabajar para ellos porque no soportaba abandonar Bogotá.

Me ha conmovido la historia del suicidio del humorista Rendón y – otra de mis dementes asociaciones – me ha traído a la cabeza el estribillo de una de mis canciones preferidas de Ryan Adams: ‘Does anybody want to take me home?

Otro día más en Bogotá, disfrutando de amigos maravillosos y en la Moleskin escrito: «Suplico que no me lleven a casa«, si no es aquí…

NOTA SOBRE EL CONCURSO:

Habemus acertante. Mañana, en un sencillo acto, daremos a conocer la personalidad de la famosa oculta, algunas «impresiones bogotanas» más de ella y el nombre de la persona afortunada con el Pack Obsequio Bogotano.

(Muchas gracias a Jhon Jairo por descubrirme a Rendón)

Rosa Lee Parks

Murió Rosa Lee Parks, «la afroamericana que desencadenó el movimiento de derechos civiles en EEUU al negarse a ceder su asiento en un autobús a un hombre de raza blanca.» (EFE)

A veces los actos de desobediencia que desencadenan revoluciones y nos devuelven la dignidad y los derechos que nunca debimos perder no resultan de hechos premeditados.

Un día sucede que no podemos más, que nos negamos a pasar por lo que hemos pasado durante demasiado tiempo, que no tenemos el día, que estamos demasiado cansados o demasiado tristes y, sin pensar en las consecuencias, nos negamos a levantarnos del asiento después de haber estado cosiendo doce horas, con los hombros doloridos.

O nos resistimos a la fuerza a dejarnos apalear por la policía en una redada, después de haber llorado hasta el agotamiento en el funeral de Nuestra Señora Judy Garland, tal y como sucedió en el bar Stonewall de Nueva York el 27 de Junio de 1969 (a partir de entonces, Día del Orgullo Gay).

No es la razón la que nos da la fuerza. Es después cuando descubrimos que teníamos razón.