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Una española perdida en… Vichy

BecConsejo: «Intenta no quedar mal»

Soy un impresentable. Algunos comentaristas lo descubrieron hace tiempo, otros, espoleados por Trolly, lo han sabido después. Pero lo soy. ¿Recordáis que había una sección llamada La vuelta al mundo en 20 minutos? Pues aún me quedan cerca de 30 historias por contar antes de cerrarla definitivamente.

Me remonto a la más antigua. Monserrat (que me va a matar y con razón) nos espera en Vichy desde hace tanto tiempo como Penélope, ya sea la de La Odisea o la de la canción de Serrat. Así es ella:


1) Nombre

Monserrat.

2) Edad

34 abriles.

3) En España vivía…

He vivido un poco por todos sitios, pero pongamos natural de Madrid y que hae vivido en Madrid.

4) Ahora vivo…

Actualmente vivo en Vichy, famosa allende los mares por tener un Gobierno propio durante la II Guerra Mundial, es una ciudad de Auvernia perteneciente al departamento del Allier, situada geográficamente en el centro de Francia; la ciudad más grande junto a Vichy es Clermont Ferrand.

5) Me mudé…

Cuatro años.

6) ¿Por qué me fui?

Nos mudamos por razones profesionales ligadas a mi marido.

7) No puedes dejar de visitar…

Aunque parezca frívolomi argumento, lo unico que nadie puede dejar de visitar aqui es la piscina. Me gusta el deporte (casi bajo la forma que sea) y en Vichy que es una ciudad termal por ganada reputación han construido una piscina balneo-lúdica; la totalidad de la obra es en acero inoxidable: las 5 piscinas que hay, dos olímpicas interior y exterior, masajes con chorro a 3 alturas y a 25°, para bebés, toboganes… hamam, jacuzzi, sauna, madre mia nunca antes lo he visto en Europa esto, y todo por el mismo precio de cualquier otra piscina en España u otro país.

El paisaje de los volcanes y el Puy de Dôme son espectaculares porque no todos los días se ve un paisaje volcánico. Además, como es un parque natural, siempre vamos allí cuando tenemos visita; en parte es lunar y a la vez diferente, tengo que recordar que aún estan «vivos» (la última erupción fue hace 9.000 años aproximadamente), y los hay de todas formas y colores: el clásico, la lava que queda al descubierto tras haberse retirado la arena que lo cubría dando un espectáculo de la naturaleza (son dos, uno frente a otro) .

1) De España añoro…

Echo de menos el calor de la gente, cuando tienes un problema porque no importa dónde, la profundidad y riqueza de expresion de la lengua materna no se adquiere nunca con otra, no sólo son palabras… se acompaña de gestos que complementan tus sentimientos; igualmente echo de menos ¡la alegría que tenemos los españoles en el cuerpo!, una alegría que contagia y que dan ganas de vivir, que nunca se valora lo suficiente… hasta que lo pierdes.

Algo de lo que tengo una nostalgia «patológica» es del queso y el jamón. Esto es lo que no se puede explicar o entender, hay que salir fuera y vivirlo. Después de 9 años fuera, el hecho de tomarse con alguien unas tapas, un vino, y tener una conversación en la que te entiendan sin malos entendidos… en resumen, es lo que más echo de menos.

2) En España no tenía y ahora sí…

Aquí tengo un amplio abanico de opciones de deporte que no he tenido antes en España: escalada, rafting, artes marciales, todo el mundo es muy aficionado al ciclismo (deporte que he practicado) y puedo asegurar que son más conscientes y están mucho mas acostumbrados a vivir con los ciclistas que, por desgracia, en nuestro país. Igualmente, son muy aficionados a lo que en España se llama «treeking».

3) De Vichy no me gusta…

La frialdad de la gente, pero no me quiero repetir. La ciudad tiene 26.500 habitantes, pero se queda pequeña para una madrileña internacional teniendo en cuenta que es el cuarto país en el que resido. La talla de la ciudad hace que no estén acostumbrados a los extranjeros y esto es terrible a la hora de encontrar trabajo, o de hacer lo mínimo del dia. Siempre acabo explicando de dónde vengo, a dónde voy… casi en planbíblico.

Cuado necesitamos el avion (que es bastante) nos las apañamos como podemos, tomando el tren para un trayecto de dos horas porque el aeropuerto más cercano es el de Lyon. Así que logísticamente estamos muy bien para lo que es Francia, porque estamos en el centro, y prácticamente a la misma distancia de todo, pero para un extranjero es muy dificil.


Bueno… bienvenidos a Vichy. Os dejo con Monserrat, antes de que me mate:

Un día normal

«Los trabajos en las oficinas empiezan entre las 8 y las 8.30, las administraciones a las 9, las tiendas a las 10. Todo el país se pone de acuerdo para parar al mediodía a las 12, es la hora por excelencia en Francia. Esto a veces casi es tan riguroso que da risa a un español.

Las tiendas retoman el trabajo a las 14 para acabar a las 19, sin distinción porque cuando estás en un centro comercial te van avisando de que te acerques a las cajas. Lo veo muy bien, porque en España se cierra a las 22, y si hay alguien merodeando se le permite que compre siendo las 10.20 y el resultado es que no tienen vida propia las personas que tienen oficios de este tipo.

Aquí en Francia, todo cierra a las siete de la tarde y la gente se divide en diferentes actividades como clubes de deporte, o lúdicos. Para una española es muy aburrido el hecho de salir y ver todo cerrado (más que aburrido se hace triste)».

El dinero

«Las compras de comida salen más caras que en Espana, esto se compensa con el sueldo que es ligeramente más alto (por ejemplo, contable proveedores 1.400€, con descuentos 1.200), y por supuesto el alquiler no sale tan caro (por ejemplo, un piso con dos habitaciones, salón y cocina de 500 a 700 euros, dependiendo de las calidades del mismo, y no hablo de París, pero si de la mayoría de Francia) de modo que al final sales más o menos igual.

Los productos no los puedo comparar, porque cada paístiene lo suyo. Hay zonas como La Rochelle donde el marisco lo veo incluso mas barato que en nuestro país, pero tampoco soy una especialista del marisco siendo de Madrid.

Los impuestos son lo peor que te puede pasar en Francia, te lo quitan de tu sueldo y además en el computo anual, es decir, dos veces».

El tiempo

«Me gusta cuando me preguntan «¿qué tal aquí con el frio?». Me preguntan esto como si viniera de otro continente, no saben que es igual que en España, salvo que hace menos calor, no se pasa de los 38 grados y es menos prolongado, digamos que el período de verano es más corto. Eso sí,  llueve muchisimo por eso todo es tan verde y bonito.

Añoro mucho determinados paisajes que aquí no tengo más secos y agrestes, que dan un clima más seco; y dentro de esta variedad amante del paisaje de mi «piel de toro» y de su folklore».

La comida

«¡Aquí hacen el «Aligot» plato consistente donde los haya!, con patata y queso, esto requiere una sudorosa elaboración porque hasta que se mezcla un elemento con el otro, pasa un buen rato… por eso son normalmente cocineros quienes aguantan removiendo durante una media hora los dos elementos.

Igualmente hay otro plato caliente que me hace dar saltos de alegria, es un plato que, como en España, existe en diferentes variedades según la región, el clima, las materias primas… esto es la «Cassoulet» que está hecha a base de alubias, morcillas, unas salchichas… depende de todo ya digo, pero la que me gusta es la que lleva pato, que esto en España, sobre todo en Madrid no los vemos más que en el Manzanares, jeje».

PD: Gracias, Monserrat y mil perdones por el retraso.