BecConsejo: «Si no te gusta lo que haces… haz que te guste»
Sé que cuando estás con amigos a veces es inevitable. Te vienes arriba y dices: «¡Venga, ésta la pago yo!» Y después de ésa viene otra, y luego llega la última, y tras la última hay tres últimas más… hasta que acabas más cocido que Reina en la celebración de la Eurocopa.
Sin embargo, hay que tener presente que al día siguiente volverá a amanecer y que como no tengas cuidado puedes perder posesiones valiosas. Sin ir más lejos, tengo amigos que han roto el móvil por empecinarse en llamar mientras estaban borrachos, que se han quedado sin portátil por pasearse con él por la casa cuando estaban piripis, que han extraviado la mochila con todos los apuntes de la Facultad y, un clásico, se han despertado con quien no debían después de una noche de alcohol.
Hoy os traigo un vídeo que es una mezcla de todo, por cortesía de Ari (a la que dentro de poco, si seguimos así, le tendré quedar una comisión… o, si la cosa va a más, me tendré que casar con ella para que vayamos a medias):
(Podéis adelantar el vídeo hasta el segundo »30)
Sí, tal vez en el momento les parezca muy gracioso y consideren que es muy divertido bañarse y rebañarse en el agua, pero quizás al día siguiente, cuando se ven en YouTube y escuchan las risas de fondo, ya no les resulta tan ingenioso.
Análisis de la situación: cartera K.O., móvil K.O., sentido del ridículo K.O., posibilidades de que la gente que te conoce no se ría de ti cuando te vea K.O. Toda una hazaña, vamos, digna de contar a tus nietos.
Aún así, hay momentos peores. He estado echando un ojo en Internet a las mejores recopilaciones de «quizás no me debería haber tomado la última» y hay algunas gloriosas. Sin embargo, por muchas razones (entre ellas la música), me quedo con ésta. Disfrutadla:
PD: Amigos y amigas del alcohol. ¿Qué estupideces habéis hecho bajo su influencia? ¿Qué razones habéis encontrado para decir… «es la última vez que bebo»?
PD2: Sí, soy consciente de que los vídeos se ven megapequeños. Estamos trabajando en ello…
Hoy hace un año…
→ Cuando no formas parte de la fiesta
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