Ya os había contado que el día 10 estaría en Sevilla para participar en una mesa redonda sobre ‘Salud mental y medios de comunicación’.
Allí estuve. Bien, creo. La gente, que es muy educada, aplaudió.
Aunque eso es lo de menos. Lo importante fue poder comprobar de cerca cómo padecen los enfermos mentales el horrendo tratamiento que se da sobre ellos en la televisión. Escuchar de viva voz la impotencia, la indignación y la rabia que sienten todos aquellos que se ven deformados por el sensacionalismo, la ignorancia y la maldad (que también la hay) de los magazines televisivos.
Hablamos a propósito del modo en que la televisión estigmatiza a los enfermos y cómo desinforma sobre la enfermedad mental…
… por nuestra culpa. Por nuestra propia ignorancia. Porque, en realidad, el proceso debería ser inverso. Ante el fenómeno de la incapacidad de los medios para retratar la realidad con rigor, deberíamos ser nosotros quienes estigmatizáramos y desautorizáramos a la televisión.
Tendríamos que empezar a pensar que Ana Rosa Quintana dice más contra sí misma que contra un esquizofrénico cuando, durante una de sus sesiones de manicura francesa con sangre, relaciona cualquier crimen con el diagnóstico psiquiátrico. Empezar a dejar de creernos la información, que ya no existe.
Al tiempo que creo que nuestra obligación, como ciudadanos y telespectadores, está en leer, aprender, conocer más acerca de la realidad que nos rodea, para que ciertos asuntos dejaran de aparecer en la pista central del circo. El día que seamos millones quienes tomemos conciencia de la estupidez, la banalidad y la torpeza del discurso televisivo, dejarán de divertirnos las fieras.
Acordaos, hace unos años, de esos debates donde se convertía la homosexualidad en un desfile de monstruos. O el divorcio. O el sexo extramarital. Por suerte, crecimos, aprendimos y vivimos lo suficiente como para que la televisión dejara de entender esos asuntos como un fenómenos espectacular. Nos toca a nosotros, a todos, seguir madurando. Y que, pronto, la enfermedad mental, la política penitenciaria o los derechos civiles, dejen de ser monitos de feria.
Ah, y muchas gracias a los responsables de la Junta de Andalucía por invitarme a sus jornadas. Fue un placer.
(Más tarde vuelvo. Estoy volviendo a ver la entrevista con Jesús Neira en Antena 3. Ya os contaré).
Está más que claro que la televisión y la enfermedad mental están ligados, solo hay que ver a algunos especímeneshttp://mecongratula.es
30 noviembre -0001 | 0:00
No veo la tele, me deprime realmente.
30 noviembre -0001 | 0:00
Si hay aún mas inutil que la television son los críticos y la gente que habla sobre ello. Es un fenómeno social y bien utilizada puede ser de beneficio, pero es obvio que mientras no se erradica la estupidez humana, el share se lo llevarán este tipo de cosas.Como he dicho, tus trabajos son hìpócritas dado que sabes de sobra que cuando la television suelte a los enfermos mentales será para meterse con otro colectivo mas de moda.
30 noviembre -0001 | 0:00
a mi lo q de verdad me desequilibra es el trabajo. Que vivan los servicios multimedia y el ocio :)un beso
30 noviembre -0001 | 0:00
Pienso que detrás de algunos programas de televisión hay bastantes equivocaciones quiero pensar que sin maldad hacia el colectivo de enfermos mentales graves o severos que por desgracia da la impresión que es cada más numeroso y habría que desestigmatizarlos un poco ya que la inmensa mayoría son inofensivos al igual que se hace con otros colectivos de discapacitados o minusválidos. Todos son personas de carne y hueso con la capacidad como las mayoría de seres vivos de tener sentimientos o emocionarse, por todos ellos un respeto.
30 noviembre -0001 | 0:00
Muy bueno, Roberto
13 marzo 2009 | 11:20
Qué gusto leerte!Un beso gigante.
13 marzo 2009 | 13:15
La peor de todas Eva Hache.Me acuerdo un día que hizo un «chiste» comparando la epilepsia con la epilady.No he vuelto a verla en la televisión más.
13 marzo 2009 | 13:21
Estoy totalmente de acuerdo contigo.
13 marzo 2009 | 14:20
¡Qué gran verdad todo este post!Un abrazo
13 marzo 2009 | 18:18
Aquí hay una enferma mental que acaba de reconciliarse con usted _ya no me acuerdo qué pasó en verano que dije «no lo leo más»_. Un abrazo.
13 marzo 2009 | 18:40
fuera lo que fuera eso que pasó en verano, seguro que usted tuvo buenas razones y le pido mil disculpas.Gracias y otro abrazo enorme
13 marzo 2009 | 18:42
¿Ese de la foto eres tu?…..vaya cara loco killo! xd
14 marzo 2009 | 23:26