Ya hay ganadores. Aunque solo 3, de momento, así es que tenéis todo el día de hoy para dejar vuestro mensaje (en este post) con vuestra idea de viaje en el tiempo.
Tras haber revisado los casi 100 comentarios que habéis dejado con vuestras propuestas, aquí tenéis los tres que se llevan el pack de LIFE ON MARS:
Ya decían en Spiderman que un gran poder implica una gran responsabilidad. Así que entre ser espectador de un hecho histórico y cambiar cambiar la propia historia… he elegido lo segundo.
Día: 1 de octubre de 1988; lugar: Universidad de Barcelona.
El objetivo es un joven de Badalona que inicia su curso escolar en la Facultad de Filología Hispánica.
El plan es sencillo. Basta con plantarse delante de él y con voz muy seria decirle:
-Hola Jorge. No sabes quién soy pero no importa. Lo esencial es que escuches el mensaje que tengo para ti.
Dentro de algunos años, cuando acabes la carrera y sin explicarte muy bien el porqué, te convertirás en redactor de la revista Pronto.
Después de algún tiempo realizando tu trabajo con eficacia, alguien de Antena 3 te llamará. Tu creerás que es una buena idea irte a un programa dirigido por Rosa Villacastín, igual que tiempo después creerás que es acertado trabajar con Ana Rosa Quintana y marcharte a Telecinco para estar al lado de la gran María Teresa Campos.
Escúchame Jorge Javier porque he aquí mi mensaje: Pase lo que pase, pienses lo que pienses… ¡¡JAMÁS HAGAS UN PROGRAMA QUE SE LLAME AQUÍ HAY TOMATE!!
Carlos
Yo volvería al día que dije «no» a alguien que siempre merecíó un sí.
R
Así, como debería ser todo, con un jurado aunque sea de un único miembro -nunca mejor dicho en este caso- y no por votaciones populares y demás zaranjainas.
Pues no, no iría a ver a Jesucristo, de igual forma que no perdería el tiempo o la posibilidad de hacer un único viaje intentando ver a Don Quijote… o intentado presenciar cómo los delfines construían las pirámides con miras de topógrafo y casco de albañil, mientras esperaban la llegada de la hora del bocadillo de sardinas.
Iría a cenar.
Los acontecimientos históricos o trascendentes prefiero seguir imaginándolos.
¿A dónde?
Por decir un lugar, al Cabaret Berlín en 1936. En invierno, pero después de la espantosa Navidad. En enero.
En él se podía cenar y prolongar la velada hasta que sacaban tu cuerpo dormido y lo metían en un taxi camino de tu casa.
Ya se cobraban la carrera de tus bolsillos y tú siempre volvías a pesar de todo.
Y al volver al presente, me iría a cenar.
AL
(por cierto, AL, necesito que me pases tu e-mail)
Repito: aun queda un pack en juego. Deja un comentario que me guste tanto como estos tres y podrá ser tuyo. Tienes hasta mañana por la mañana para hacerlo.
Muchísimas gracias a todos.