«No sé dónde dejé el coche. A estas alturas ya se lo habrá llevado la grúa»
El protagonista de Crepúsculo no es un famoso cualquiera, sino uno de esos tipos peculiares a los que les pasan un montón de cosas raras, una especie de friki involuntario. No se puede decir otra cosa de una persona que es golpeada por un taxi mientras huye de sus propios fans o que tiene que aclarar en público que se ducha a diario para acallar a los que le acusan de oler exageradamente mal. Con estos precedentes, que pusiera el broche de oro era una cuestión de tiempo.
Si Robert Pattinson quería superarse, lo ha conseguido. Según he podido leer, hace unos días aparcó el coche en la calle con tan mala suerte que, debido a unos cambios repentinos en su agenda, luego no sabía dónde lo había dejado. Él dice que se mareó… y que era incapaz de recordarlo. Pero leches, ¡búscalo! ¿Os habéis fijado lo que hace el dinero? Tiene un pase que no recuerdes dónde está (a casi todos nos ha pasado), pero no digas «ya se lo habrá llevado la grúa», so huevón.
Y claro, luego ya le escuchas hablar y te terminas de indignar: «Me siento mal porque era el primer coche que me había comprado. Me hacía sentir como un hombre», dijo. Pues llama a los de la grúa, hombre de Dios, que te digan dónde está y te lo llevas. Recuperas tu coche y vuelves a sentirte como un hombre.
PD: Yo creo que esta nueva entrega del show de Pattinson es una estrategia para intentar protagonizar la segunda parte de la película Colega, ¿dónde está mi coche?, ¿la recordáis? Era mala, pero te reías un ratejo con Ashton Kutcher y Seann William Scott (aunque a alguno le sonará más por el nombre de Stifler).
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