Si tienes un mazo de grandes proporciones, una pared con una altura considerable y un único punto de apoyo, está claro qué va a suceder. Pues parece que no si tomamos como referencia al trabajador que protagoniza este vídeo. Todo un portento de la ingeniería.

En vez de ponerse a meditar durante unos segundos y mirar lo que está haciendo, prefiere seguir golpeando como si no hubiera mañana el único trozo intacto del muro. ¡¡¡Alma de cántaro!!! ¿No ves que encima hay unos cuantos cientos de kilos que se te van a caer encima sin remisión? Ni por esas. Una broma es una broma, y si se empieza hay que acabarla, aunque sea enterrado. Lee el resto de la entrada »