BecConsejo: «El fin justifica las mentiras… a veces»
Se me hace raro volver a escribir después de un fin de semana de asueto, pero voy a ver si no se me tuercen mucho las letras y nos entendemos, dentro de un orden.
La protagonista de nuestra historia de hoy se llama Gaby Rodríguez, tiene 17 años, es estadounidense y durante seis meses fingió estar embarazada… como proyecto para el instituto.
Gaby acude al Toppenish High School, en Washington, y decidió que sería interesante fingir que estaba embarazada como experimento social. Antes de echaros las manos a la cabeza, que estáis en vuestro derecho de hacerlo, debéis saber que el director, su madre y, evidentemente, su novio, fueron informados convenientemente de lo que iba a hacer. No así sus hermanos ni sus suegros, que creyeron la mentira durante los seis meses que duró.
Según la prensa norteamericana, Gaby esperó a la asamblea estudiantil para revelar la verdad. Antes, pidió al os compañeros que leyeran comentarios que habían hecho sobre ella durante su embarazo. Como supondréis, había de todo y poco bonito.
Dijeron que había cambiado su actitud, que era irresponsable, que había arruinado su vida… y lindezas por el estilo. Pues bien, después de oír todo eso, Gaby se quitó la prótesis/bulto/cojín que llevaba bajo su camiseta y dejó a todo el mundo boquiabierto, al más puro estilo Holly Thompson.
Mintió a sus compañeros durante seis meses pero, qué queréis que os diga, a mí dentro de lo que cabe no me parece mal. Como experimento «Estereotipos, rumores y estadísticas» (era el título de su proyecto) me parece bien. Habrá contado mentiras para dar y tomar, vale, pero el fin lo merecía.
Su madre no lo vio claro al principio (normal) y su novio desde hace tres años, Jorge Orozco, tampoco. «Pensé que estaba loca y que se iba a meter en problemas con sus hermanos», dice el pobre muchacho de 20 años. No quiero ni imaginar la tensa conversación en casa de los Orozco:
- Orozco padre: Hijo, ¿cómo es posible? ¿No te dijimos que tenías que poner medios?
- Orozco hijo: Los puse, padre, los puse.
- Orozco padre: No lo entiendo… ¿cómo se quedó embarazada entonces?
- Orozco hijo: Mmmmm… ¿magia?
- Orozco padre: No me extraña que se quedara embarazada, hijo, es que pareces tonto…
Volviendo a su discurso, os informo de que los compañeros, que fueron engañados durante medio año, se lo tomaron bien. Se lo tomaron tan bien que hubo una ovación cerrada, con todos de pie.
Y volviendo a la preparación de su falso embarazo, empezó usando ropa ancha y después empleó la prótesis/bulto/cojín. ¿Por qué lo dijo en ese momento? Pues la razón es mucho menos metafísica y trascendental que el proyecto; es más propia de las cosas que hace la muchachada de su edad. Tenía un viaje a Oregon y quería ir sin la molesta barriga. Bueno, eso… y que quiere asistir a su baile de graduación con un vestido bonito, y no con uno premamá.
PD: Lo peor de todo es que los padres del novio se habían hecho a la idea de tener un nietecito… no, ¡si al final igual se han llevado un disgusto y todo!