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Diez récords que no batirá Felix Baumgartner

Me confieso 100% admirador de Felix Baumgartner, por su tremenda hazaña y por ser capaz de congregar la atención de tantísima gente en todo el mundo. Me sobrecojo con los récords batidos por el paracaidista extremo austriaco, pero descubro conmocionado que hay otros récords igual de interesantes que no han merecido tanta repercusión. Hay cientos de ellos, pero yo he seleccionado 10, para no abrumaros con tantos datos.

Iba a empezar por el récord de faltar a las promesas de su programa electoral, pero no estoy seguro de que Mariano Rajoy sea el poseedor. Es posible que en alguna república bananera algún dirigente le haya superado, aunque no está certificado. Así que, como no es un dato del todo fiable, voy a enumerar los récords más chorras asombrosos que he encontrado.


10.- El beso más largo. Empezamos con uno convencional, pero bonito, pues viene inspirado por el amor. Los tailandeses, Nontawat (31 años) y Thanakorn (28), estuvieron unidos por sus labios durante 50 horas, 25 minutos y 1 segundo. Parece una chorrada, pero tiene mucho mérito aguantar tanto tiempo pegado a tu pareja sin la necesaria higiene oral. Estos dos caballeros -sí, es una pareja gay- aguantaron todo ese tiempo con sus labios pegados, sin sentarse, sin ir al baño, sin dormir… Durante los más de dos días que duró su asalto al libro Guiness se alimentaron solo de líquidos y a través de una pajita.

9.- 231 calzoncillos puestos a la vez. En Japón, ese país asombroso en el que empiezan todos los días, hay multitud de temas insólitos. Uno de ellos es su afán por superar récords, que les lleva a hacer casi cualquier cosa, por ejemplo ser capaz de colocarse 231 calzoncillos, uno encima de otro. Ojiplático.

8.- Lanzamiento de hueso de aceituna. Un guardia civil de Cieza (Murcia) llamado Pedro Ramos lanzó a una distancia de 21,43 metros un hueso de aceituna. Es el récord del mundo de una actividad que ha llegado a ser presentada al COI para que la incluyan en el programa olímpico. De momento, sin éxito. El aceituning tendrá que esperar.

7.- Más tiempo sumergido en hielo. La hazaña del chino Chan Caimin, de 53 años, no es baladí. El hombre demostró una capacidad de sufrimiento extrema y aguantó sumergido desnudo en una bañera llena de cubitos de hielo durante 1 hora y 52 minutos. 112 minutos en los que se jugó una hipotermia y puso en riesgo su vida. ¡Felix, toma nota!

6.- Beber cerveza. Este récord no podía dejarlo pasar, obviamente.  Hay bastantes marcas curiosas relacionadas con el adorable mundo de la cerveza, pero la que más me ha llamado la atención es la lograda por Steven Petrocino en 1977, cuando yo ni siquiera era proyecto de persona. El corpulento Steven ganó el campeonato de beer chugging, esto es, engullir una cerveza en el menor tiempo posible. El tío se bebió un litro en solo 1.3 segundos. Mi pleitesía, sir Steve.

5.- Eructo sonoro. No haré mucho hincapié en esta plusmarca. Un británico, Paul Hunn, es el campeón del mundo de eructos (hay gente para todo…), con una marca de 118 dB. Para que os hagáis una idea de su capacidad, el sonido se vuelve dañino a los 75 dB y doloroso alrededor de los 120 dB. El oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar 2 horas de exposición a 100 dB.

4.- Comida asquerosa asombrosa. ¿Por qué motivo te comerías 1 kilo de mayonesa a cucharadas? Supongo que por salvar la vida o una cantidad ingente de dinero. Por mucho menos que eso, por aparecer en el Guiness, el ucraniano Oleg Zhornitskiy hizo cuatro veces eso. Esto es, se zampó 4 frascos de un kilo de mayonesa en solo 8 minutos.

3.- Barba de mujer más larga. Que un hombre se deje crecer mucho la barba es más o menos frecuente. Pero no lo es tanto en el caso de una mujer, así que esta marca tiene mucho mérito. La estadounidense Vivian Wheeler no se quita la barba desde 1993 y uno de sus pelos llegó a medir 27,9 cms.

2.- Tiempo sin dormir. Uno de los placeres que te ofrece la vida es el de un sueño reconfortante. Pues hay gente que renuncia a ello por hacer historia. Es el caso de Tony Wright, que en 2007 permaneció 266 horas seguidas sin dormir. Es el periodo más largo registrado sin conciliar el sueño, aunque según The Times, en 1964 el finlandés Toimi Soimi estuvo sin dormir durante 278 horas.

Joaquín Ortega, con su  certificado Guiness.

Joaquín Ortega, con su certificado de Guiness World Records.

1.- El récord de los récords. Me permitiréis que sea corporativo (tengo que hacer méritos para seguir los pasos de ‘El Contratado’ y el peloteo quizás me ayude). Para mí, el récord curioso más llamativo es el que fijó uno de nuestros inspectores de reparto. El sevillano Joaquín Ortega, también especialista de cine, se lanzó rodando cuesta abajo los 134 peldaños de la escalera de la ermita del Cristo de Bielva, en Santander Cantabria. Nunca nadie rodó tantos escalones. El tío, que es un titán, acabó como si tal cosa.