Resulta que últimamente los jerifaltes de Apple pasan más tiempo en el juzgado que en su cuidada oficina del mundo ideal que han diseñado en Cupertino, en la cálida California. Sus continuos litigios con Samsung, de los que suelen salir escaldados, son sólo una muestra de ello. Ahora, está a punto de llegarles otra citación judicial, ésta no de una gran compañía adversaria, sino de un usuario que se siente defraudado por los productos de la firma de la manzana.
El denunciante es Chris Sevier, que acusa a Apple de haberlo convertido en adicto al porno. Resulta que iba tan feliz con su iPhone e intentó acceder a Facebook, pero por error (¡!) entró en F*ckbook, un site que por lo visto aloja archivos calificados X (prometo que no lo he visitado nunca). Desde esa primera visita, Sevier quedó tan impresionado por lo que vio allí (O_O) que ahora sufre «una adicción no deseada» a las páginas porno, con el consiguiente deterioro para su vida social y de pareja. De hecho, acusa a la compañía de provocar una «competencia desleal entre su mujer y las bellas jóvenes que salen en los estos vídeos».
Argumenta Sevier que los iPhones deberían venir configurados por defecto «en ‘modo seguro’, con un software que permitiera filtrar los contenidos pornográficos». Se apoya en que Apple alardea de ser una compañía «preocupada por los valores de la sociedad estadounidense y el bienestar de los niños de nuestra nación», pero que al no proporcionar este software preventivo «ataca al buen sexo, es cómplice del tráfico sexual y la prostitución infantil (¡ojo!) e, incluso, perjudica a los sex shops»·
Apoyado en estas razones, supongo que Sevier albergará la lucrativa idea de arañar un buen pellizco de USD a los muchachos de Apple, pero tengo la impresión de que la defensa de la tecnológica debe ser razonablemente fácil. ¿Qué tienen que ver ellos en que el caballero fuera incapaz de darle al aspita para cerrar la página y volver a intentar cargar Facebook? ¿Qué culpa tienen de que su santa esposa no pueda competir en belleza y proactividad sexual con las jóvenes actrices porno? Es más, ¿en qué mundo vive Chris que no sabe de la infinidad de contenido XXX que pulula por la red? Esta vez sí, atisbo una victoria de Apple en los tribunales. Sin que sirva de precedente.