El Blog Solidario El Blog Solidario

Por aquí han pasado cooperantes de Ayuda en Acción, Cruz Roja, Ingeniería Sin Fronteras, Unicef, Médicos del Mundo, HelpAge, Fundación Vicente Ferrer, Médicos Sin Fronteras, PLAN
Internacional, Farmamundi, Amigos de Sierra
Leona, Sonrisas de Bombay y Arquitectura sin Fronteras.

Entradas etiquetadas como ‘tsunami’

La importancia de la preparación ante terremotos en Nicaragua

Lourdes Álvarez Pérez, voluntaria Internacional de Cruz Roja Española en Nicaragua y El Salvador.

El área metropolitana de la ciudad de Managua está expuesta a una elevada amenaza sísmica y eso lo sabe perfectamente Wilfried Strauch, alemán de nacimiento, que lleva más de veinte años como Asesor Técnico en Ciencias de la Tierra del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), institución con la que Cruz Roja Española trabaja dentro del marco del programa de preparación a desastres de la Comisión Europea (DIPECHO IX) desde hace cuatro años.

Wilfried nos recibe en su oficina para relatarnos la particularidad del sistema que él gestiona y que puede llegar a detectar “entre 200 y 1.000 o 2.000 sismos al mes en el país, sismos, en su mayoría, muy pequeños”, como él mismo señala. Aunque la cantidad de sismos es muy variable. Wilfried puntualiza quecada año podemos llegar a tener un sismo grande de magnitud seis en toda Centroamérica y cada dos o tres años un sismo de magnitud siete. En 2012, no obstante, se dieron tres sismos de magnitud siete, uno de ellos también con un tsunami con olas de hasta cinco metros de altura.

Nicaragua es pionera en monitoreo de sismos en tiempo real. El sistema de monitoreo de vigilancia sísmica está indicado para vigilar los movimientos sísmicos. Y se trata de un sistema bastante fortalecido. Se ha llegado a acortar el tiempo de procesamiento sísmico y ahora está en 2/3 minutos: “la red sísmica es el complejo científico más grande del país, porque contiene una central de monitoreo y alerta”, nos señala Wilfried. Además, se ha implementado una metodología para la conducción de estudios de riesgo sísmico desde una perspectiva de trabajo multidisciplinar e interinstitucional, poniendo énfasis en la creación y fortalecimiento de capacidades técnicas institucionales y de las relaciones y coordinaciones interinstitucionales entre organizaciones humanitarias, universidades, instituciones científicas, ministerios, autoridades locales y la comunidad.

El programa SELENA incorpora información de la amenaza sísmica, las propiedades dinámicas de los suelos, la vulnerabilidad sísmica de las viviendas, así como el inventario de edificaciones en el área de estudio. En ocasiones, se ha ido casa por casa para evaluar el riesgo. Se trata, por tanto, de un mapa de riesgo sísmico que ha ayudado a conocer cuáles son las condiciones óptimas para poder construir.

El proceso de sensibilización también ha sido muy importante, el cómo se ha trasladado la información científico-técnica a la población, a las comunidades y a los tomadores de decisiones, algo que en ocasiones resulta bastante difícil de vincular. Se han brindado charlas, capacitaciones y conferencias y se ha creado un entorno virtual de aprendizaje con el fin de educar a la niñez y la adolescencia en la materia.

De este modo, el trabajo conjunto del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales y Cruz Roja Española ha sido de vital importancia porque ha involucrado a varios actores.

INETER trabaja en coordinación con otras agencias sísmicas de Centroamérica y de todo el mundo, aproximadamente alrededor de 400 estaciones, y lo hacen a través de internet: “los datos de esas estaciones, en torno a 600 o 700 en total, llegan en tiempo real a la central de monitoreo que es quién procesa la información día y noche; por eso, cuando detectan algo anormal, un sismo, tratan de calcular el epicentro del sismo, la profundidad y la magnitud”, nos explica Wilfried. Y “esto se puede hacer de manera muy rápida, con un sistema automático que hemos mejorado gracias a la ayuda del proyecto DIPECHO y de Cruz Roja Española”, subraya. El proceso es sencillo: “el sistema lo hace todo automáticamente en treinta segundos, por lo que en treinta segundos ya sabemos dónde ocurrió el sismo y qué magnitud tuvo y de manera automática el sistema envía la información por correo electrónico al Gobierno de Nicaragua, a la Protección Civil de Nicaragua y a los propios trabajadores y técnicos de INETER, ya que podemos estar fuera de la oficina o en casa y nos llega toda la información”, nos aclara el doctor Strauch.

La particularidad de este sistema es que es capaz de detectar en tan sólo treinta segundos un sismo que ocurra en Nicaragua, un minuto si el sismo ocurre en cualquier otra parte de Centroamérica y de cinco a diez minutos para el resto del mundo. Cada país centroamericano tiene más o menos un sistema de monitoreo similar al de Nicaragua, aunque digamos que el de Nicaragua es el más avanzado y desarrollado.

Desde el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales también se concentran mucho en la alerta de tsunamis. Un terremoto muy fuerte en el océano puede causar un tsunami que afectaría a la playa. De hecho, en la historia reciente de Nicaragua, en el año 1992, hubo un tsunami grande en la costa del Pacífico, con olas de hasta diez metros de altura, que causaron muchísima destrucción, con un balance de 170 personas fallecidas. Wilfreid Strauch nos comenta que “de haber sido fin de semana o festivo, probablemente los daños hubiesen sido mucho mayores y habrían muerto miles de personas”. A pesar de que se trató de un gran terremoto y tsunami, durante mucho tiempo no existió sistema de alerta. Pero en Nicaragua aprendieron de esto y es por ello que idearon el sistema de alerta temprana: “durante mucho tiempo fuimos los primeros de toda Centroamérica en tener un sistema como éste, después vendría El Salvador que desarrolló un sistema similar, y hasta el momento, El Salvador y nosotros somos los dos únicos países en Centroamérica que lo tenemos”, puntualiza Wilfried.

Dada la experiencia que aglutina el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales en este campo, ellos propusieron hace un tiempo ser el centro de alerta de tsunamis para toda América Central. Por ello, a finales del mes de noviembre van a enviar mensajes de información sísmica a los países de Centroamérica, a las instituciones científicas y a las instituciones de Protección Civil, y, “se tratará de una información rápida sobre cualquier sismo, y a partir del próximo año, enviaremos alertas de tsunamis que van a incluir informaciones sobre los posibles parámetros del tsunami, la hora de llegada de las olas o la altitud que alcanzan las olas y vamos a aminorar de esta forma la situación en la alerta de tsunamis en toda Centroamérica”, como nos adelanta el doctor Strauch.

Wilfried Strauch nos enseña cómo se detecta un tsunami

Wilfried enseña cómo se detecta un tsunami. (CRUZ ROJA)

El tsunami en Sumatra 10 años después: barcos tierra adentro

Por Rocío Cruz desde Indonesia, Cruz Roja Española.

El hermano de Fauzi estaba entre los miles de cuerpos a los que él mismo retiraba los objetos de valor antes de ser enterrados para ayudar a los que no tenían nada.

El hermano de Fauzi estaba entre los miles de cuerpos a los que él mismo retiraba los objetos de valor antes de ser enterrados para ayudar a los que no tenían nada.

Decenas de miles de personas perdieron la vida en la isla de Sumatra en diciembre de 2004, cuando el tsunami azotó cruelmente sus costas. Hablamos con sus habitantes y todos nos cuentan historias dramáticas sobre cómo ellos salvaron la vida pero perdieron a alguno o a todos sus familiares. Hoy viven felices y la normalidad ha llegado a sus vidas de nuevo, pero al contarnos lo que pasó se emocionan y recuerdan con mucha tristeza aquellos días en que lo perdieron todo.

Un millón de personas se quedó sin sus medios de subsistencia: tierras de cultivo, animales, barcos, mercados, negocios… todo quedó asolado, destruido y convertido en escombros y desolación.

Fauzi era voluntario
de Cruz Roja en 2004. Colaboraba atendiendo a las personas heridas en el conflicto bélico de Banda Aceh, bien fueran guerrilleros bien fueran militares. Quería demostrar así su imparcialidad y neutralidad, dos de los principios fundamentales que caracterizan a Cruz Roja. Cuando vino el tsunami, Fauzi logró salvar su vida, pero desaparecieron su hermano y sobrinos. No puede evitar derramar unas lágrimas cuando nos cuenta que su hermano estaba entre los miles de cuerpos a los que él mismo retiraba los objetos de valor antes de ser enterrados. Decidieron recolectar todo el oro posible para venderlo después y conseguir fondos con los que poder ayudar a las personas que lo habían perdido todo. Hoy en día Fauzi es el responsable de preparación para desastres de la Cruz Roja Indonesia en Banda Aceh.

Nuestro conductor durante la visita a Indonesia es Din, un hombre muy tranquilo, sosegado e íntegro. Hoy tiene este trabajo, pero en 2004 era pescador y su historia nos pone los pelos de punta. Perdió a su familia al completo, ya que el tsunami les pilló en casa y no pudieron hacer nada. Él sin embargo se encontraba trabajando en el barco, no muy lejos de la costa. El patrón decidió rápidamente que lo mejor sería cambiar la dirección y poner rumbo a la ola. Le pareció lo más acertado y así fue: el barco logró pasar una primera ola, una segunda mucho más alta, de cerca de 30 metros de altura, y una tercera ola más pequeña. De esa manera tan valiente consiguieron salvarse todos los marineros que en ese momento se encontraban en el barco pesquero de apenas 40 metros. En esos momentos Din no era consciente de lo que esas olas provocarían minutos después en su querida Banda Aceh, y por tanto lo que le sucedería a su familia. Nos dice que no le da miedo volver a embarcarse, pero que este trabajo estaba esperándole.

En la lonja de pescado de Banda Aceh murieron todas las personas y las flotas pesqueras resultaron gravemente dañadas.

En la lonja de pescado de Banda Aceh murieron todas las personas y las flotas pesqueras resultaron gravemente dañadas.

El sector de la pesca fue uno de los más castigados por el tsunami, tanto por las pérdidas humanas que supuso como por los daños materiales. En la lonja de pescado de Banda Aceh murieron todas las personas que se encontraban allí esa mañana. El emplazamiento del edificio y su estructura impidieron que pudieran escapar del agua. Las flotas pesqueras resultaron gravemente dañadas. En memoria de este acontecimiento aún se puede visitar un barco como el de Din que quedó encallado en lo alto de unas casas del centro de la ciudad. Realmente nos parece mentira que el agua viniera con tanta fuerza como para arrastrar este pesquero a tanta distancia de la costa.

Las reservas naturales también se vieron seriamente dañadas por el tsunami. El agua salada inundó las tierras de cultivo kilómetros al interior. A día de hoy los manglares tan característicos de esta zona costera aún tratan de recuperarse del impacto, y los arrecifes de coral prácticamente desaparecieron, pero ya muestran una alta recuperación gracias sobre todo a un cambio en las técnicas de pesca usadas por el hombre. Aun hoy se pueden contemplar restos óseos de coral en las playas de Sumatra.

A pesar de tan severo castigo de la naturaleza, hoy en día los indonesios se han adaptado a vivir lo que les ha tocado, trabajando en lo que han hecho siempre o realizando nuevas tareas o nuevos oficios con los que poder subsistir y sacar a sus nuevas familias adelante. Todo un ejemplo, para el resto de la humanidad, de resiliencia y adaptación.

cultivos

10 años después de la tormenta llega la calma en Indonesia

Por Rocío Cruz, Cruz Roja Española.

Roni es una de las personas que sufrieron las terribles consecuencias del tsunami de 2004, el maremoto que asoló hace ya 10 años el sudeste asiático con una fuerza y agresividad sin precedentes. En la región indonesia de Banda Aceh, al norte de la isla de Sumatra, fueron cientos de miles las familias que perdieron a parte o a la totalidad de su red social y por supuesto sus viviendas y medios de vida.

hay señalizaciones en Las calles principales indican ahora hacia donde escapar.

hay señalizaciones en Las calles principales indican ahora hacia donde escapar.

Roni tenía sólo 17 años cuando las olas le pillaron por sorpresa en los alrededores de su casa. Pudo salvar la vida porque alguien le alentó a correr hacia la montaña y se refugió en una zona elevada hasta que el mar volvió a descender pasadas unas horas. Pero perdió a sus padres, y todo en kilómetros a la redonda había quedado reducido a escombros.

Una de las ONG que acudieron a la zona a socorrer a las víctimas le construyeron de nuevo su casa, una vivienda de unos 40 metros cuadrados, con una estructura y cimientos fuertes, paredes y tejado de construcción y en definitiva un lugar seguro en el que poder continuar su vida.

Durante los primeros años tras la tragedia Roni dejó Banda Aceh para vivir junto a sus abuelos en otra localidad. El pánico se apoderaba de él y era incapaz de superar el trauma de haber perdido a sus padres de esa manera. En esta zona se han sentido terremotos y tormentas antes, pero el maremoto de 2004 fue algo excepcional, nunca visto, que no dejó indiferente a nadie por sus consecuencias catastróficas.

Hace dos meses Roni contrajo matrimonio y esta semana está trabajando duramente junto a algunos familiares en la limpieza de su parcela, la misma donde se encontraba su antigua casa y construyeron la nueva, para asentarse allí lo antes posible y formar una familia.

Recuerda con dolor aquellos días de descontrol, pánico y desastre pero asegura que ya ha superado el trauma, considera que allí va a estar seguro y que es donde debe vivir. Ya no tiene miedo.

Durante este tiempo se ha implementado todo un sistema de alerta temprana de tsunamis, hay señalizaciones en las calles principales indicando hacia donde escapar, y la mayoría de edificios son más resistentes y fuertes. Además la mejora en las herramientas de comunicación en Indonesia ha sido aplastante, por lo que otro posible tsunami tendría hoy un efecto muchísimo menor en la población.

indonesia1