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La sirena que atormenta a todo el mundo a varios kilómetros de distancia

No he podido resistirme a escribir unas palabras sobre este invento casi hipnótico. Sí, lo reconozco, tantos yogures de fresa me han dejado un poco tocado.

Esta mezcla de hormigonera, decorada con pintura de camuflaje, o lanzador de bolas gigantes que solo sería capaz de devolver el brazo de un superhéroe, es en realidad una sirena gigante. O-O En mi vida me había podido imaginar una alarma de semejantes dimensiones. Lee el resto de la entrada »

Paralizan la construcción de dos embalses por culpa de las sirenas

Más misterios becarios

Sé que a muchos os cuesta empezar la semana con optimismo, que no véis los lunes como el «casi viernes» que son y que solo pensáis en todo lo que queda por delante. Aunque creáis que no, os entiendo. Miradme a mí, que estos últimos días quise comentar lo del enólogo que murió ahogado en vino, lo del puma que andaba suelto por un barrio residencial (ambas cortesía de Gaby) y lo del padre que se lía a tiros con el portátil de su hija después de un discursito en un vídeo de YouTube (gracias a Berta, que lo puso en Facebook). Sin embargo, no hice nada de esto, me pudo la vagancia y el sentimiento de «me ha atropellado un tren y eso que no salí de casa».

Ahora bien, pongo de nuevo el cuentakilómetros a cero y os cuento una cosa que me ha llamado la atención: en Zimbabue han paralizado la construcción de dos embalses por culpa de las sirenas, que parece ser que no dejan avanzar las obras a los trabajadores. ¿Cómo, que no os lo creéis? Ni que a vosotros no os hayan dado por saco los duendes en la oficina… o por lo menos, algún compañero bajito. Venga, subid al troncomóvil del misterio que os cuento.

La noticia ha sido silenciada por los medios de comunicación, que no hacen más que ocultarnos la verdad sobre los ovnis, los peces cíclopes, las sirenas, los zombis y los padres que no se ponen chándal los domingos. No obstante todos esos seres existen y la historia de hoy no viene sino a confirmarlo (bueno, lo de hoy solo confirma lo de las sirenas, lo de los padres que no llevan chándal los domingos tendrá que esperar, como lo de los jubilados que no llevan la radio pegada a la oreja el fin de semana).

Resulta que en Zimbabue el ministro de los Recursos del agua Samuel Sipepa Nkomo contó al senado el pasado mes que las sirenas habían estado acosando a los funcionarios que trabajaban en dos presas, haciendo imposible su construcción. Diréis que esto son excusas de los funcionarios para no echar el jornal (en Grecia salen a quemar edificios y en Zimbabue le dicen al jefe «a mí no me pagan el plus de sirenas»), miedos tontos y supersticiones… pero claro, yo que soy experto en el tema sirenas (he visto la serie H2O, de pequeño me leían La Odisea y en el karaoke de Disney siempre me pido la de Bésala: «Salalalalalala qué pasó, él no se atrevió y no la besará, uouo…»); yo que soy experto, os decía, le doy 100% credibilidad a esta queja del ministro que recogía la prensa local.

Aunque muchos habitantes del país no se creen la historia de las sirenas y atañen la situación a la fatalidad (al parecer varios obreros desaparecieron «atraídos por los cantos de las sirenas), los jefes de algunas tribus preparan rituales para apaciguar a estos seres sedientos de carne joven que hacen que no haya trabajadores dispuestos a ir a estas dos presas.

Y es que Zimbabue, amigos, es un país raro. No sé si recordáis la zona británica en la que no paraban de ocurrir cosas sobrenaturales… pues bien, eso es un parque temático al lado de este país en el que el mes pasado un hombre fue perseguido porque tenía duendes que acosaban a las vecinas.

A mí porque no me hacen caso, pero yo tengo la solución. Cogía un ejército de centauros, montaba a un par de valquirias en unicornios y pegasos  (montaba con la acepción «subía», que no quiero líos) y acababa de una vez por todas con las sirenas, que nos roban el agua, así como con los duendes, gnomos y leprechauns, que nos roban el oro. Íbamos a salir de la crisis escopetaos, tanto, que se nos iba a olvidar lo de la reforma laboral, lo de la crisis griega y lo de que Casillas y Xavi igual están mayores para el próximo Mundial.

PD: Y de regalo, una canción india que suena muy española… cortesía de Bárbara. El vídeo tiene un par de años, pero si alguno no lo ha visto, puede que saque una sonrisilla.