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Iniciativa en Canadá para acabar con los cotilleos

– ¿Te has enterado de lo que ha hecho Juan? Se ha liado con María y le ha dicho a Raquel que solo habían quedado para hablar.
– Peor es lo de Miguel, que le ha ido con el cuento al jefe de que Ramón le había criticado el otro día.
– Bueno, bueno, bueno… y no te he dicho. ¡Creo que Bea está embarazada!

Os suena todo esto, ¿verdad? Podría ser una clásica conversación del café de cualquier empresa española, donde corren más rápido los rumores que la fibra óptica. Tienen su punto divertido cuando los cuentas o te los cuentan, pero si eres el protagonista y todos hablan de ti termina siendo un poco tedioso.

Pues bien, eso tan típico en España podría tener los días contados en Canadá, porque la iglesia protestante más grande del país, la United Church of Canada, está promoviendo una iniciativa entre sus fieles para acabar con los cotilleos.

Dice la Iglesia en uno de sus congresos que los chismes son equiparables a «las apuestas y otros males de la sociedad» y que hay que acabar con ellos. Supongo que eso conllevaría el cierre de varios diarios deportivos y de toda la prensa del corazón en la zona, porque sin cotilleos, chismes y rumores solo podrían llenar media página de información.

FOTO: Duncan~

Además, según la congregación los cotilleos son equiparables al falso testimonio, algo que apoya también el antropólogo Jerome Barkow, quien declaraba a una agencia de noticias que (oh, sorpresa) los cotilleos no suelen ser fiables por norma general.

La teoría de Barkow es que la gente chismorrea información que refuerza su éxito social y que no necesariamente es cierta. Me explico: ponemos maquillaje a nuestras cosas malas y encendemos el ventilador para esparcir la mierda de los demás, mientras convertimos un puñado de arena en una playa.

Qué queréis que os diga… me da a mí que la iniciativa va a tener muy poco éxito, ni en Canadá, ni en ningún sitio. La gente dejaría de quedar los viernes por la noche, se acabarían las cañas a la salida del trabajo y las cenas de Nochebuena con la familia perderían todo el sentido.

PD: Con lo divertida que es la vida de los demás, ¿cómo vamos a dejar de comentarla?