Unas vacas cruzaban tranquilamente una carretera de la localidad de Capiatá, en Paraguay. Un paseo matutino siempre viene bien.
De pronto, una de ellas se separa del grupo, acelera como si no hubiera un mañana y ¡¡¡zas!!! O-O Con esos ojos me he quedado. Lee el resto de la entrada »
Un delirante vídeo de dos mujeres chinas, que se enfrentan en lo que parece un conato de combate de kung-fu, ha llamado la atención a propios y extraños.
Durante el ‘amago de pelea’ se acercan la una a la otra, se amenazan con el pie, hacen amagos de patadas voladoras (o casi), pero nunca llegan a tocarse. Parece que hay una barrera de energía invisible, tipo Star Wars, que impide que los golpes rocen la ropa. O-O Lee el resto de la entrada »
He seguido peleas en las que el desenlace se ha producido en un visto y no visto. Siempre recordaré, gracias a mi abuelo, el combate de Mike Tyson contra Marvis Frazier, en el que la vía del cloroformo llegó en medio minuto. Pero lo de este campeonato de kárate en Turquía no tiene calificativo. Tres segundos son suficientes para que uno de los contrincantes se reúna con Morfeo sin apenas enterarse.
(Foto: captura de Youtube)
Con la velocidad del relámpago, que envidiaría el mismísimo Karate Kid, uno de los rivales ejecuta una patada en giro que tumba en el tatami al adversario sin remisión. ¡¡¡Menudo mamporro!!! Ni Jean Claude Van Damme en sus años mozos levantaba la pierna con tanta agilidad.
Y como si no fuera suficiente humillación perder una pelea en tan poco tiempo, el muchacho vencedor se da la vuelta estilo Bruce Lee y se queda como si nada (las reglas son las reglas). Sólo le faltó pronunciar: «Be water, my friend» (Sé agua, amigo).
