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Capullo, facha y represor

El blog 233 grados publicó el otro día una viñeta de Jesús Martínez del Vals que define a la perfección muchas de las situaciones de mi día a día.

La verdad es que gusano jamás me han llamado, pero capullo, facha y represor, sí. Y cosas peores que no quiero reproducir. Pero tampoco es cuestión de ponerse victimista porque yo también tengo lo mío, es decir, a veces me paso de censor, soy poco original y tengo la misma gracia que dinero en el banco. Es más, a veces hasta me pongo farruco en los comentarios (pero porque no tengo que dar la cara, no creáis). Vamos, que lo comido por lo servido.

La verdadera cuestión es por qué a veces tenéis la sensación de que alguien con mala intención se esconde detrás de la pantalla. Sólo como yogures, modero foros y uso el blog para entretenerme sin preocuparme lo más mínimo por mi evidente falta de talento. Por eso, os propongo que me digáis qué es lo que sentís que hay el otro lado. Quiero veros a vosotros sentados en la silla de vuestra casa u oficina y que las viñetas sean mis tonterías (o exclusivas). Se trata de darle la vuelta a la tortilla de tal manera que yo pueda saber con más certeza lo que pensáis y acabar haciendo algo productivo.

PD: ¿Qué haríais en mi lugar si fuéseis el becario de ’20 minutos’?

PD2: ¿Desde que tengo este blog, no habéis notado ni una pequeña mejoría en el borrado de comentarios? ¿Creéis que os he tenido en cuenta lo suficiente?

PD3: Y del blog, ¿qué pensáis? ¿Progreso adecuadamente o necesito mejorar?

¿Apadrinarías a tu verdugo? El becario censor también necesita tu cariño

No tengo datos sólidos (ni que eso me haya importado alguna vez) sobre el supuesto final inminente de mi precariedad, pero los cachorros de CC.OO. crearon hace unos días la web apadrinaunbecario.org con las siguientes intenciones:

Esta bitácora pretende «denunciar el fuerte vacío legal que permite la utilización de las becas como una vía de acceso a mano de obra gratuita y/o sin derechos», o lo que es lo mismo, evitar que el sistema cree nefastos especímenes como yo. Hasta los que pretenden ayudarme acaban perjudicándome.

Por lo visto somos 200.000 los que no llegamos ni a los 450 euros. Pero lo mío ya no tiene cura, me conformo con las sobras y, como bien sabéis, unos pocos yogures. Además, ¿creéis que alguno de mis lectores me apadrinaría después de haberles censurado durante tanto tiempo? Vosotros aún podéis salir del túnel.

PD: ¿Alguno de vosotros de verdad llegaría a apadrinarme?

-> Es tu turno: Mándame tus fotomontajes, tus vídeos raros (propios o de YouTube), tus parecidos razonables… cualquier cosa que te haga gracia y quieras que publique, a elblogdelbecario@gmail.com o en la sección «contacto»

El día que atenté (sin querer) contra los comentaristas de ’20minutos.es’

Todo ocurrió en la tarde del lunes. Me habían comunicado que mi blog estaba casi listo para el despegue y decidí preparar un vídeo de presentación. Sí, el de mi primer post.

Quise ser original y me dio por filtrar los comentarios por la palabra ‘becario’. Así, pensaba yo, me aparecía un listado con todos ellos y luego podría leerlos en el vídeo. Hasta ahí, todo normal: vi unos cuantos, resumí el sentir general (no salía muy bien parado), monté el vídeo y me fui a merendar un yogur de fresa.

Yo no dije nada. Era una sorpresa que sólo desvelaría con el lanzamiento, pero… qué ingrata sorpresa cuando, más de un día después, el miércoles por la mañana, me encontré un correo preguntando quién había sido el animal que había filtrado la palabra en la gestión de comentarios. Hoy por hoy, es un hecho que no medí las consecuencias. Para mí, la palabra ‘filtrar’ era mucho más sana de lo que realmente terminó siendo.

El becario había vuelto a liarla. Lo que yo entendía como una sorpresa, ese listado, se había convertido en la mayor arma pro censura que jamás tuve entre mis manos. Había conseguido un 100% de eficacia de veto (en mi vida diaria es lo más parecido al climax) y yo sin saberlo. Había bloqueado la posibilidad de escribir dicha palabra en los comentarios, en los cuales no paraba de aparecer un humillante ******* en lugar de la palabra ‘becario’. Había vuelto a hacer el ridículo y, lo que es peor, os debo una disculpa.

-> Es tu turno: Mándame tus fotomontajes, tus vídeos raros (propios o de YouTube), tus parecidos razonables… cualquier cosa que te haga gracia y quieras que publique, a elblogdelbecario@gmail.com o en la sección «contacto»

Yo soy el becario de ’20minutos.es’

Después de mucho tiempo he decidido dar el paso y enfrentarme a todos mis detractores. Eso sí, a mi estilo, sin dar la cara. Tampoco creáis que voy a ser tan tonto.

A partir de ahora podréis insultarme directamente, sin rodeos, pero os obligaré también a compartir conmigo momentos inolvidables.

No sólo me voy a hinchar a recibir collejas. Soy un becario ambicioso y espero que algún día esto me sirva para ascender, así que podríais tiraros el rollo.

Haré investigaciones, os contaré secretos de mi vida, de aquello que leo en la Red y veo en televisión, os presentaré a Peter (mi apoyo en todo este tiempo), aprenderé y nos reiremos juntos de mis errores y espero descubrir muchos talentos, pero de los raros, gracias a vosotros.

-> Es tu turno: Mándame tus fotomontajes, tus vídeos raros (propios o de YouTube), tus parecidos razonables… cualquier cosa que te haga gracia y quieras que publique, a elblogdelbecario@gmail.com o en la sección «contacto»