No hay que precipitarse a la hora de tomar decisiones. Generalmente no es bueno que compres el primer coche que ves, ni que te quedes con la primera opinión que te dan. Tampoco es aconsejable hacer lo primero que se te pasa de la cabeza. Hay que buscar, comparar y, sobre todo, saber que hay plazos para casi todo. Es como cuando Jarabe de palo sacó un disco recopilatorio después de tener tres o cuatro en el mercado. Se puede hacer, pero queda feo.

Ahora bien, igual que no hay que precipitarse, tampoco es bueno dejar pasar las cosas una y otra vez, porque al final terminas siendo Julen Guerrero y sales tarde y mal del Athletic. Algo que parece que también le ha ocurrido a la protagonista de nuestra historia de hoy, la señora Pam Shaw. Nuestra amiga Pam (quien dice amiga, dice entrañable señora que bien podría ser nuestra abuela), cuenta que, después de una vida dedicada a la música, ha llegado el momento de dar el gran paso y compartir cena y desayuno con un hombre. Soy más explícito, por si alguien no lo ha captado: la mujer tiene 70 años, es virgen y quiere dejar de serlo.

Según cuenta la joven (de espíritu), su vida como cantante de cabaret ha sido siempre muy absorbente y no le dio tiempo para conocer a un hombre con el que casarse. Eso, sumado a que nunca estuvo a favor de mantener relaciones antes del matrimonio nos deja con una mujer virgen, dispuesta a pasar a la siguiente base.

«Estoy preparada para dar el paso, ahora es el momento», decía a la prensa británica. «¿Qué tipo de hombre busca Pam?» Os preguntaréis. Pues bueno, dado que está en los mejores años de su vida no escatima en requisitos: «Espero a un alto, moreno y guapo millonario», asegura, mientras presume de que tiene «70 años, pero un corazón joven».

Esta británica afirma que nadie se cree su edad cuando se la dice. Ahora bien, no especifica si es porque en vez de 70 le echan 80, que también podría ser. Además, recuerda que en su época de cabaretera tenía un nombre sexy y un vestido sexy, pero que con los hombres nunca fue más allá de unos besitos… y ahora quiere.

Bueno, ya sabéis, si no os convence la opción de escribirle a un preso estadounidense que os proponía el otro día, siempre os queda la opción de hacerle una visita a Pam Shaw, para hablar de música y lo que surja, ¿no?

PD: El último párrafo podría ser una buena PD, pero como suelo escribir seis párrafos prefiero poner este apunte al final, para que os quede clara la idea.