Por Juncal González Carmona (Haití, MSF)
Sí, son siete, y hay que seguir hablando y escribiendo sobre Haití. ¿Por qué motivo? Porque las condiciones de las personas siguen siendo las mismas o peores que las del mes febrero.
En las primeras semanas después del terremoto, se repartieron plásticos y tiendas de campañas, que eran tan sólo una solución a medio plazo, puesto que no dejan de ser más que unas lonas, que aguantan sólo unos meses y no son unas estructuras en la que instalas definitivamente tu hogar.
Era solamente una respuesta a la urgencia, y desde entonces había que empezar con un segundo plan más duradero. Ya sé que es muy fácil escribir “hay que limpiar la ciudad y construir casas”, y que la realidad es mucho más difícil, por cuestiones como la propiedad de los terrenos, y porque la ciudad está llena de escombros y casas medio caídas.
Y se habla mucho de que si el dinero ha llegado o no ha llegado… Llevo seis meses en Haití, y os aseguro que dinero ha llegado, que se ha respondido a muchas necesidades básicas en distintos ámbitos: construcción de hospitales, en los que se han tratados miles de heridos y enfermos, escuelas para que los niños pudiesen retomar las clases, y letrinas, y se han hecho distribuciones de agua y comida, además de un largo etcétera. Pero del dinero que se prometió para la reconstrucción de las viviendas, sólo ha llegado una pequeña parte.
Por eso, siete meses después del terremoto, sales a la calle y te sigues encontrando con carreteras y plazas ocupadas por tiendas y plásticos, bajo las cuales viven familias enteras. Ya hace meses que está lloviendo, y las condiciones de vida de todas estas personas se van deteriorando cada vez más. Las tiendas ya no son tan impermeables, el agua se acumula en las puertas… “llueve sobre mojado”, y nunca mejor dicho…
Esta ha sido una de las mayores emergencias vinculada a una catástrofe natural devastadora desde hace muchos años, y parece que la ayuda se ha quedado a medias, que nos hemos “desinflado”. Qué dolor… dolor para todos los haitianos que no sólo lo perdieron todo (imaginaos que de pronto se desplome tu casa, sin avisarte), sino que luego se tienen que pasar siete meses debajo de una tienda o de un plástico.
Quizás por todo lo que se escuchó en los medios después de los seis meses -que todavía quedaban más de un millón de personas viviendo en condiciones de extrema precariedad-, parece que este último mes sí que hay más personas trabajando en los edificos derrumbados. Son grandes equipos con camisetas de coloricos que distinguen a la organización con la que trabajan, y que van sacando los escombros a mano.
Y no podría terminar este balance “a los siete meses” sin explicaros algo que no deja de sorprenderme, y que no es otra cosa que el ánimo de los haitianos. Sí, están cansados de las condiciones en que viven, y enfadados por tantas promesas incumplidas del gobierno y de la comunidad internacional, pero su fortaleza y coraje son realmente admirables.
Hasta dentro de un mes,
Juncal.
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Foto: Casseus Guiteau, uno de los cientos de miles de haitianos que perdieron sus casas en el terremoto y que desde entonces viven en plena calle, muestra los agujeros de la tienda que apenas le cobija de la lluvia.
Estamos en crisis, muy mal para ayudar, pero pienso que si los estados pegaditos invierten lo de unos días de guerra de armas caídas, se ahorraría suficiente para hacer mucho por esas personas.
12 agosto 2010 | 12:53
Es de valorar la fortaleza que tienen a pesar de todo loq ue han pasado y siguen sufriendo. Es cierto que debemos de hacer mucho más, lo mínimo seguro que es un mundo para ellos y entre todos se puede.
12 agosto 2010 | 12:57
más que viveres y ropa, que vienen muy bien, a estos paises subdesarrollados lo que deberiamos darles es formación para que sean capaces de reconstruir el pais, o construirlo en algunos casos, y que se puedan mantener por si mismo. Esa deberia de ser la mejor caridad.
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12 agosto 2010 | 15:14
Lo que hay que mandar a estos países es más pildoras anticonceptivas y condones.
12 agosto 2010 | 16:16
Totalmente de acuerdo trucha.
12 agosto 2010 | 16:23
Ya, pero es que también están las inundaciones en China, en India y los fijos de África. Se necesitan miles de millones para los países pobres… todos los años, porque por muy malas que sean las condiciones en las que viven se reproducen como conejos. Si yo en vez de dos hijos tuviera nueve no levantaría cabeza tampoco. ¿Es su cultura? vale, pues que la disfruten.
12 agosto 2010 | 16:39
¿ Dónde está todo el dinero que dicen se envío ?.
Festivales, donaciones, España el tercer país del mundo que más dinero donó. Todo ello daría para reconstruir el país 10 veces. Pero por lo visto no dió ni para una, se perdió por el camino.
12 agosto 2010 | 17:00
La de desgracias que hay en el mundo… Mucha gente se ha olvidado de Haití y encima ahora los países que están siendo afectados por lluvias, incendios y otros también lo pasan mal. Me alegro muchísimo de haber nacido en un buen sitio y me gustaría ayudar pero no hay pasta… Pero no se yo, una mierda que los humanos estemos condicionados por papeles de colores, de los peores inventos humanos (pero necesario…)
Sí que es verdad que se tendría que controlar la natalidad, más que nada porque más desgraciados habrá en el mundo.
12 agosto 2010 | 17:22
Haiti no tiene solución, en China , India la gente se vuelca para ayudar, hay buen espiritu, pero Haiti la gente es muy rara , se roban, se pegan unos a otros ,no ayudan ,,en fin veo muy raro ese país
12 agosto 2010 | 18:07
Este país jamas va a levantar vela, y eso que se les esta ayudando.Es un país dejado de la mano de Dios ya que tienen un pacto con el diablo de unos 200 años mas o menos y hace poco creo que lo renovaron, entonces pactos con Lucifer solo trae miseria , muerte y destrucción.
Son un país donde se dedican a hacer vudu en vez de estudiar las ciencias, prefieren que les ayuden a menearse por ellos mismos, es su cultura, pues que sigan así.
Creo que en vez de darles el pez pescado se le tenia que dar la caña para que se enseñen a pescar y así otro gallo cantaría.
12 agosto 2010 | 18:12
En mi colegio, el Patronato de San José de Gijón, se recaudaron unos 2.200 euros para Haití.
Cuando leí en los periódicos que sólo había llegado una parte muy reducida del dinero donado al país, me puse muy triste, pues pensaba en aportar un poco cada mes.
Por favor, Srta. Juncal González. ¿Podría decirme una ONG a la cual mandar dinero a Haití con la seguridad de que llegue en su totalidad? No quiero perder otra vez la esperanza.
Le agradezco que dedique parte de su vida a las vidas de los más necesitados tras el terremoto.
A los dieciocho años, en verano, iré a ayudar personalmente a los países más pobres. Promesa.
Me gustaría mantenerme en contacto con usted para que me contara cómo van las cosas allí.
Muchas gracias por la atención depositada en el mensaje.
12 agosto 2010 | 18:19
Cristina:
yo desde hace años he tenido tambien esa sospecha, de que el dinero pasa por demasiadas manos antes de llegar a su destino. Mi experiencia me dice que me puedo fiar de las personas (mas que de las organizaciones), yo suelo entregar mis aportaciones a monjas o religiosos que trabajan en esos lugares, a amigos que acuden a cooperar y cuando yo voy me llevo y recojo lo que me dan mis amigos y lo llevo. reo que en septiembre podre ir unas semanas a Haiti a cooperar. Animo haitianos y gente buena del mundo
13 agosto 2010 | 08:15