Cuando leí la historia de Belle Floor (holandesa, 32 años), en lo primero que pensé fue en el Síndrome de Excitación Sexual Persistente (PSAS, por sus siglas en inglés).

Para quien no lo recuerde, es la enfermedad que provocaba a Michelle Thompson 300 orgasmos al día y que, aunque ella parecía llevarlo la mar de bien, lo cierto es que quienes la sufren admiten que es bastante molesto que estés en el banco, comprando el pan o esperando para recoger a tus hijos y conviertas el momento en un Cuando Harry encontró a Sally.

El caso es que lo de Belle Floor (que por un momento también me olió a hoax) es otra cosa que se llama algo así como «sexsomnia» o «sexo sonámbulo» si lo preferís.

Según publica la prensa internacional, Belle, natural de Almelo, en Holanda, sufre un misterioso desorden que la convierte en una adicta al sexo… mientras está dormida. En principio, y para que nos entendamos, lo que le pasa a Belle es que se masturba por la noche y al día siguiente no recuerda nada.

Al parecer, la joven ha creado una web para ayudar a personas como ella, después de que los médicos le dijeran lo que tenía. Su ex novio Justin (trabajador de la construcción, 47 años) no fue capaz de aceptar la situación y no creyó a Belle cuando ella le dijo que no tenía control sobre su onanismo.

«Se lo tomó como un insulto a sus habilidades sexuales», dice la mujer, quien reconoce que desde que lo dejó con Justin ha tenido algunas citas pero no se atreve a tener algo serio con nadie.

PD: La sexsomnia también debe ser bastante molesta, para qué engañarnos. Debe ser como una polución nocturna pero a lo bestia.

Hoy hace un año…

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