La cifra de sopapos por adelantarse a la bendición de una mesa es algo inalcanzable para el ser humano.
Son esas personas cuyo estómago ruge más que el ‘león de la Metro’ al inicio de cada película. De esos que lanzan la mano al plato, como si fuera un látigo, antes de que haya salido de la cocina. Lee el resto de la entrada »