Los hay que no saben en qué gastar su dinero. Sé que el concepto lo tenéis más o menos en mente, pero antes de seguir quiero que os hagáis a la idea. Hay gente, repito, que no sabe cómo gastar su dinero… y da un asco tremendo bastante repelús. Como no es igual contarlo que verlo, os pongo un ejemplo, extraído del programa APM?, que a su vez lo extrajo de Mis súper dulces 16, de la MTV.
Ahora que os ponéis en situación, es el momento de seguir con un caso más reciente. El de Lola, la perrita de Louise Harris.
Louise es británica, tiene 32 años y una devoción por su Yorkshire que traspasa los límites de la racionalidad. Solo así se explica que se haya dejado más dinero del que yo voy a ganar en años en su Lola (amigos del otro lado del charco, sigo hablando de su perrita).
Un ejemplo, para que os hagáis a la idea. Louise se quedó prendada de la tiara que llevaba en su boda Kate Middleton (ahora Catalina) y decidió que Lola necesitaba una igual. Se puso manos a la obra, la encargó y a cambio de unos 580 euros consiguió «una réplica en su tamaño, que merecía la pena al 100%», según declara nuestra amiga derrochadora a la prensa británica.
No obstante, la tiara es solo la punta del iceberg. Debajo, a lo largo de los siete años que Lola y Louise llevan compartiendo secretos y fiestas de pijamas, la pequeña Yorkshire ha sido obsequiada con vestidos hechos a mano (de más de 465 euros cada uno), una cama especial también realizada a mano (de casi 6.000 euros… ¡¡¡6.000!!!) y también cuenta con su propia colección de joyas. Vamos, lo que necesita un perro para saciar sus necesidades básicas y algún que otro capricho, ¿no?
Obviamente, con tanto chisme, Lola también requiere un armario y unos cajones para ella. «Tiene más vestidos que yo», dice su amiga Louise. Sabéis que yo soy partidario de que, dentro de unos límites, cada uno se gaste su dinero en lo que le plazca, pero esto igual se nos ha ido de las manos. No me imagino todas las canicas que tendrá que vender nuestro amigo Harli Jordean para costearse esas cosas… es demasiado dinero hasta para un empresario de ocho años.
Tampoco pido que dé el dinero al Tercer Mundo y se busque un trabajo de mileurista, pero… ¿116.000 euros en tu mascota? Supongo que la pobre Lola será como esos niños repipis del cole cuyos padres están forrados: si te acercas te llevas un bocado.
PD: ¿En qué gastaríais vosotros 100.000 euros si los tuvierais?