Entradas etiquetadas como ‘rescate’

Intenta rescatar a un gato atrapado en un pozo y se lleva una enorme sorpresa

Un ‘lindo gatito‘, como diría el famoso canario Piolín, parecía estar atrapado en un pozo de una localidad brasileña.

Un hombre, que pasaba por el lugar, escuchó los maullidos del felino, se acercó al agujero y viendo la situación, corrió raudo y veloz a por una escalera. Vamos, como una mezcla entre Speedy Gonzales y el Correcaminos. ¡Qué ‘animado’ he vendido de las vacaciones! 😉 Lee el resto de la entrada »

Sube a un árbol de 22 metros para rescatar a su gato y la lía parda

rescate_gato_post¡¡¡Miau, miau!!! Maullaba desconsoladamente (o casi) un gato en un árbol de Presque Isle, Maine (EE UU). El minino reclamaba la presencia de su dueña, de 60 años, que lo buscó por toda la casa hasta detectar que el felino había trepado a la copa de uno de los pinos más altos del jardín.

La mujer no se lo pensó dos veces y empezó a escalar aprovechando las frondosas ramas. Después de una dura ascensión (hasta 22 metros de altura), logró por fin estar al lado de su mascota, que como sucede casi siempre en estos casos tenía muy pocas ganas de descender.

El subidón de adrenalina y el sofoco parece que nubló la mente de la rescatadora, que más relajada en la copa del árbol, se dio cuenta de que había muchos metros hasta el suelo y que iba a ser incapaz de bajar. Si a esto añadimos que el gato estaba más por la labor de arañar y bufar a todo bicho viviente, a la mujer no le quedó más remedio que llamar a los bomberos. Menos mal que llevaba el móvil encima. Lee el resto de la entrada »

Una misión de rescate muy indiscreta

bra_rescueHay prendas de vestir que las carga el diablo. Que por pudor parece que tienen que ser enterradas en el cajón de una cómoda y sólo pueden ser exhibidas en momentos de lujuria, pasión y desenfreno. ¿Por qué? Con lo preciosa que es la lencería. Ese encaje, esa organza, esos diseños que realzan la figura femenina… Mejor lucirlos que esconderlos por vergüenza.

Ese rubor y sofoco debió tener ‘la vecin@ del quinto’ (puede ser del cuarto o del tercero, pero me gusta más el cinco. ¡No seáis mal pensados!) al comprobar que el sujetador había caído accidentalmente al porche del inquilino del primero. Pobre, seguro que estaba tendiendo y tuvo un despiste. ¡Qué fatalidad!

«¿Y ahora qué hago? Llamo a su puerta y le digo que recoja el sostén. ¿Qué cara me pondrá?«, debió pasar por su cabeza. Pues ni cort@, ni perezos@, y para no enfrentarse al bochorno de reclamar la prenda al vecino, ideó un plan infalible: ‘El pesca Bra‘. Lo que no sabía es que el ocupante del piso estaba atento a todos sus movimientos y grabó la furtiva operación de rescate.

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Detienen a dieciséis palomas sospechosas de espionaje

paloma_grande

Un grupo de palomas deambulaban tranquilas por una plaza la ciudad vietnamita de Da Nang, cuando una patrulla de policía y varios vecinos las capturaron sin previo aviso. Su delito: trabajar como espías para China. O-O La gente se debió de quedar anonadada al ver a un montón de personas corriendo detrás de los pichones al grito de: «Son espías, son espías«. Como la película Valiant pero en versión asiática.

Las aves tenían ciertas marcas en sus alas, en colores rojo y azul, y unas bridas de plástico en sus patas con números y las siglas ‘CHN’, lo que hizo sospechar a los uniformados. Así que en pocos minutos, montaron la operación para detener a las supuestas ‘informadoras aladas’ del Gobierno chino. ¡¡¡Qué sagacidad!!!

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El rescate desesperado de un perro… de peluche

La vida ya no es lo que era. Hace años el videojuego Emilio Butragueño de Amstrad nos parecía de lo más realista (y no lo era), tener un Tamagotchi era lo último en mascotas virtuales (ridículo comparado con los perretes esos que atienden tus órdenes dentro de la consola) y las gafas ésas con un cristal (de plástico) verde y otro rojo nos hacían sentirnos dentro de un universo paralelo en 3D.

Desgraciadamente hemos ido evolucionando los sistemas hacia un realismo de verdad, capaz de hacerte dudar de si lo que estás viendo es cierto o no… y claro, al final vamos a tener que crear una división en la Policía que se ocupe de rescatar a peluches en apuros. ¿Recordáis el agónico rescate de la gata embarazada que resultó ser un juguete? Pues esta vez ha pasado algo parecido, pero con un perro.

Hace unos días el señor británico Gordon Williams, de 80 años, dejó aparcado su Mercedes y se fue a hacer unos recados. Dentro quedó su peluche Little Willy, uno de esos perros de juguete que simulan la respiración de los perros de verdad. Fijaos si da el pego que un transeúnte que pasaba por allí vio al cachorro en el asiento trasero del coche y debió pensar: «Rayos, truenos, retruécanos y repámpanos… ¡¡que se asfixia el perrete!!».

El viandante llamó a la Policía de Nottinghamshire (Reino Unido), localidad en la que sucedieron los hechos, para alertar de esta emergencia. Pensaréis que el tipo era un pobre diablo despistado que no distinguiría un capítulo de Padre de familia (Family Guy) de uno de Padre made in USA (American Dad). Puede ser, pero en ese caso los pobres diablos son también los policías, que llegaron al coche y reventaron la ventanilla, según publica la BBC.

Una vez liada la zapatiesta (para que luego digáis que con el becario no se aprenden palabras nuevas), se dieron cuenta de que estaban rescatando un perro de peluche. No quiero ni imaginar cuál sería la cara de los pobres agentes, mirándose el uno al otro y diciendo «madre mía la que hemos liado». Ahora están discutiendo qué compensación le dan al pobre Gordon por destrozarle una ventana.

Esto en España no sucedería. Primero porque si pasa alguien junto a un Mercedes en lo último que piensa es en si hay un perro dentro, segundo porque si lo ve y llama a la Policía igual les pilla en la hora del almuerzo y tercero porque si al final van los agentes y revientan la ventana en lo último que piensan es en compensar al hombre. Nace ahí la reacción natural del cerebro español que degenera en:

1. Estaba así cuando llegué

2. La culpa es suya, por tener un peluche tan realista

3. Si tiene un Mercedes, puede pagárselo

Tampoco creo que en España el dueño del vehículo reaccionara como lo ha hecho Gordon, para quien las autoridades actuaron correctamente. «Little Willy (la mascota en cuestión) es muy realista y si no estaban seguros, hicieron bien porque no queremos que mueran más perros en los coches por culpa del calor». Vivir para ver.

PD: «Supongo que se sentirían idiotas», dijo Gordon. No le falta razón.

Rescatan durante 12 horas a una gata embarazada… que resultó ser un juguete

En Anglesey, Gales, el otro día se armó la marimorena (palabra que se está perdiendo y que se puede sustituir por marimonera), después de que los bomberos recibieran una llamada de alerta: unos ciudadanos habían oído maullar a un gato dentro de un contenedor de ropa en la calle.

Con tanto desalmado suelto, desgraciadamente no nos extraña que alguien meta un gato en un contenedor, de modo que los bomberos se pusieron manos a la obra para rescatar al animal.

Dado que recientemente el gato Puss-Puss se había perdido en la zona, lo primero que pensaron fue que éste era el animal atrapado, lo que hacía más urgente el rescate dado que Puss-Puss está embarazada, según recoge la prensa británica.

Los ciudadanos habían intentado recuperar al animal, pero las cerraduras habían sido manipuladas y el contenedor estaba atascado. Ni maña, ni fuerza, ahí hacía falta algo potente para hacer añicos el cacharro (aunque aquí en España yo he visto hacer virguerías en los contenedores de papel).

Así que empezaron a darle vueltas al coco y después de 12 horas de trabajo, entre las que hubo llamadas al centro responsable del contenedor, el traslado del propio chisme (con el gato teóricamente dentro) y algún que otro bocadillo, suponemos, porque en todo ese tiempo ya podrán haberse puesto las botas, ya… después de 12 horas, os decía, utilizaron una herramienta para cortar el contenedor de acero y descubrir que el animal atrapado no era Puss-Puss, sino un juguete a pilas.

Algunas de las personas que asistieron al rescate admitieron que les dio «vergüenza» encontrar un peluche, pero que resultó todo un alivio encontrar «un juguete» en lugar de «un gato muerto».

PD: Yo sigo pensando… doce horas… ¡como para una urgencia!

PD2: «Marimorena», «chisme», «cacharro»… y luego diréis que no uso un lenguaje de calidad y me limito solo a traducir. «Traductor», me llamáis… ¡¡ASÍ EMPEZÓ MOURINHO!! 🙂

Un reportero se juega la vida para salvar a una mujer atrapada

BecConsejo: «Si la situación lo requiere, sé un héroe»

Amigos, en Estados Unidos se toman la vida de otra manera. Es una reflexión con Creative Commons, la podéis usar cuando queráis y no tenéis que citarme como fuente. Es más, podéis usar el caso de hoy como claro ejemplo de cómo se toman la vida en EE UU y cómo nos la tomamos en España.

Os cuento. Adam Rodriguez (sin tilde, porque así lo pone él) es un reportero de la cadena KARK 4 que estaba cubriendo las inundaciones en Arkansas cuando vio que un todoterreno se estaba metiendo de lleno en una zona bastante complicada. Tan complicada, que en unos segundos quedó inmovilizado dejando atrapada a su conductora.

Adam no se lo pensó dos veces, se remangó un poquito la ropa y se echó al agua (supongo que Los Vigilantes de la Playa habrán influido en ello), mientras el cámara que lo acompañaba, Casey Moore, no perdía detalle (una expresión que me gusta muchismo de usar) de lo que ocurría.

Afortunadamente, la Policía pudo ayudar a ambos a salir del agua, atados a una cuerda y con el susto en el cuerpo, eso sí. En cualquier caso, supongo que habréis visto que no es saltar un charco, sino que Adam se mete casi hasta el cuello y que por rescatar a la mujer está cerca de meterse en un lío.

Ahora diréis… muy bien, Bec. Un reportero valiente salva a una joven atrapada. ¿Qué demonios tiene eso que ver con España? ¿A santo de qué viene el tema? Pues bueno, va por dos cosas.

Primero para que veáis que no todos los periodistas son como yo, que también hay gente honrada y muy cualificada que se toma en serio su trabajo en lugar de escribir chorradas en un blog. Y segundo va porque en mi mente, mientras escribo estas líneas pienso en aquel rescate ridículo de España Directo en el que por salvar a un hombre que estaba salvado por poco la lían.

1. Así rescatan ellos

2. Así rescatamos nosotros

PD: «No hase falta desir nada más».

Un rescate ridículo en España Directo


BecConsejo: «Antes de salir en la tele, asegúrate de que no te van a dejar en ridículo»

Si no me fallan las cuentas, y me temo que no lo hacen, esto pasó el viernes 16. Con este tiempo loco, que tan pronto llueve, como hace sol, como un volcán te deja sin viajar, a veces la gente se queda atrapada y tiene que llamar al 112 para que acudan al rescate.

Supongo que el protagonista de nuestra historia, cuando llamó, ignoraba que junto a los servicios de emergencia acudirían también los de la tele (España Directo) y llamarían a su paso por el río «Rescate en el último momento».

A ver, hagamos una prueba. Si vosotros leéis «Rescate en el último momento»… ¿qué imagináis? ¿Un hombre con el agua al cuello? ¿Atrapado en su coche? ¿Agarrado a un tronco? Pues no. El «Rescate en el último momento» de España Directo (TVE) empezaba así:

Aquí lo tenéis, al hombre que se ha dejado las llaves dentro del coche… y ése es su mayor problema, porque el pobre vive en aquel lado del río, justo en el sitio donde está «atrapado».

Así que, como el agua llegaba a la mitad de las ruedas del coche y por algunos sitios hacía cascada, el rescatador en Cangurolandia se ató una cuerda y ale, a cruzar el río se ha dicho.

Como veréis en el vídeo que os he dejado arriba (y si no, en las bonitas capturas que os estoy incluyendo), el rescatador pasa sin ningún problema al otro lado del río.

Perfectamente podría haber pasado por el coche, coger las llaves y devolvérselas al hombre «atrapado», pero no. Ya que habían llevado las cámaras tenían que armar una zapatiesta como Dios manda… así que en vez de darle las llaves, una palmadita en el hombro y un «vaya usted tranquilo pero tenga cuidado la próxima vez», le pasan un casco. Sí, un casco… y se lo pasan con una cuerda, porque el rescatador iba muy cargado (supongo).

Mientras llega el casco o no llega, la reportera aprovecha para gritarle al muchacho: «¡¿Cómo estás?!» Primero el hombre, que no da crédito a lo que le están preguntando, se hace el longuis, pero ante la insistencia de la reportera («¿Cómo estás? ¿Estás bien, no? […] ¡Tranquilo! ¡Tranquilo!»), el pobre no lo puede evitar, y se ríe.

«¿Que cómo estoy?», pensaría. «Pues jodido… yo quería que me pasaran las llaves de casa y aquí sólo falta Miliki para que esto sea un circo como Dios manda», le habría dicho si no le grabaran.

El intrépido rescate sigue adelante y empiezan con uno de los momentos más cachondos: montar la tirolina. Se suben a un poste telefónico («Por fortuna tenemos un poste», dice la reportera, intentando dar dramatismo) y montan la cuerda.

Entonces pasan al hombre, con el casco, con la tirolina, mojándose el culo, sin llaves de casa, con el coche en medio del río, lejos de su casa… y con una reportera esperándole al otro lado para echarle la bronca.

Al final le dice: «Levántate, que creo que haces pie». Y todo concluye con un… «Ahora tendrá que esperar a que baje el nivel del río para cruzar al otro lado» (donde está su casa… y su coche está en mitad del río, con lo que… ¿dónde carajo se va a quedar mientras tanto? ¿Se lo llevarán de copas los rescatadores en Cangurolandia?).

Dios nos pille confesados.

PD: Gracias a… ¡MIS PADRES! Ellos fueron quienes me avisaron de este gran rescate. Cualquier día de éstos les dedico un post en exclusiva, que bien se lo merecen.

Hoy hace un año…

Aprobó el examen sin tener ni idea

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