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¿Borracho yo? Deje que llame con mi paquete de cigarrillos

BecConsejo: «No bebas tanto, hijo»

A veces pasa. Quedamos con unos amigos, nos tomamos unas cervezas y cuando te quieres dar cuenta estás en Callejeros diciendo «no he bebido, yo controlo, pim pam toma pequeñas píldoras de chocolate» (lo siento, no me dejan decir Lacasitos marcas).

Pues bien, sabréis si habéis estado en Rusia (y si no, también), que allí mucha gente bebe como hobbie (no como el hijo de Mitch Buchannon, sino como afición) y luego no tiene dudas en sentarse delante del volante. Vamos, que si alguien quisiera podrían hacer un Callejeros 24 horas: tó pedo en Moscú. El primer protagonista lo tenemos (y pensar que yo estas ideas las doy gratis, así sin cobrar…): se llama Roman el de los cigarrillos.

No, probablemente no se llama Roman, pero a mí me recuerda a Abramovich. No obstante, sí merece ser conocido como el de los cigarrillos. Os cuento lo que he podido averiguar por la prensa brasileña (ruso aún no sé), que al fin y al cabo es lo que se ve en el vídeo: la Policía para a un muchacho, visiblemente ebrio, que decide hacer una llamada.

Lo curioso del caso es que la llamada pretende hacerla a través de su caja de cigarrillos y, si bien la tecnología avanza que se las pela, me da que aún no está perfeccionado el cigarrilófono. La escena es tan surrealista que uno de los agentes rusos, que bien podría llevar una petaca en el bolsillo, se echa a reír cuando ve que Roman (nombre ficticio, insisto) no para de hablar con su cigarrilófono.

Sin embargo, la escena de repente se vuelve tierna, tanto como el paseo de Uma Thurman y John Travolta hacia casa de ella en Pulp Fiction. Contemplamos, conmovidos, cómo el muchacho se duerme en el hombro del otro agente, que no puede esconder una sonrisa pícara.

No sé cómo acabaría la escena, pero quiero pensar que los tres (policías y muchacho) se fueron a un bar a tomarse la última. Al fin y al cabo, esto en Murcia tampoco es para tanto, según algún juez.

PD: Supongo que cuando los amigos de Roman vean el vídeo pensarán… «¡De la que nos hemos librado! Mira qué chapa le está dando al que está al otro lado de la cajetilla de tabaco!».