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Diez años de cárcel por abusar sexualmente de una cabra

Fuente: YouTube.

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Atención a todos los zoófilos del mundo, que haberlos, haylos. En Kenia, tener sexo con animales no sólo provoca el escarnio público, sino que está penado con la cárcel. Así que si vais de safari y os sentís tentados por un hipopótamo de sugerentes nalgas o un grácil antílope, haced acto de contrición y envaináosla, no os vaya a pasar como a Katana Kitsao Gona, que acaba de ser condenado a diez años de prisión por abusar de una cabra.

Semanas atrás, Gona debía estar pastoreando un rebaño, pero un un vecino de la ciudad keniana de Malindi le sorprendió desnudo y teniendo sexo con una cabra en mitad del campo. El espectador accidental debió quedar patidifuso al contemplar la escena, porque alertó a más gente para que ratificaran los que veían sus ojos. Tras cerciorarse de tan dantesco suceso, varios testigos acudieron a la policía para denunciar los hechos y varios agentes se presentaron en el domicilio de Gona para arrestarle por «bestiality», que debe traducirse por algo así como «abuso de animales».

Días después se celebró el juicio, que contó con la cabra abusada como espectadora de excepción. Tras las pruebas presentadas, que incluían declaraciones de varios testigos y un informe del veterinario que confirmaba que la cabra había sufrido una penetración, el juez decidió enviar a la cárcel durante los próximos diez años a Gona, que pidió clemencia porque él es el sustento económico de su discapacitada esposa.

El magistrado desoyó el desesperado recurso a la lástima del pastor, que no tuvo tanta suerte como Kara, que sólo fue multada por tener sexo con su pitbull, o una ardilla de Central Park, que se fue de rositas tras sodomizar la oreja izquierda de un caballero que disfrutaba de una plácida siesta.

Una jueza condena a un hombre por asesinato y acto seguido oficia su boda

patriciacooksonLa señora de la foto que abre este post es la jueza del Tribunal Superior de San Diego Patricia Cookson y en esa mirada que parece implacable esconde algo tierno. Haced, si no lo creéis así, un ejercicio sencillo. Tapadle la mitad inferior de la cara. ¿No advertís un gesto compasivo en sus ojos? Este rasgo dual de su mirada acaba de aflorar en una curiosa sesión en un juzgado californiano.

La jueza Cookson, severa, administró la justicia con puño de acero enfundado en un guante de seda. Me explico. Su señoría decidió condenar a 53 años de prisión al ciudadano Danne Desbrow, considerado culpable de un asesinato cometido diez años atrás. Sin embargo, instantes después de mandar al hombre a prisión para prácticamente el resto de su vida, cambió el rictus firme y ¡¡¡¡ofició la boda del propio reo!!!! Incluso, le ofreció un trocito de tarta para celebrarlo. Puño de acero en guante de seda.

El abogado defensor no pudo salir de su asombro ante lo vivido en la Corte de San Diego. «Fue un día inusual de principio a fin. Aprecio que (Cookson) honrara la solicitud de casar a mi cliente», aseguró mientras lamentaba la condena de su defendido, ya que consideraba que «no es un caso de asesinato, sino que Desbrow actuó en defensa propia durante una pelea». ¡Puño de acero en guante de seda!

Mientras, la gran olvidada en el día de su boda fue la novia. Los flashes no la apuntaron a ella, como suele ser habitual, sino a su convicto esposo y a la peculiar jueza. Destiny, que así se llama la ya esposa de Desbrow, reconoce que no tenía muchas esperanzas de que su señoría Mrs. Cookson aceptara oficiar la ceremonia y que se sorprendió cuando le dijo que sí.

La feliz (?) pareja no pudo disfrutar de más de diez minutos de luna de miel. Pasado ese tiempo, los alguaciles trasladaron al convicto a un furgón policial en el que le llevaron a la cárcel, donde pasará los próximos meses, a la espera de que se tramite la apelación de su condena.

Danne dice que no cometió asesinato. Su esposa le cree y mantiene la esperanza: «tengo fe en que Dios va a traerlo pronto a casa». Veremos si la justicia californiana también cree la versión del preso y da marcha atrás. Mientras tanto, ¡que vivan los novios!