¿Quién quiere una quitanieves cuando tiene un minino como este? El felino protagonista del vídeo estaba maullando desconsoladamente para poder entrar en la casa de sus dueños, y algo inesperado sucedió.
Cuando su propietaria abrió la puerta del porche y atrajo su atención con un plato de comida, seguro que no imaginó su reacción. Para que trepar por el montón de nieve pudiendo atravesarlo. Pues dicho y hecho. Como poseído por el espíritu de Hércules, el gato rompió la pared blanca como si fuera mantequilla. ¿Habrá recibido clases de Hong Kong Phooey? ¿Será el alumno aventajado de su colega Spot?