En el magazineLa Mañana de Chilevisión, se habló del premio Artista Ícono, que es un collage de gran formato, y que en esta edición del certamen fue para Miguel Bosé. Como la obra es muy grande, el cantante español no se la pudo llevar cuando abandonó el país. Lee el resto de la entrada »
El reportero mexicano Javier Hernández ya era conocido en la pequeña pantalla, pero nunca había alcanzado tanta fama tras responder con una patada, al más puro estilo Jackie Chan o Bruce Lee, a las amenazas verbales de un hombre en estado de embriaguez. O-O
Todo comenzó cuando el periodista realizaba una conexión en directo, en la localidad de Saltillo, donde informaba sobre una camioneta cargada con bebidas alcohólicas que circulaba en sentido contrario y, posteriormente, paró en un sitio prohibido. Lee el resto de la entrada »
Un brazo como salido de la nada aparece en directo, con un cárdigan en la mano, para sorpresa de la presentadora Liberté Chan, encargada de conducir el espacio del tiempo en el canal KTLA, en Los Ángeles. Le piden que se lo ponga (más bien le obligan) y le ayudan a hacerlo. ¿¿¿???
«¿Por qué? ¿Hace frío?«, pregunta Chan. No, «por algunos e-mails«, le responde una voz (la del presentador del informativo). «¿En serio?», añade la joven, incrédula. Con todo, la chica se coloca la ropa y se lo toma con humor haciendo un chiste y se compara con una bibliotecaria (profesión considera muy recatada en su indumentaria). Haciendo otro guiño televisivo: «¿Pero esto qué es?». Lee el resto de la entrada »
Chinos y coreanos del sur no paran de innovar en sus programas de televisión para lograr la máxima audiencia. Y como ya se sabe «tiran más dos tetas que dos carretas«, sino que se lo digan al magnate albanés de los medios de comunicación que muestra a sus presentadoras enseñando en directo más de lo preciso, han retado a l@s espectador@s a que se toquen el busto de la manera más complicada posible.
Ahora, en un alarde de originalidad, a un conductor de un ‘talk show’ de un canal holandés se le ocurrió usar el seno de una complaciente espectadora para probar cómo sabía la leche materna.
Me imagino que Paul de Leeuw, así se llama el ‘angelito’, querría recordar su más tierna infancia, y le debió parecer más atractivo succionar una teta durante unos segundos, que montarse en un tacataca o sentarse en una trona gigante y que le dieran de comer un potito.
Eso sí, y siendo honesto, hay que alegar en su defensa que el programa trataba sobre una asociación de mujeres que fomenta el intercambio de leche materna. Y De Leeuw, que debe ser un tipo de lo más avispado, no dejó pasar la oportunidad y preguntó con todo el descaro del mundo si alguna voluntaria le dejaría catarla.
En contra de lo que podríamos pensar, una mujer entre el público se quitó el sacaleches que estaba manipulando y cedió su seno al presentador sin ningún problema, diciéndole: «Bueno, si no muerdes, puedes probarla«.
El remate a este momentazo de ‘éxtasis televisivo’ fue la frase pronunciada por el señor De Leeuw tras saborear el delicioso elixir: «Encuentro que el segundo pecho sabe mejor, y puedo decir que ayer comiste espárragos«. Cualquier comentario que añadiera rompería la magia de estos segundos impagables para la historia de la pequeña pantalla.
Hay algunos que no pierden el tiempo ni en los descansos de un partido de la NBA. Mientras los comentaristas analizaban el encuentro entre Portland Trail Blazers y New York Knicks, a sus espaldas, un espectador está enfrascado en otros menesteres que nada tienen que ver con el deporte. Su ‘curioso’ entretenimiento: hurgar en una de sus fosas nasales. Me imagino que en busca de un preciado tesoro, dada su insistencia.
Tras esa prospección casi petrolífera, al estilo ‘Gigante‘ o ‘Pozos de ambición‘, el individuo, como si nada hubiera pasado, guiña el ojo a los televidentes orgulloso tras haber conseguido su propósito.
PS. Menos mal que fue respetuoso y no se llevó el ‘premio’ a la boca.
Alexander Mandón es una suerte de Jeremy Reed, el protagonista de ‘Powder, pura energía‘, pero sin aparentes capacidades sobrenaturales, si es que consideramos natural el hecho de haber sido alcanzado por un rayo cuatro vecesy haber sobrevivido sin mayores consecuencias. Lo que no podía imaginar el señor Mandón es que convertirse en un pararrayos humano le trajera consigo la desgracia de tener que dejar el ejército en el que prestaba sus servicios.
Alexander era soldado del batallón colombiano de infantería Rifles, en Cartagena de Indias, y en el ejercicio de su profesión, fue impactado por tres rayos. El primero lo soportó sin apenas inmutarse, pero los dos siguientes fueron más fuertes. Ante semejante panorama y temiendo que alguna descarga eléctrica le alcanzara rodeado de compañeros a los que pusiera en peligro, su comandante decidió apartarlo del pelotón y enviarlo a casa… ¡donde le alcanzó un cuarto rayo! La descarga fue aún más contundente que las anteriores y, según cuentan, «quedó tembloroso y ¡hasta le cambió el peinado!» (OMG!).
La preocupación del comandante se trasladó de inmediato a los familiares de Alexander, que buscaron algún remedio al asunto. De momento, la solución que han encontrado ha sido enterrarlo de cuello para abajo y con la piel en contacto con la tierra, para hacer masa y descargarse del todo de la energía que ha venido recibiendo. La imagen parece sacada de un manual de tortura, pero a más de un compañero le ha arracando una sonrisa y un comentario socarrón.
De momento, el hombre sigue on fire, así que pasa las horas encerrado en casa o enterrado hasta el cuello, para no tentar con su sola presencia a las crueles fuerzas eléctricas de la naturaleza, que se están ensañando con él sin contemplaciones.
El premio al ladrón más estúpido de abril ya está asignado, y eso que el mes no ha hecho más que comenzar. Es un ratero de la ciudad australiana de Perth que, muy valiente él, se hizo con el bolso de una señora por el método del tirón. Pero no es por su poco original forma de apropiarse de lo ajeno por lo que le hemos asignado el galardón. Es por su patética huida.
El muchacho salió corriendo como alma que lleva el diablo por el centro comercial en el que perpretró su ‘hazaña’, pero no apreció que un cristal se interponía entre él y el coche en el que iba a emprender la fuga. El golpe que se llevó -bien empleado le está- le dejó tendido en el suelo y semi insconsciente. Varios paseantes del centro comercial acudieron a socorrerlo sin saber que era un caco de tres al cuarto, hasta que su compañero de correrías apareció para llevárselo a tirones y lo subió al coche en el que dejaron atrás la escena del crimen.
La policía de Perth anda tras su pista y, dado que no parece tener ni la milésima parte del talento de Erik, ‘el Belga’, doy por supuesto que no tardarán demasiado en echarle el guante.