Entradas etiquetadas como ‘adiccion’

Su adicción al atún está arruinando su vida amorosa: «Como 15 latas a la semana y huelo demasiado a pescado»

La obsesión de un hombre por el atún enlatado le está costando relaciones y nadie puede culpar a sus conquistas de alejarse al detectar un profundo olor a pescado. O_O ¡¡¡Peor que una mofeta!!!

Esta historia inverosímil le pertenece a Tyler, un caballero residente en la ciudad de Lawrence, Kansas (EE UU), que se ha hecho muy notoria por aparecer en el programa Mi extraña adicción. Lee el resto de la entrada »

Así es Coco, el primer perro en recibir un tratamiento por su adicción al alcohol

Unos veterinarios, en Plymouth (Reino Unido), se apresuraron a salvar la vida de un labrador retriever que se había vuelto adicto al alcohol, porque su difunto dueño dejaba sus bebidas en el patio de la vivienda.

Coco, un cruce de labrador de dos años, casi pierde la vida y pasó un mes en cuidados intensivos después de volverse adicto al alcohol. El personal del Woodside Animal Welfare Trust rescató a Coco y a otro perro después del fallecimiento de su propietario, pero no tenían ni idea de los problemas que tenían los dos canes. Lee el resto de la entrada »

Se divorcia tras diez años de matrimonio porque su marido es adicto a la pesca

Una mujer se separó recientemente de su esposo, tras una década de matrimonio, por su adicción a la pesca, un pasatiempo que a menudo anteponía a su familia. O_O Una sorprendente manera de escaquearse de casa.

Según un caso de divorcio presentado ante el Tribunal Popular de la provincia de china de Shandong, la mujer, de apellido Zhang, afirmó que ya estaba harta de soportar la atracción casi enfermiza de su marido por la pesca. Lee el resto de la entrada »

Tiene 18 años y es adicta a comer plástico

«Cuando haya que reclutar a un ejército freak, ¡vos tenés a muchos candidatos!». Me lo decía en Twitter Gaby, la corresponsal trasatlántica más destacada de este blog, cuando le comentaba que el post de hoy lo protagonizaba una joven de 18 años adicta a comer plástico.

La muchacha en cuestión (la adicta al plástico, no Gaby) se llama Kailyn y es natural de Sacramento, California (Estados Unidos). Participa en el programa My strange addiction, que seguramente ya conocéis, porque por el blog han pasado ya más de una decena de adictos a comer cosas raras (parece que Gaby no va muy desencaminada y podemos montar como mínimo un escuadrón, aunque en caso de guerra no sé de qué forma nos serán útiles personas que comen sofás o duermen con secadores).

Kailyn es incapaz de dejar de comer plástico y protagoniza una de las historias de esta tercera temporada, en la que también podremos ver a un hombre que se siente atraído sexualmente por su coche. Dado que este muchacho no nos valdría ni de señuelo en la supuesta rebelión de los frikis, concentrémonos en Kailyn, que bastante tenemos con eso.

Lleva once años dedicándose a comer plástico y, dado que muchas veces prefiere eso a ingerir alimentos, no os extrañará que en ese tiempo se haya jalado 60.000 artículos de plástico. ¡¡60.000!! No es lo mismo decirlo que verlo. Imaginad 60 cositas de plástico. Ahora 600. Ahora 6.000. Y ahora, si os cabe en la imaginación (yo es que tengo la imaginación pequeña y me hace tope, así que no puedo) dibujad en la cabeza 60.000 cacharrillos de plástico. Yo ya me doy por desayunado, comido y cenado, gracias.

En el vídeo vemos cómo la pequeña Kailyn muerde botellas de agua, mandos a distancia, tenedores de plástico… y como es un tema suculento (bueno, igual no es la palabra más adecuada), la prensa anglosajona le da mucha bola. En los diarios británicos podéis leer (aunque también sale en el vídeo) que Kailyn lleva la cuenta y cifra su dieta plastificada en 50 perchas, 1.000 espaditas de cóctel, 100 tenedores, 10 botellas de agua, 5.000 bolitas, 12 mandos a distancia… ¡¡12 mandos a distancia!! Por Dios, compren una televisión de las antiguas, que no tenían mando y tenías que levantarte para cambiarla.

[offtopic] Mi hermano una vez pulsó los ocho botones de la tele a la vez para ver «si se veía un canal nuevo», pero lo único que consiguió fue una tele que a partir de entonces no funcionaba[/offtopic]

Cuenta que más que el sabor lo que le gusta es la textura y que su comida favorita, por si no os habíais dado cuenta, son las espaditas de cóctel, que consigue en el restaurante en el que trabaja. Supongo que es su favorita porque le sale gratis y se siente como una especie de faquir cada vez que engulle una.

En cualquier caso, después de que terminéis de leer el post de hoy (si habéis llegado hasta aquí, claro) os mando deberes: quiero que penséis que cualquier día de estos se nos rebelan los frikis y nos va a faltar espacio en el búnker antizombi para escondernos… y quiero que no olvidéis que hay gente por ahí que se siente atraída sexualmente por su coche. Para que os montéis en cualquier vehículo así sin preguntar ni nada…

PD: Hace tiempo que no lo digo y es un buen momento para recordarlo… ¡cómo están las cabezas!