Entradas etiquetadas como ‘baile’

Como nadie la invitó al baile de graduación, ¡llevó una calculadora de acompañante!

regina_reynolds

Nunca he estado en los Estados Unidos, pero por el cine para adolescentes (era uno de ellos hasta hace bien poco) sé de la enorme importancia que tienen los bailes de graduación para los estudiantes de instituto. En una liturgia que se repite en todos los estados y en todos los high schools, los chavales que están a punto de dar el salto a la universidad organizan una fiesta en el pabellón de deportes en la que sólo hay dos objetivos: emborracharse y perder la virginidad (aquellos que aún conserven la flor).

El baile de graduación es un evento para el que los estudiantes de último año de instituto se preparan durante todo el curso. Ellos buscan una maciza a la que llevar en su limusina de alquiler y ellas sueñan con un quarterback que les pida ser su acompañante. Eso es así, por muy estereotipado que nos parezca.

Desgraciadamente, no todos alcanzan su sueño. Los hay que se tienen que conformar con ir con su grupo de amigos empollones y esconden su libido tras sobredosis de ponche y las hay que se hacen acompañar de objetos peculiares. A este segundo grupo de desafortunados pertenece Regina Reynolds, una jovencita que, al menos, se tomó su situación con toneladas de humor.

La chica, pragmática, acudió al evento con su compañera más inseparable: su calculadora. Además, lo contó con un mensaje lacónico. «Nadie me invitó al baile, así que llevé mi calculadora«, publicó en su cuenta de Tumblr. Eso sí, no escatimó en detalles hacia su peculiar acompañante y ¡¡le puso una funda que simulaba un esmoquin!!

La peculiar pareja fue la estrella de la noche… y de los días posteriores al baile. En el diario del instituto, hasta el director se reservó una columna para alabar el sentido del humor de Regina. «He aquí una historia clásica y breve: una joven chica fue al baile de promoción sola. La saludé y le pregunté dónde estaba su pareja. Ella sonrió y sacó de su cartera una calculadora que había decorado con un esmoquin de papel. Todos nos reímos, solamente una estudiante podría llevar una calculadora al baile de promoción«, escribió en tono afable.

El sentido del humor y el coraje de Regina son admirables, a una edad en la que cualquier pequeño revés parece un océano de desgracias. La muchacha, requetefeliz a pesar de no tener pareja humana, no se cortó lo más mínimo y subió a la red varias fotos de su «cita» con la calculadora. ¡Mis respetos, Regina!

Un viaje al otro mundo subido de tono

Fuente: Duncan (Flickr).

Fuente: Duncan (Flickr).

Hay costumbres… y costumbres. Muy peculiares son los ritos funerarios, que varían de cero a infinito en función de cada cultura. Por ejemplo, en occidente se guarda luto por los muertos vestidos de riguroso negro, pero en la tradición oriental el color del luto es, mayoritariamente, el blanco. En España, los velatorios son sitios de recogimiento, en cambio, en Estados Unidos se organizan fiestas familiares e incluso desfiles callejeros, como ocurre en Nueva Orleans.

De todas formas, no voy a ponerme a repasar todos los funerales del mundo, sino que hoy voy a hacer hincapié en un rito que me ha llamado poderosamente la atención. En Taiwan, para despedir a los muertos también se organiza un ritual festivo que (y aquí está la gran noticia) ¡¡¡incluye la presencia de strippers!!! Sí, los taiwaneses tienen el detalle de regalar un baile erótico al finado antes de su último viaje.

La tradición se remonta al siglo XIX, cuando en algunas aldeas de la isla se organizaban bailes en torno al cadáver. Estas danzas fueron subiendo de tono, hasta lo que hoy es una carroza motorizada con luces de neón y barra americana en la que jóvenes ataviadas con minifaldas y tacones de aguja se contonean e, incluso, se despojan de toda su ropa ante un ataúd. ¡Toda la ropa! Esta práctica, sin embargo, está empezando a ser muy cuestionada por las autoridades del pequeño país asiático, quizá porque está estrechamente vinculada a la mafia, ya que es común que a sus capos mafiosos se les despida de este mundo rodeado de una corte de bailarinas sexys.

A mí, en principio, me parece muy respetable que cada uno organice los funerales de sus seres queridos de la forma que crea conveniente, siempre dentro de la ley. Sin embargo, esta tradición me resulta machista, ya que no se conocen casos de hombres con el torso desnudo que bailen alrededor de una fallecida. En este caso, ni aunque la muerta sea la mujer de un mafioso.

Aprovecho para confesar que me gustaría que a mi funeral acudieran los ángeles de Victoria’s Secret. Y también Clint Eastwood, Keith Richards y Kirk Douglas, que espero que duren tanto tiempo que me sobrevivan. Por cierto, ¿qué deseo tenéis vosotros para vuestro último adiós?

Otra propuesta de matrimonio a la que no puedes decir «no»

Madre mía, a las alturas de semana en la que estamos y yo todavía no os he traído la tradicional propuesta de matrimonio entre pastelosa e irresistible de cada semana. ¿Con qué nos sorprenderás hoy, Bec? ¿Otro de tus vídeos comentados haciéndote el gracioso? ¿Otra vez malgastando este valioso espacio que te dan para escribir?

Pues sí, amigos, nos espera otro ejemplo más de lo que yo llamo «la vida becaria». La vida becaria es querer a tu pareja, citarla en un parque con una amiga, que se sienten en una mesa, y que de repente, cuando menos se lo espere, empiecen a llegar «unos amigos» que, fíjate tú la casualidad, se mueven de forma coordinada. La vida becaria es tener un poder de convocatoria acojonante chiripitifláutico, que te permita juntar a un montón de gente para hacer una locura como ésta:

La protagonista de las imágenes, que como habréis deducido es la muchacha de la chaqueta rosa, había quedado con una amiga para comer. Se citaron en un parque de Nueva York y mientras hacían tiempo pasó todo eso que habéis visto arriba: un montón de gente bailando The way you make me feel, de Michael Jackson, a la que se termina uniendo una orquesta y hasta un grupo de curiosos que tiran de móviles para captar ese inolvidable momento.

Volvemos a lo de siempre, aquí hay varias formas de ver la historia:

  • Está la moderna, consiste en decir: «Bah, menudo espectáculo innecesario. No se puede ser más empalagoso».
  • Está la gafapasta, consistente en: «Eso no es amor, lo único que quería ese chico era hacerse famoso».
  • Está la romántica, que básicamente dice entre lágrimas: «Yo quiero eso para mí».
  • Y está la trollyana, según la cuál: «Qué mierda hace el becario éste contándonos su vida, que no le interesa a nadie».

Yo me quedo, como es tradición, con una intermedia, algo así como… «Olé por el chaval, que le ha dicho a su chica ‘todo lo que la quiere’ tirando de ‘un par de amigos’ y eso no es nada fácil». Siempre que seas de involucrar a una cantidad tan grande de gente para algo como eso yo me quito el sombrero, porque envidio el poder de convocatoria (y la creatividad) de los vídeos como éste o el del lipdub matrimonial que os traje hace unos días.

Además, ya que los mercados siempre nos agobian con sus historias, nos complican tener hijos, criarlos, aspirar a algo mejor… ¿no os apetecería durante diez minutos estar sentados en un parque y que alguien organizara un espectáculo solo para ti? Si eso no te hace sentirte querido, la verdad no sé qué más podemos hacer por ti, jeje (uy, cuánto tiempo hacía que no ponía «jeje». Creo que lo pondré otra vez, para todos esos que cada vez que lo pongo se acuerdan de mis ancestros… «jeje»).

PD: Y ahora que estamos hablando un poco de todo… se dijo mucho del peluquero de Sergio Ramos, ¿pero y del de Cristiano Ronaldo? No vamos a decir nada? Sé que no viene a cuento, pero a alguien se lo tenía que decir.

¿Cuántos globos hacen falta para decir «Te quiero»?

Una de las cosas más importantes en esta vida es saber medir. Cada acción debe ir acorde con su importancia, y cada reacción igual. Me explico: yo tenía un amigo en la universidad al que cuando una chica le pedía fuego él se le declaraba. «Lo veo en sus ojos», me decía, «me quiere y esto es una simple excusa». Evidentemente se pegó unos cuantos trompazos en la facultad. Lo mismo que mi primo José Luis, que en el primer mes de novio quería comprarle un coche a su ex, y en el primer mes en su trabajo ya quería un aumento. No hijo, no, esto no funciona así.

Con esta introducción no hace falta ser muy inteligente para deducir que os voy a poner en un brete: os pondré un vídeo de un chico que quiere a una chica y vosotros me decís si es acorde con el evento. Estamos acostumbrados a ver pedidas de mano impresionantes, puestas en escena inolvidables, pero… ¿y para eso tan yanqui que es «buscar pareja para el baile de graduación»? ¿Habéis visto alguna vez algo espectacular?

Pues probablemente no, porque en esas edades y con esos amores lo habitual es una sortija, un ramo de flores, unos bombones… y a correr, que tenemos mucha vida por delante. Pero siempre hay una excepción, y esa excepción se llama Matthew Ho, el novio de Tina, que decidió que eso de «ven al baile conmigo» quedaba muy soso sin un poco de aderezo. Por eso preparó esto (lo vemos y lo comentamos):

Vaya por delante que a mí me gusta, ¿eh? Todo lo que sea ternura en estos tiempos de odio y mala leche me hace pensar que aún queda esperanza (mucha o poca), ahora bien, entiendo que algunos de vosotros consideréis que 1.500 globos rosas, la venda en los ojos, el letrero gigante, el instituto lleno de gente y recoger eso en vídeo… es demasiado. Como de película estadounidense pero en versión canadiense, porque la pareja de tortolitos son de Toronto.

Desafortunadamente, llegado este momento no puedo dar un consejo para la gente a la que no le gusten este tipo de iniciativas. Unos párrafos más atrás, hace unos minutos, os podría haber dicho: «No lo veáis». Ahora es tarde. No obstante, tengo un buen consejo para quienes hayan sucumbido a la idea y tengan pensado importarla en los próximos días: ASEGURAOS DE QUE LA CHICA VA A DECIR QUE SÍ, porque sino el ridículo va a ser del nivel de Ballotelli bailando flamenco.

Os convenza o no, supongo que le reconoceréis a Matt el mérito de montar ese follón y de enrolar a tanta gente en su idea. Yo alucino con personas como él, con tanto nivel de convocatoria. A mí no me hacen caso ni mis amigos; fijaos si me esquivan que cada vez que hago un grupo de Whatsapp salen todos huyendo.

PD: Ha llegado el momento de vuestro veredicto. De uno a diez, ¿qué nota le ponéis?

Lo más raro que ha pasado durante la semana (del 25 al 31 de julio)

BecConsejo: «Sintetiza»

Algunas semanas, por más que publiques, sigues dejándote cosas en el tintero. Es un follón, porque a mí me gustaría tener un becario llegara ahí donde no llego (y no, no me refiero a un señor de 2,15 metros que me alcanzara los vasos del estante de arriba), sin embargo, solo estoy yo.

Y aunque muchas veces me siento más solo que Woody en Toy Story uno, mi deber es saciar vuestra sed de frikismo, por eso hoy preparaos, que vienen curvas. Lo más raro que dejó la semana es…

1. Celebra su divorcio tatuándose todo el cuerpo

Ojo, antes de empezar. Cada uno se pinta en su cuerpo lo que quiere, pero me parece curioso que Jacquie Moore celebre su divorcio pidiéndole a su nuevo novio que le tatúe el 85% de su cuerpo, por eso os lo cuento.

Jacquie tiene 41 años y ha encontrado otra vez el amor, según la prensa británica. Esta madre de dos niños se divorció en 2003 y se enamoró de Andreas Moore, un tatuador de 45 años que le hizo el tebeo de Mortadelo que veis en la imagen.

«Es un símbolo de libertad y de un nuevo capítulo en mi vida», cuenta la mujer, que se ha limitado bastante las posibilidades de trabajo, para qué engañarnos.

Por si pensáis imitarla, dicen que ese tatuaje habría costado más de 15.000 euros. Siempre os queda hacer lo que ella hizo, ligarse a un tatuador… porque como supondréis se lo ha hecho gratis.

2. La echaron del súper por ir en biquini

Sandy McMillin, de Oregon (Estados Unidos) asegura que no puedo hacer la compra el otro día porque entró a comprar en biquini a un supermercado y un empleado no se lo permitió porque iba en contra de las reglas sanitarias.

McMillin, de 51 años, dice que hacía mucho calor y que el empleado la invitó a que se marchara. El establecimiento, por su parte, niega los hechos y dice que atendía a las quejas de los consumidores, pero que no le pidió que se marchara. Aún así, el supermercado se ha disculpado, según la prensa estadounidense, así que no sabe uno si es que la han echado, si la invitaron a irse, si le dijeron que no hacía tanto calor o que no estaba tan buena como para ser tan borde. A saber.

Estas cosas no ocurren en los supermercados del Mediterráneo, donde puedes ir a comprar en biquini o en calzoncillos, mientras pagues.

3. Detenidos por quererse más de la cuenta en la piscina

Aprieta el calor, tanto que Myron Helms (33 años) y Victoria Cross (40) decidieron ir a darse un baño a la piscina pública de Connersville (Indiana).

El problema es que algo falló. Estaban en el agua y su temperatura no bajaba así que emulando a Azúcar Moreno (por aquello de Solo se vive una vez) decidieron dar rienda suelta a su pasión y tener un breve (media hora, nada más y nada menos) escarceo sexual en el lugar.

Claro, siendo una piscina pública llena de gente a muchos no les gustó. Se ve que pensarían eso de «todos moros o todos cristianos», quizá alguien incluso diría aquello de «jugamos todos o pincho la pelota» y la historia terminó con la llegada de la Policía y la detención de la fogosa pareja. Esta vez respondo yo a la mujer del reverendo Lovejoy: «No, nadie piensa en los niños».

4. Muere buscando el secreto de la inmortalidad

Me daba el chivatazo @pequeniag, corresponsal argentina de la comunidad becaria. Robert Ettinger, el que fuera pionero de la tecnología criogenética (aquella que propone congelar a los muertos para intentar resucitarlos dentro de unos años cuando los avances de la medicina lo permitan) ha muerto con 92 años. Su cuerpo ha sido congelado, porque de momento, como mucho, lo que se ha visto es resucitar a un hombre que llevaba unas cuantas horas muerto. Y digo yo… si resucitan al señor dentro de X tiempo… ¿qué demonios hará, si murió con 92 años?

5. Se queda atrapado y la reportera lo intenta imitar

Dutx12, miembro de honor de la comunidad becaria, me contó que el otro día un tipo se había quedado atrapado en una alcantarilla intentando recuperar su móvil. Una gente de mal vivir le robó y lo tiró (al menos eso dicen) y en su intento por recuperar el aparato hizo ventosa o yo qué se qué, pero se quedó ahí. Al final salió con heridas.

Pensaréis… ¿hay algo más ridículo? Yo os diré… hombre, la reportera intentó reproducir los hechos. Quedó bastante ridículo, sí.

6. Un niño que es ídolo de masas

En mi infancia, yo tenía relativo éxito con las chicas. Luego crecí y, como bien se esfuerza en recordarme puntualmente mi padre, me eché a perder. Sin embargo, cuando yo era pequeño solo destacaba por contar chistes (de Chiquito) e historias que alargaba hasta la extenuación con una coletilla, «entonces», que hacía las delicias de los grandes y mayores (como el circo).

Sin embargo, jamás llegué a tener la fama de Samuel, el Raulito del baile, que liga con chicas mayores y marca la pauta. Cuando lo vi en la prensa sudamericana os aseguro que flipé. El vídeo es largo, pero viendo el primer minuto os hacéis a la idea de su ritmo (yo es que no tengo ritmo).

7. El perro que pelea contra una sombra

A veces veo vídeos grandiosos y no sé qué hacer con ellos. Muchos los publico en la comunidad becaria de Facebook, o en la de Twitter, pero a veces hasta eso me sabe a poco.

¿Por qué os voy a privar de los 19 segundos de felicidad que os puede brindar este perro que está jugando con… ¡la sombra de su dueño! El dueño le hace rabiar y el pobre la toma con su sombra…

PD: Siete historias. No os quejaréis.

«Un cabrón» en boca de todos

Últimamente, todas las personas con las que hablo de televisión se declaran incondicionales de Mauricio Colmenero. Y me lo creo, entre otras cosas, porque ya son más de 4.000 los usuarios de conforman su club de fans en Facebook, donde además está colocado como el mejor «candidato pepero» a la elecciones europeas.

Mariano Peña, el actor que encarna a este peculiar hostelero, interpretó a la perfección el perfil de su personaje en el último capítulo de Aída con la canción «soy un cabrón». Aunque a la gente, lo que más le gusta, es su baile, el ya famoso ‘titiririti-titiririti’. No hay semana en la que alguien no me lo baile.

Tengo que reconocer la progresión de este personaje en la que a mi juicio es la única serie española que hace reír de verdad. No es nada fácil dejar atrás al todopoderoso Luisma, que sigue siendo grandísimo, pero lo ha conseguido. Mauricio es desde hace unos meses el verdadero capo de la serie.

PD: Por cierto, tengo un par de amigos sudamericanos a los que les encanta, lo que viene a demostrar que el humor bien hecho y sin malicia no ofende a nadie.

PD2: Estás de acuerdo, ¿o tienes otro personaje favorito en la televisión?

PD3: ¡¡Ayyyyy!! Se nos hace mayor ‘rbk’… coche nuevo y año más… ¡FELICIDADES GUAPA!

Envía el post:

http://www.wikio.es

El baile de la ‘chonguinada’, ¿clave en el robo de las 600 zapatillas ‘repes’?

Y seguro que los ladrones se frotaban las manos cuando robaron 600 zapatillas del Mercado Modelo de Huancayo (Perú). Me hubiese gustado ver sus caras cuando se dieron cuenta de todas eran del pie izquierdo. Hace falta ser tonto, vamos, que como ladrones no llegan ni a becarios.

Ahora, la encrucijada queda de la siguiente manera: los comerciantes tienen 600 zapatillas derechas y los ladrones 600 izquierdas. Podríamos estar ante un acuerdo histórico. De hecho, los primeros ofrecen buena recompensa por la devolución. Lo que sea con tal de que estos pequeños cabroncetes, que no quieren para nada ese botín, terminen por tirarlo, quemarlo o qué sé yo.

Eso sí, también hay que valorar el grado de caraja de aquí mis amigos los comerciantes, porque para que te quiten seis centenare de zapatillas tienes que andar un pelín a por uvas. O eso, o les pillaron en plena ‘chonguinada’, un baile muy típico de este mercado que se baila… así:

PD: Estoy tan sumamente consternado, tanto por el robo como por el baile, que no tengo nada más que añadir. Lo siento.

PD2: Bueno sí, una pregunta: ¿Prefieres la ‘chonguinada’ o a la dulce Amapolita?