La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

Archivo de noviembre, 2008

Maravilloso anuncio de tampones…

… censurado, por supuesto.

(Un detalle: en inglés, un castor es una forma vulgar de referirse a las partes pudendas femeninas).

Mañana estaré aquí para hablar acerca de la entrevista de esta noche de Martitere Campos con Roldán. Nochecita me espera…

Las reinas se confiesan

María Teresa Campos: «Yo ya soy solo la reina madre»

Ana Rosa Quintana: «Y yo soy republicana»

(La otra reina, delante de la tele: «Cuánto maricón hay suelto, Pilar Urbano. Por cierto, me encanta tu pelo»)

No me podía perder la entrevista de esta mañana de AR a MTC. Enorme. Un gran momento televisivo promocional, un cara a cara espeluznante, un fabuloso «Mujer contra su share’ de Mecano hecho carne (… quién detiene marujas en duelo…)

De todo ha habido. Bonitas dedicatorias por parte de la Campos hacia el confidencial de los hermanos Rojo Alfonso, que fue el marido de AR, y David, su negro traidor- que tanto atacaron a la reina madre en sus peores momentos, y que ha echado en cara a AR que no la diera por ella. Glups.

Confesiones de enfermedades innombrables, y alguna que otra revelación nada sorprendente:

«Tengo días infernales en que soy una auténtica hija de puta»

María Teresa Campos

O bonitos mensajes de Ana Rosa para La Sexta:

«Un compañero no se puede meter con un compañero, y quien lo hace acaba pagando las consecuencias»

Y, de paso, un poco de promoción de la entrevista que le hace mañana la Campos a Roldán y la que se baraja que le hará AR a Julián Muñoz (¿por qué ya nadie le llama Cachuli, snif?); un momento que ambas aprovecharon para justificar el pastizal que su cadena amiga (de los amigos de lo ajeno) les va a soltar a ese par de delincuentes. La hostia. Claro, que la Campos no dio puntada sin hilo y dejó caer sin mencionarlo directamente un comentario de rondón sobre la supuesta legitimidad de esos pasados reportajes en exclusiva de Mila Ximénez con su ex amante Rodríguez Menéndez, prófugo de la justicia. Mucha lectura entre líneas, vive dios.

Aunque el GRAN MOMENTO llegó cuando AR confesó que ya había cumplido los 40:

¡Paren las rotativas, enciendan los rodillos!

Una maravilla.

¡Quiero un ‘reality drama’ así en España!

Peluqueros estresados.

Clientas perturbadas.

Manicuras perracas.

Desastres capilares.

Gritos.

Portazos.

Odio.

Drama.

Milagros.

Tras la puerta púrpura.

¡Rupert… te necesito!

Ven a cenar conmigo… y critica mi matrimonio

Mi programa favorito ha dado un paso más. Tras la última escalada de estrategias de concursantes, actores infiltrados o decoradoras operadas con pluriempleo en otros programas de la cadena, hoy ha rizado el rizo (del pubis de Bisbal) para alcanzar cotas de perversión maravillosas: cada día, el anfitrión recibe junto con su pareja.

Así, cada noche, los concursantes van a poder ponerse las botas blancas de vestir, masticar con la boca abierta, lamer el cuchillo, poner los codos sobre el mantel, despotricar contra la comida y ADEMÁS chismosear sobre la relación de los anfitriones.

Un pequeño paso para la cocina, pero un gran paso para el morbo. Una genialidad.

(Me acabo de dar cuenta de que ¡ME HAN HECHO CASO! En la crítica que hice de este programa en junio escribí:

Aunque el programa mejoraría bastante si los guiones de la voz en off estuvieran un poco más elaborados y si los participantes fueran parejas. De esa manera, sus comentarios malvados después de cada cena se retroalimentarían y serían mucho más divertidos que los que ahora vemos ante la cámara.

Buenísimo. Jajajaja.)

¡Mira quién vomita!

Por razones fuera de toda lógica, ayer estuve viendo la Gala FAO de ‘Mira quién se escoña‘ con una mano en el teclado y otra en la boca para evitar empapar de vómito la pantalla de mi televisor.

Un repugnante espectáculo de paternalismo estéril, discurso caritativo y lamentable dejabugo -versión cañí y grasienta del clásico déjà-vu– del mítico caspismo de los telemaratones benéficos con elementos perversos añadidos (y no me refiero a la faja de Terelu. O sí. También).

Un desfile de cantantes en promoción de su último CD, de triunfitos sacados bajo montañas de polvo y a sueldo de la misma productora de la gala, de buenas intenciones yermas y mensajes de sonrojante estupidez:

«¿Para qué ir a la peluquería con la de gente que está pasando hambre en el mundo?», afirmó uno de los presentadores.

Minutos antes de que descubriéramos que Anita O., esa gran benefactora de la humanidad, predicaba con el ejemplo y transmitía a los espectadores su conversación telefónica:

«Son unos chicos de Sevilla que esta tarde iban a hacer un botellón, pero han decidido donarnos el dinero». BRUAAAAAG.

Casi 8 horas de bochornoso espectáculo televisivo, que terminó con recuento eufórico y manteo de la presentadora. Una nueva y repugnante expresión de caridad decimonónica, amnesia primermundista a granel y mucha lentejuela a canjear por lentejas.

¡Ah! ¿Que a ti, a tu abuelita y a tu tia os encantó y os pareció una forma preciosa de acabar con el hambre en el mundo? Me parece fenomenal. Con vuestro pan os lo comáis. O mejor no. Mejor dadle un bocado y después mandadles las sobras a los niños hambrientos.


‘South Park’ celebra la vitoria de Obama

Con muchísima retranca, por supuesto, y burlándose de ese rollo mesiánico que parece que le ha entrado a la gente por el nuevo presidente.

Y -MUCHA ATENCIÓN- alguien le ha dedicado un corrido mexicano (ilustrado con su dibujo de la serie):

Jajajajaja. Un delirio.

LEX en Antena 3: algunos porqués

No me disgusta. No me aburre. No me ofende ni me insulta.

Lo que ya es mucho decir en estos tiempos televisivos que corren (a gorrazos a los incautos).

Aunque me genera algunas preguntas:

– ¿Por qué no parece una serie de actores que interpretan personajes de la serie, sino una serie cuyos personajes parecen haber sido traídos de otras series? ¿Por qué al ver a Javier Cámara y a Santi Millán me dio la sensación de que estaba viendo un capítulo de 7 Vidas donde los personajes soñaban vivir dentro de Ally McBeal?

– ¿Por qué los conflictos pasionales son tan fríos?

– ¿Por qué es tan descarado el uso cárnico de Paz Vega y por qué tengo la sensación de que en cuanto Paz se vaya de la serie (solo está ahí para tres episodios, creo), a Kira Miró le van a pedir que aligere un poco el vestuario?

– ¿Por qué las salas de los juzgados parecen todas decoradas por Pascua Ortega?

– ¿Por qué me da igual cómo se resuelvan los casos y no he sido nunca capaz de ver terminar un episodio?

– ¿Por qué estoy hablando de ella en lugar de dejar claro el asco que me provocan los resultados de la votación a favor de la Proposición 8 en California que ilegaliza los matrimonios gays? Yes, we can… por los cojones.



El terror español está de moda

Estremecedor.

(Me imagino que es un anuncio de humor, pero a mí me ha dado pánico.)

Sobre el regreso de ‘Un, dos,tres’ en rtve.es

Ayer os contaba que la web de RTVE acaba de poner en línea la primera de las entregas del clásico concurso a la que le seguirán otras. Y que lo estaba viendo casi al tiempo que os lo contaba. Lo vi. Y se me pasaron muchas cosas por la cabeza que voy a tratar de deshilachar aquí de manera ordenada.

Para empezar, me hizo mucha gracia en contraste entre el anuncio institucional de Hacienda (que somos todos), que juega con el recuerdo de esos malos tiempos -los mismos a los que nos traslada el concurso que va a continuación- cuando defraudar al fisco era lo habitual. Me encanta ese juego entre la mala memoria como prólogo del dulce recuerdo. Dudo que sea voluntario; pero es una genialidad.

De la revisión del programa, me sorprendieron varias cosas: la redacción de la introducción de las preguntas de Kiko (en aquellos tiempos la gente sabía escribir en televisión), el intercambio de unas frases en catalán con unos concursantes de Barcelona (él modernísimo y ella con un mostacho de impresión) en la televisión pública en pleno franquismo, el culturón de algunos participantes, y la referencia DELIRANTE a la reina Sofía a propósito de un falso error de unos concursantes de una entrega anterior (pura actualidad, jajajaja).

Anoche vimos Un, dos, tres con una emoción muy parecida a la de aquellos tiempos, y pensé en cuánto le debo a sus guionistas, que fueron los primeros en enseñarme juegos de palabras ingeniosos en televisión.

Gracias.