Por Gabriel Díaz, cooperante de Global Humanitaria
Mujeres del Petén. (Global Humanitaria).
¿Cómo es posible que hayan pasado más de cinco siglos desde la colonización española y que en países como Guatemala siga hablándose de la misma como si hubiese ocurrido recientemente? Durante mi estancia en ese país he tenido la posibilidad de conversar con indígenas, mestizos, extranjeros, ciudadanos de a pie y gobernantes, y no parece ser rencor lo que surge al hablar del legado dejado por España, sino la constatación de hechos que son incuestionables, como el machismo. En todo caso y pese a las diferentes versiones históricas, si la sociedad maya no era machista, tras la llegada de los españoles la lección fue muy bien aprendida.
Algunos testimonios recogidos sostienen que el machismo tenaz que desembarcó con los españoles no habría sido una novedad como sí lo fue la religión católica impuesta por la fuerza. “Los patrones culturales actuales favorecen la permanencia de una sociedad machista por su doble componente maya e hispánico y cuya primera manifestación cómplice es el silencio. Nueve de cada diez guatemaltecas coinciden en señalar la existencia de la violencia contra la mujer y el 70% admite que la ha sufrido o ha sido testigo de cómo su madre la ha padecido a manos de su pareja”, afirma Gladys Paz, directora de Global Humanitaria en Guatemala.
Petrona Chub en San Luis, Petén. (Global Humanitaria)
Petrona Chub, de 39 años, es una de esas mujeres que tomó coraje contra todo pronóstico, cuando la realidad parecía estar dictada de antemano: criar hijos, limpiar, cocinar y callar. Ella no tuvo la oportunidad de ir a la escuela, porque como ocurre en éste y otros países, primero están los varones. Pero Petrona se las ingenió para estudiar con una vecina que era maestra. Su lengua materna es el q´eqchí, una de las variedades del maya hablada en Petén (norte del país), pero el idioma dominante es el castellano y por tanto su aprendizaje resulta imprescindible para buscar un trabajo y sobrevivir o relacionarse fuera de la comunidad.
“Mi matrimonio no era un matrimonio sino el servicio militar”, relata. Petrona se levantó contra el maltrato físico y psicológico, cogió fuerzas, tomó a sus hijos y se marchó de casa. Buscó aprender un oficio y comenzó cursos de comadrona con la ayuda de una prima. En Petén y la mayoría de los pueblos de Guatemala, ellas son quienes crían hasta diez hijos, lavan la ropa, recogen leña, luego cocinan, limpian el hogar…Y con todo deben ser obedientes y sumisas.
Mujeres del Petén en molinos de nixtamal. (Global Humanitaria)
Desde aquí apostamos por el cambio, dice Petrona a propósito de los talleres de liderazgo femenino impulsados por Global Humanitaria y las comunidades de la zona. El programa incluye la formación y el conocimiento de derechos y responsabilidades, la participación en política, complementados con la creación de bancos comunales que mediante la entrega de micro-créditos les permitan tener cierta independencia. “La mujer indígena tiene miedo, existe falta de comunicación. Pasa esto desde la colonización porque siempre fue esclavizada. Crecieron bajo el mando de alguien y lo aplican con sus hijos. Los hombres son los jefes. La mujer, sin educación ni recursos económicos, está muy limitada”, insiste.
Petrona cuenta que sus vecinas la veían salir y le decían, sorprendidas: “pero Petrona, ¿qué estás haciendo?”. Ahora las mujeres participan en muchos de los Consejos Comunitarios de Desarrollo junto con los hombres: “No queremos sólo palabras, queremos la participación de hombres y mujeres, tenemos que andar por el camino de la igualdad”.
Actualmente, como técnica de campo de Global Humanitaria, Petrona tiene una intensa participación en la organización de las jornadas de capacitación sobre derechos y ejercicio de la ciudadanía, entre otros, para las poblaciones rurales de Petén. Su labor es fundamental, porque además de ser mediadora es a la vez quien nos apoya en la traducción de textos, discursos y ejercicios desarrollados en estas jornadas. Porque “sin la mujer no hay desarrollo”, era la consigna cantada en el municipio de San Luis, en Petén.
El cambio tiene que venir de las propias mujeres al educar a sus hijos, lo que hace Petrona debe de ser ejemplo para sus vecinas.
Pero echar la culpa a la conquista me parece un poco exagerado, han pasado más de 500 años y España ha avanzado en ese aspecto ¿Por qué no lo han hecho los otros países que llevan más de 200 años liberados de la metrópoli?
08 enero 2014 | 10:52
Sin quitar el realismo de estas mujeres de la zona del Petén, (que es una de las zonas menos masificada de Guatemala, reserva natural y por lo general sin infraestructura de grandes ciudades), la mujer en Guatemala lleva años luchando por su independencia, por tener las mismas oportunidades que el hombre.
Me encanta cuando se defiende a los débiles, a los que necesitan expresarse, pero por favor Guatemala no es sólo el Petén, que hay machismo lo hay, pero aquí en España también. No toda Guatemala es igual a lo que estás exponiendo, hay muchas mujeres que han demostrado su valia en otras zonas de Guatemala, esto es generalizar la situación de unas zonas cómo si todo el país fuese así.
Estoy a favor del pueblo indígena y me indigna la situación que han pasado después de una guerra civil de 40 años en la que los diezmaron, pero no es justo meter a todo el país en el mismo saco.
08 enero 2014 | 13:07
Daniel, estoy de acuerdo contigo, pero el artículo se refiere a Guatemala en la primera parte y a la realidad de Petén en particular. Allí personas como Petrona son una excepción según deja ver el artículo. Claro que habrá excepciones en todo el país y también aquí en España. Lola, nuestros ancestros españoles cometieron delitos, verdaderos genocidios, por los que nunca se hicieron responsables y ya ves que por más que pase el tiempo las huellas siguen, como las de Francia en Africa, etc, etc. Y más recientemente ¿no has visto la foto de los actuales reyes españoles saludando a la multitud al lado del dictador argentino Videla, una bestia genocida?
08 enero 2014 | 13:43
lola, aquí tienes la foto, por si no la viste, fue reproducida por este mismo periodico:
http://www.20minutos.es/noticia/315292/0/rey/callas/argentina/
¿eso no es grave? hay cosas que no cambian: el poder, los poderosos.
08 enero 2014 | 13:51
Coli,
Entiendo esta entrada del blog que me parece muy adecuada, sólo me parece que se generaliza, Espero que se pueda cambiar esa cultura, aunque ahora mismo creo que el problema del narcotráfico y las maras están agravando este problema social de la mujer.
Un saludo.
08 enero 2014 | 14:14
Admiro la fuerza interior de esta mujer. Ir contra un miedo colectivo, no es fácil. Un miedo totalmente arraigado a las fibras más íntimas de muchas sociedades; que fue y es utilizado para manipular y explotar a toda esta gente.
Me parece que el machismo existe en gran parte del mundo, y que aquí ya no vale ponerse a discutir cuánto repercutió la llegada española ó por qué guatemala sigue bajo esta situación cuando otras sociedades no.
¡ Hay que mirar para adelante ! Hay que apoyar totalmente a éstas mujeres.
Defensores de los derechos de la mujer y extraordinarias supervivientes de maltratos han dado un paso adelante, una y otra vez, para luchar por los derechos humanos.
Cambiar, depende totalmente de cada uno de nosotros. Hay que dar el ejemplo. El ejemplo es revolución.
08 enero 2014 | 14:26
¿Ahora se viene a enterar que el poder es siempre igual en todas partes? Aunque en realidad no sé muy bien que tiene que ver lo que hicieron los españoles durante la conquista con el rey saludando a un dictador, también Juan Carlos fue a Cuba, que es otra dictadura. Y es más a los españoles les quitaron todas sus propiedades en Cuba, nunca les fueron indemnizadas y ahora vuelven a hacer negocios con los Castro.
Y Cuba, aunque muchos no lo quieran creer, que también fue colonia española y la última en independizarse en 1959 tenía un nivel de vida que pocos países en América Latina tenían en ese momento, ni siquiera en España que estaba a años luz de la isla caribeña.
Hablo con conocimiento de causa.
08 enero 2014 | 14:57
Y por cierto, como tengo una edad en la que ya he visto demasiadas cosas, lo que más me impactó relacionado con la dictadura argentina fue ver al Papa Juan Pablo II dar la comunión a Galtieri, Videla y cía.
Eso es algo que aún al recordarlo me remueve las entrañas.
08 enero 2014 | 15:18
Cuba dejó de ser colonia española en 1898 (no en 1959) junto a Filipinas. Sí, en Cuba existe una dictadura. Pero Lola, si defiendes a Batista, el dictador cubano hasta la revolución de fines de los 50, aquí se terminó este intercambio. Agradezco el respeto aunque no coincido con tu mirada sobre la historia. En algo estamos de acuerdo, machistas hay en todas partes. Saludos y fuerza para todos quienes luchan contra esta losa y creen en la república como el mejor sistema político democrático.
08 enero 2014 | 15:21
No defiendo a Batista, el que yo no sea fidelista no me convierte automáticamente en batistiana. Y tal vez no me haya explicado bien,nombré 1959 porque fue cuando F.C. llegó al poder. Soy cubana y conozco la historia de mi país.
Y por supuesto que siempre que yo debata habrá respeto por mi parte, los que para defender sus ideas utilizan el desprecio y/o la falta de respeto que no cuenten conmigo.
Buen año.
08 enero 2014 | 15:26
Al igual que Germán creo que ir contra el miedo no es una tarea muy fácil. Esto sucede no solamente en Guatemala, lamentablemente, viví algunos años en Perú y allí la realidad no es muy diferente.
Toda mi admiración y respeto a una gran defensora de los derechos humanos.
09 enero 2014 | 11:08
Por muchas mas Petronas en el mundo
10 enero 2014 | 16:29