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Crea una lista con los noes de su mujer a tener sexo y, harto, le pide el divorcio

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Durante este último mes os he relatado varias peticiones de divorcio de lo más variopintas. Desde el marido que afirmaba que su mujer no gemía en la cama y que por esa razón la dejaba, hasta la del esposo ‘corneado’ que se enteró de las andanzas de su futura pareja en el momento de dar el sí quiero. Un caso clarísimo de ‘divorcio exprés’.

Pues como no hay dos sin tres, un joven británico de 26 años ha hilado mucho más fino, y de forma premeditada y con conocimiento de causa, ha ido anotando las negativas diarias de su esposa a la hora de tener sexo. Según él han sido tantas, que no ha tenido más remedido que solicitar la anulación del matrimonio. Era tal su frustración sexual que ya no le sirvieron más excusas.

divorcioTras juntar toda la información en un documento excel (‘21 días pidiendo y solo tres recibiendo‘. Podía ser un bombazo para el programa de Adela Úcar). El joven envió a su pareja el curioso archivo a través de correo electrónico. El cabreo de la chica al recibir la ‘explosiva misiva’ fue la espoleta para publicarla en una red social. Craso error. En cuestión de horas, la ‘lista’ ya era motivo de sorna y regocijo en medio mundo.

Las múltiples excusas de la chica son de lo más dispares. Hasta afirmaría que tiene un don para decir «no» categóricamente de una forma tan ‘elegante’ que es de admirar. Entre las originales negativas destacan: «Creo que estoy enferma«, «estoy viendo la tele«, «estoy sucia y sudada, necesito una ducha«, «estás demasiado bebido» (A dos velas y encima te llaman borracho)… ¡¡¡Ratatatata!!! Una detrás de otra, sin arrepentimiento.

Según publica el Daily Mail, la pareja llevaba casada dos años, y el estrés, la carga de trabajo y unos kilitos de más, hicieron que la chica perdiera interés por el sexo, y de paso, dejara en el dique seco a su marido. La consecuencia, quizá desproporcionada para algun@s, un «ahí te quedas» de proporciones faraónicas.

(Foto: SWNS.COM)

Pide el divorcio porque su mujer no gime cuando tienen relaciones sexuales

sexo_camaHe visto casos de separaciones matrimoniales que han terminado como el rosario de la aurora. Otras en la que una de las partes ha tenido que pagar una fortuna para poder romper la relación (que se lo pregunten a Paul McCartney o Michael Jordan). Pero lo de este ciudadano de Zimbabue me ha dejado anonadado. La ‘razón de peso’ que alega para poner fin a su enlace es que su mujer… ¡¡¡no gime ni grita de placer cuando practican sexo!!! ¿Lo qué?

Wilfred Mashaya, así se llama el marido insatisfecho, declaró ante el juez (sin tapujos ni paños calientes) que su esposa no le satisfacía en la cama y que se ponía muy nervioso cuando no la oía gemir al consumar el acto sexual. ¿Qué quiere este hombre?, ¿una actriz porno por pareja?

«Tuve que pedirle el divorcio porque no estamos disfrutando del matrimonio. Cuando nos metemos en la cama ella parece infeliz y no hace ningún sonido sexual«, manifestó Wilfred en la Corte Civil, que además de la disolución solicitó una orden de alejamiento de su pareja.

En su defensa ante el tribunal, Sharlone Masvinge, la ‘silenciosa cónyuge’, argumentó que Mashaya la quiera fuera de casa a toda costa porque no admitir que tiene una relación extramatrimonial. «Está inventando todas esta historia para poderme echar de casa y no tenerme que pagar una pensión«, concluyó. ¿Quién ganará ‘la batalla de los gemidos’?

Foto: D.R. (Gonzoo)

¿Comer margarina conduce al divorcio?

Si hacemos caso a un curioso gráfico publicado en la página Spurious Correlations, no dudaríamos ni un segundo en afirmar que en el estado de Maine (EE UU) los que comen margarina se divorcian mucho más. ¿Una locura? Quizás, porque la relación entre los dos términos no tiene ni pies ni cabeza. Pero no me negaréis que tiene su gracia.

(Foto: Pixabay)

(Foto: Pixabay)

En esta web, Tyler Vigen, un joven estudiante de Harvard con un sentido del humor muy refinado, se dedica a hacer comparaciones sin una base científica con el único propósito de divertir al usuario e incitar a que el público reflexione sobre soberanas chaladuras.

«Lo gracioso es que permite a la gente ser científica por unos minutos, pues formula sus propias hipótesis», señaló Vigen en una entrevista en la BBC.

Entre los gráficos más locos de su página destacan: el que vincula el aumento del consumo de queso con el número de personas que murieron porque se enredaron con las sábanas de su cama. O la relación que existe entre la tasa de nupcialidad del estado de Kentucky con el número de personas que se ahogaron en EE UU después de caer de un barco de pesca.

¿Cuánto tiempo dedica este chico a bucear en estadísticas? Lo mejor de todo es que las hace concordar como si hubiera un estudio sesudo detrás de cada gráfico. Su secreto: un programa informático diseñado por él que rastrea miles de bases de datos para localizar estas concordancias imposibles. ¡Olé por la originalidad!

Gráfico de tylervigen.com sobre los divorcios en Maine

Gráfico de tylervigen.com sobre los divorcios en Maine (EE UU)

Prefiere regalar el dinero por la calle que dárselo a su exesposa

Foto: FLICKR / Euro Notes

Foto: FLICKR / Euro Notes

Me vienen a la cabeza muchos ejemplos cinematográficos de parejas enamoradísimas que acaban como el rosario de la aurora. Quizás el más evidente sea ‘La guerra de los Rose‘. Pues algo parecido le ha debido pasar a un misterioso ciudadano alemán de 49 años, que ha tenido la maquiavélica idea (me imagino que para sacar de sus casillas a su exmujer) de repartir su pensión entre los vecinos de su localidad.

No tengo más datos sobre cómo terminó la relación entre los implicados, así que no voy a hacer ningún juicio de valor, que las palabras las carga el diablo y después me ponéis a caldo en los comentarios. Me limitaré a relatar los hechos como los han publicado algunos medios locales. Eso sí, la cosa tiene su gracia.

La mañana del pasado sábado, un adolescente no salió de su asombro cuando en medio de la calle un individuo, sin mediar palabra, le regaló 185 euros. Y con una amplia sonrisa le dijo: «Mejor tú que mi mujer. Seguro que te lo gastas con más cabeza«. Incrédulo, el chaval acudió a la policía a depositar el dinero pensando que podía ser robado, ya que el extraño incidente ocurrió a las puertas de una sucursal bancaria.

Pero este no fue el único regalo del curioso benefactor. Durante unas cuantas horas, repartió cerca de mil euros que había sacado de su cuenta. Algunos habitantes de Straubing, en Baviera, fueron los receptores de tan jugoso presente. Además, todos han indicado la excelente educación y la sonrisa de oreja a oreja que manejaba el señor a la hora de regalarles los fajos de billetes. Nada como sentirse un Rey Midas por unos segundos.

A media tarde, el hombre misterioso se presentó en la comisaría y relató todas sus correrías como repartidor de alegría. Los agentes simplemente le indicaron que ninguno de sus actos podía ser considerado un delito, y sí le aconsejaron que arreglara los problemas con su exesposa sin armar tanto revuelo.

Tendrá que pagar 100.000 dólares a su ex marido por darle una hija fea

¡Esto no nos lo habían enseñado en los cuentos infantiles! El amor no es, ni de lejos, tan bonito como algunos nos quieren hacer creer. Hemos visto recientemente a hombres que subastan a sus esposas en Internet o a multimillonarios que no encuentran pareja ni pa’trás. Sin embargo, la historia que riza el rizo es la de un chino que denunció a su mujer tras darle una hija fea. Como lo leéis: el detonante fue TENER UNA NIÑA FEA. Para que luego nos cuenten la milonga de que la belleza está en el interior…

La ex señora Feng, antes y después de sus operaciones de estética. (ideasynoticias.com)

La ex señora Feng, antes y después de sus operaciones de estética. (ideasynoticias.com)

El señor Feng no pudo superar jamás el desasosiego de ser papá de una criatura poco agraciada. Atormentado por ello, se separó de su esposa e interpuso una demanda contra ella por «infidelidad», alegando que la niña fea recién nacida no se parecía a ninguno de sus progenitores. Así, sin pruebas de paternidad ni leches, suena un poco a excusa. Más parece que estaba hartito de su doña y buscaba cualquier motivo para alejarse de ella.

Durante el proceso, Feng afirmó que se casó «por amor, pero en cuanto nació nuestra primera hija, apareció un problema. Es tan fea que me asustó«. Ante una evidencia que saltaba a la vista y presionada por el abogado de su marido, la demandada confesó que no había infidelidad alguna y que la niña era clavadita a ella, que si ahora tenía un aspecto agradable era porque había invertido unos 100.000 dólares en cirugía estética. De niña era el patito feo del colegio y no se había convertido en cisne por gracia de la naturaleza, sino por el arte de un cirujano plástico.

Como castigo por haber engañado a su marido (al no contarle lo de sus operaciones), el juez condenó a la ya ex señora Feng a abonarle 100.000 dólares (unos 93.000 euros), una sentencia ejemplar que satisfizo al demandante. Que digo yo que hay que ser muy cretino -poned vosotros el adjetivo- para denunciar a tu esposa por traer al mundo una niña que atormenta a los espejos… Pero también podemos sacar un par de moralejas.
Moraleja 1: NO ENGAÑÉIS
. Tarde o temprano la verdad se abre camino y os puede costar 100.000 dólares.
Moraleja 2: Ser guap@ es mucho mejor que ser fe@. ¿Estáis de acuerdo?

Lo más raro que ha pasado durante la semana (30 julio-5 agosto)

Como dicen en Antes del Amanecer, creer en la reencarnación puede justificar que seamos tan dispersos. A mí la explicación me viene de perlas, porque a poco que me hayáis seguido durante estos años, habréis descubierto que pierdo el hilo dentro de cada párrafo (por eso lo de los múltiples paréntesis y los continuos puntos supensivos). Ahora que si hay algo que demuestre lo disperso que soy es el post dominguero en el que resumimos todas las locuras que han pasado durante la semana y no hemos contado.

1. Abandonan a su hija en el aeropuerto para irse de vacaciones

¡Cuánto daño ha hecho Solo en casa! Desde que salió esa película mucha gente ha creído que no pasa nada por irte de vacaciones sin tu hijo, que él se las puede apañar solo y que es posible disfrutar mientras él se queda en casa. Quizás por eso un matrimonio polaco abandonó a su hija en el aeropuerto después de comprobar que tenía el pasaporte caducado. Ambos volaban a Grecia y llamaron a la abuela para que se hiciera cargo de la criatura, pero como no iba a llegar antes de que despegara el avión, dejaron a su hija en un mostrador y se marcharon. La encontraron, llorando, los de seguridad, y los padres se enfrentan a cinco años de cárcel.

2. Multa en Italia por decir «no tienes huevos»

Muchos divorcios y muchas noches borrosas en España empiezan con un «no hay huevos a…». Pues bien, ojito si vais a Italia porque han multado a un tipo que le dijo a su primo: «No tienes cojones» (sic), según recoge la prensa local. Según el juez, la expresión «además de vulgar, es injuriosa», porque insinúa que el insultado es peor por carecer de testículos. Aún no han dirimido el importe de la multa, pero como dice mi amigo Pablo, «si hacen eso en España… rescatamos a Bankia». Vamos, solo con la canción de Los Mojinos Escozíos nos sacamos un pico.

3. Toda la infancia metida en un jarrón

Como regalo de boda, su madre le dio una lámpara-jarrón de vidrio que recogía toda su infancia. «¿Cómo es posible esto?», os preguntaréis. Básicamente porque su madre, cada vez que le iba a lavar unos pantalones, vaciaba los bolsillos y guardaba el contenido de estos en un jarrón, que a la postre ha terminado siendo un regalo de bodas lleno de sentimientos, recuerdos… y objetos inservibles.

4. Le conceden el divorcio porque su marido huele mal

Como decía una pegatina en la que salía Bart Simpson duchándose: «Una vez al año no hace daño» (¿por qué demonios conservo estos recuerdos de escaso valor?). Algo que no parece haber entendido Zhang, un taiwanés de 47 años del que su mujer se ha divorciado porque huele peor que mal. Parece ser que hay perfumes hechos con esencia de vertedero que te pondrías antes de pasar una noche con este señor. Los hijos del matrimonio confirmaron que su padre se lavaba unas dos veces por semana, que el calor del verano y el sudor no era tampoco un inconveniente y que cuando le pedían que se duchara respondía: «¿Huele mal? Pues usad perfume».

5. El pequeño erizo

Porque sé que muchos de vosotros no os quedáis tranquilos si no os pongo un vídeo de bichejos, creo que es el momento de que descubráis cómo es un erizo cuando cumple su séptimo día de vida. Cabe en la mano, duerme como un lirón, tiene la piel de abajo blandurria y parece que sueña con ovejas con espinas.

PD: Y alegrad esa cara, que si no os van a confundir con los saltadores de trampolín de los Juegos (gracias, @dutx12).

Lo más raro que ha pasado durante la semana (4-10 junio)

Admitamos que no ha sido una gran semana en lo que a economía y deporte se refiere, pero aún nos queda una última esperanza. Nos agarraremos al frikismo (una vez más, y van…) como si fuese un tronco a la deriva y nos dejaremos llevar, para ver si dentro de esta inmundicia hay algo que valga la pena. Y, como siempre, lo hay. Salvamos la semana gracias a que han pasado cosas como…

1. Canta lo que no te esperas

Muchas veces nos pueden los clichés. Vemos a un tipo con la gorra hacia atrás, la ropa ancha y cadenas en el cuello que llegan hasta los tobillos y decimos: «Este tipo hace rap». Vemos a nuestro jefe acercándose a nosotros y pensamos: «Hoy no salgo a mi hora». Vemos a Fernando Torres corriendo hacia la portería y sabemos: «Tranquilos que no es gol». Son clichés, sí, y su gracia y sentido vienen dados porque habitualmente se cumplen.

Por eso sorprende cuando el cliché no se cumple, cuando te encuentras con un caso como el de Andrew De Leon, que fue a hacer la prueba para el programa America’s Got Talent (el formato de Tú sí que vales) con su ropa de siempre: todo de negro, lentillas de color, pelo largo. ¿Qué diríais que canta? Mientras lo pensáis os dejo el vídeo y sigo debajo.

Como habréis descubierto, su oscuridad no se traduce en nada tenebroso musicalmente hablando, sino en una voz de soprano que había ocultado incluso a sus padres, escudándose en que no se considera bueno en nada y en que está acostumbrado a ser rechazado. Le dijeron desde el jurado que tenía razón, que no era bueno… sino «genial». Evidentemente se clasificó.

2. Detenida por animar a su hija

Os voy a pedir un favor: imaginad cualquier ceremonia de graduación de película estadounidense. Sí, esa antesala a la universidad, ese High School Musical con pergaminos y birretes… esos gritos de júbilo, ese jaleo. ¿Lo tenéis? Pues muy bien, dentro de ese contexto fue detenida hace unos días Shannon Cooper, madre de una de las graduadas, porque dio gritos de ánimo a su hija Iesha cuando subía al escenario.

Dicen las autoridades que ya advirtieron a los presentes de que no estaba permitido jalear ni montar jarana, pero Shannon asegura que ella no gritó, que simplemente estaba animando a su hija. La pobre se fue esposada mientras su hija, en lugar de ser feliz, no podía evitar llorar al ver que a su madre se la llevaba la Policía.

3. Una petición de divorcio original

¿Recordáis que hace unos días os enseñaba una petición de matrimonio con la canción Marry You? Seguro que sí: la chica iba sentada en un coche y veía cómo empezaba a llenarse la calle de gente bailando a ritmo de la canción de Bruno Mars. Pues bien, ahora hay un grupo que ha parodiado la escena y propone usar la idea no solo para pedir la mano, sino también para divorciarse. Basta con arreglar un poco la letra y punto (no os la traduzco, pero entre otras lindezas le manda a la abogada y le dice que los hijos no son suyos).

4. La ropa de Bill Cosby

Si creéis que yo estoy mal de la cabeza, es que no conocéis a mi compañero, amigo e ídolo como gran viñetista que es @juancmarti. El bueno de HeRReRa me contó a principios de semana que habían despedido a un señor porque se tiraba pedos en el trabajo y, pocos días después, me sorprendía haciéndome llegar una web que aún hoy hace que me despierte sudando en mitad de la noche con inquietud: The Cosby Sweater Project. La web en cuestión analiza los jerséis que usaba el bueno de Bill Cosby y su familia en La hora de Bill Cosby. Supongo que será la moda de los 80, pero visto ahora es chocante, cuanto menos.

PD: Aún me han quedado cosas por contar, pero ya si eso os las voy dosificando durante los próximos días.

Las 101 venganzas de un divorciado

BecConsejo: «Propón a tus jefes mirar cómo trabajan los demás durante tu jornada laboral. Si llamas ‘becario’ a la persona que miras, a veces aceptan»

Antes de empezar quiero que en vuestra cabeza retumbe una frase mientras leéis el texto. «Cómo están las cabezas…». ¿Ya? Pues adelante.

«Lo peor del amor cuando termina son las habitaciones ventiladas», diría Sabina. Ahora, si tiene valor, que vaya Sabina a explicarle a Kevin Cotter, poéticamente, que lo «atroz» es «cuando, al punto final de los finales, no le siguen dos puntos suspensivos». Lo digo porque no sé si el señor Cotter lo va a entender, y menos después de haber roto con su novia de toda la vida tras 12 años de matrimonio (estas cosas pasan).

Vivían juntos con sus dos hijos en Tucson (Arizona) hasta que un día ella dijo que se iba. Y se fue (estas cosas pasan). Se fue llevándoselo todo… bueno, casi todo, porque dejó en el lar familiar una caja con el vestido de boda y le dijo a Kevin una frase que quien ha tenido novia, madre, hermana o amiga, sabe el peligro que entraña… «haz con esto lo que quieras».

A Kevin, roto por el dolor, se le abrió una lucecita de esperanza. «Haz con esto lo que quieras», se repetiría probablemente, recordando cómo intentó doblar un papel por la mitad ocho veces, cómo intentó besarse el codo, cómo no paró hasta que destrozó en mil piezas el diskette, cómo acabó envuelto como una momia tras hacer pedazos la cinta de música que había dejado de oírse. «Haz con esto lo que quieras», volvería a decir mientras se sonreía.

Como ya habían roto no merecía la pena hacer la típica pregunta de «¿seguro que no lo vas a usar para nada?» antes de desmenuzar un teléfono móvil. Conclusión, y no me enrollo más… a Kevin se le ocurrió que con eso le daba permiso para descubrir 101 nuevos usos para el vestido de novia (eso sí, de innovación nada… ya existía una versión similar en No te rías que es peor y no se limitaba a los vestidos de novia).

De momento lleva 25, aunque para cuando leáis esto puede que ya haya puesto en práctica más. Se lo toma muy en serio, tanto él como sus lectores (le dan ideas como… detener el vertido de crudo del Golfo de México con él), y para que la gente tenga constancia de los usos que le ha dado, no duda en grabarse en vídeo o en hacer fotos mientras innova, para después subirlo a su web, como bien señaló el Telegraph.

No sirvió de nada que la mujer se arrepintiera y le pidiera que lo guardara para su hija (también se arrepiente Guti y Mourinho no cuenta con él), no sirvió de nada que para la salud mental de sus hijos (tienen dos y la custodia es compartida) este proyecto no sea especialmente beneficioso. Kevin se ampara en que ella le dio permiso para hacer lo que quisiera con el vestido… y eso está haciendo.

Entre otras cosas ya ha sido disfraz, hilo dental, pancarta, mantel… y lo que le queda.

PD: Dice que no lo hace como venganza, sino como terapia, o algo así. Habrá que creérselo.

PD2: Cómo olerá el vestido… :S

PD3: El blog, sin @tinoserrano, no sería nada. Una vez más, este post nace gracias a él (y van unos pocos).

Hoy hace un año

¿Policía? Es que no me dan zumo

La madre que no puede más

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Una mujer pide el divorcio porque su marido hace caca en las cazuelas

He hecho post raros, pero éste es especial. Cuando vi en Digg el titular Wife divorces husband for defecating in pots se me saltaban las lágrimas de la risa.

Según Metro.co.uk, una mujer nigeriana ha pedido el divorcio de su marido porque éste tiene una costumbre muy graciosa a la vez que saludable. Primero se emborracha y luego se pone a cagar en las ollas de la cocina.

La pobre Oluwakele, hasta las narices (nunca mejor dicho) de que su cerdo marido Oluwafemi Ogundele le fuese dejando sorpresas por la cocina, decidió tomar cartas en el asunto. Ya está bien de que todos los guisos huelan a mierda, debió pensar.

Según ella, sus pedos (etílicos) y posteriores hábitos, unidos a que nunca fue capaz de mantener a la familia, han provocado que ya no le quiera.

PD: Mujer, no des tantas explicaciones. Que le den. Yo le habría puesto para comer todos los días el contenido de las ollas tal cual las dejaba.

PD2: Lo que sí te recomiendo es que te compres una batería de cocina nueva.

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