Archivo de agosto, 2012

Un restaurante te descuenta el 5% si no usas el teléfono móvil

Cuando los teléfonos móviles se popularizaron, hace más de 15 años, a mí me molestaba muchísimo que la gente fuese hablando por la calle con ellos. Ahora parece una tontería, pero entonces yo no terminaba de entender cómo los había que priorizaban la charla telefónica a la charla personal. Vamos, que no entendía por qué muchos se afanaban en hablar con alguien a quien tenían lejos obviando y haciendo el vacío a quien tenían cerca.

Después llegaron los SMS y la cosa se puso aún peor. Los había que no leían ni los rótulos del telediario y estaban todo el día enganchados al teléfono. Y luego llegó el Whatsapp, ese arruinacitas, arruinacenas, arruinatodo. Alguna vez os habrá pasado: estáis hablando con alguien cara a cara y suena el ruidito. La conversación se para, él saca el teléfono y te dice: «Espera un segundo». Responde y lo vuelve a guardar. La conversación se retoma, vuelve a sonar, y esperas «otro segundo». Al final, es más fluida la conversación textual que la oral… y así nos va.

Por eso el Eva Restaurant de Los Angeles ha propuesto una iniciativa interesante: ofrece un 5% de descuento a quienes no usen el teléfono móvil durante su estancia en el local. En el mundo ideal valdría la palabrita de niño Jesús de no usar el aparato, pero como nos conocemos y no somos de fiar, si quieres el descuento tienes que dejar el teléfono en la entrada.

FOTO: kreyten

La idea surgió hace algo más de un mes, según cuenta CNN, para hacer hincapié en que el local es un sitio familiar. No en vano, lo regenta Mark Gold junto a su esposa, Alejandra, y cuentan que «se trata de sentirse en casa y queremos dar ejemplo».

Alrededor de la mitad de los comensales optan por dejar el móvil, no sé si tanto por el descuento o por tener una cena tranquila con la excusa perfecta. Hasta ahora había restaurantes que te cobraban un extra por cada vez que usaras el teléfono y otros que tienen terminantemente prohibido su utilización, pero sobre descuentos no teníamos constancia (ni yo, ni CNN, que es donde leí la información).

A mí me parece una idea genial, pero entiendo que habrá gente que no podrá soportarlo. Como aquellos que se vean obligados a hablar durante la comida y descubran que no tienen nada que decirse. ¡Ah! ¡Y los instagramers! Si no pueden hacer fotos a la comida, ¿qué harán? ¿Llevarse gatos al restaurante?

PD: ¿Dejarías el móvil en la entrada del restaurante o ya no puedes vivir sin él?

La mujer que no sabía por qué todo el mundo le regalaba flores

Nuestro sistema inmunitario ha sufrido unas cuantas actualizaciones en los últimos tiempos. Hay una, que aún está por ser perfeccionada, que te permite esquivar los papeles de «Coma en este restaurante» que te dan por la calle; otra, que te vuelve sordo cuando ves a un hippie saltando mientras toca la flauta; y una más, perfectamente asimilada, que te lleva a rechazar todo lo que te ofrecen en la calle y es susceptible de ser cobrado como por ejemplo, las flores.

Por eso no es de extrañar que la protagonista del vídeo que da sentido al post de hoy lo primero que haga sea decir «No» a un señor desconocido que le intenta regalar flores. «¿A santo de qué?», pensará la mujer. No me extraña, yo hace años que lo único que cojo en la calle es mi edición de 20 minutos para leérmelo en el metro.

El problema para la muchacha es que, según va avanzando, más y más gente se le acerca a regalarle flores hasta que claro, al final termina aceptando. Educadamente recoge una flor, otra, otra y otra y otra más hasta que se junta con un manojo considerable. Mientras tanto, todo está siendo grabado en vídeo sin que ella se dé cuenta.

Cuando la pobre protagonista (Teresa), se ve con ese ramo, ya empieza a olerse la tostada. Al fondo está su novio (Jack), que iba con ella pero había desaparecido… y de repente lo encuentra vestido de gala y con un micro. Cerca hay un escenario… todos hemos visto suficientes vídeos de YouTube como para saber que si te ves dentro de ese contexto te van a pedir matrimonio.

Y así fue como pasó. El día 2 de agosto, Jack pidió matrimonio a Teresa con la ayuda (y presencia) de un montón de desconocidos en el Instituto de Arte Contemporáneo en Boston. Ahí había sido su primera cita y ahí es donde Jack se la jugaba: daban por hecho que se iban a casar, pero jamás lo habían dicho en voz alta. Como la respuesta no iba a ser un problema, decidió que el rompecabezas sería la pregunta.

Después de ver el vídeo es cuando uno piensa… Jack tiene que haber involucrado a mucha gente para todo esto, ¿no? Las cámaras repartidas por todos sitios, los de las flores, los músicos… Ahí es cuando entras a la web de la pareja y descubres una hilera casi interminable de colaboradores.

PD: Quería contaros esta declaración de amor sin que fuera el rollo de siempre («una original forma de pedir matrimonio que blablabla»).

Iniciativa en Canadá para acabar con los cotilleos

– ¿Te has enterado de lo que ha hecho Juan? Se ha liado con María y le ha dicho a Raquel que solo habían quedado para hablar.
– Peor es lo de Miguel, que le ha ido con el cuento al jefe de que Ramón le había criticado el otro día.
– Bueno, bueno, bueno… y no te he dicho. ¡Creo que Bea está embarazada!

Os suena todo esto, ¿verdad? Podría ser una clásica conversación del café de cualquier empresa española, donde corren más rápido los rumores que la fibra óptica. Tienen su punto divertido cuando los cuentas o te los cuentan, pero si eres el protagonista y todos hablan de ti termina siendo un poco tedioso.

Pues bien, eso tan típico en España podría tener los días contados en Canadá, porque la iglesia protestante más grande del país, la United Church of Canada, está promoviendo una iniciativa entre sus fieles para acabar con los cotilleos.

Dice la Iglesia en uno de sus congresos que los chismes son equiparables a «las apuestas y otros males de la sociedad» y que hay que acabar con ellos. Supongo que eso conllevaría el cierre de varios diarios deportivos y de toda la prensa del corazón en la zona, porque sin cotilleos, chismes y rumores solo podrían llenar media página de información.

FOTO: Duncan~

Además, según la congregación los cotilleos son equiparables al falso testimonio, algo que apoya también el antropólogo Jerome Barkow, quien declaraba a una agencia de noticias que (oh, sorpresa) los cotilleos no suelen ser fiables por norma general.

La teoría de Barkow es que la gente chismorrea información que refuerza su éxito social y que no necesariamente es cierta. Me explico: ponemos maquillaje a nuestras cosas malas y encendemos el ventilador para esparcir la mierda de los demás, mientras convertimos un puñado de arena en una playa.

Qué queréis que os diga… me da a mí que la iniciativa va a tener muy poco éxito, ni en Canadá, ni en ningún sitio. La gente dejaría de quedar los viernes por la noche, se acabarían las cañas a la salida del trabajo y las cenas de Nochebuena con la familia perderían todo el sentido.

PD: Con lo divertida que es la vida de los demás, ¿cómo vamos a dejar de comentarla?

Lo más raro que ha pasado durante la semana (6-12 agosto)

Entenderéis que os cuente las cosas raras a semana vencida, porque entre el estrés que nos deja la derrota del baloncesto, la ola de calor y esas pequeñas tragedias cotidianas no hay quien saque diez minutos de resuello para recopilar frikismo. En fin, lo importante es que todos estamos bien y nos podemos sentar a disfrutar de estas chorradas que nos da la vida. Ya sabéis, lo que vais a leer son cinco historias locas que no hemos podido contar entre semana, pero que deberíais conocer.

1. Organiza un funeral para su coche

Hay gente que le coge mucho cariño a su coche. Y cuando digo mucho… es mucho. No obstante, los hay que ahí han pasado numerosas aventuras y algún que otro escarceo amoroso. Normal que al final lo sientas como de la familia. Ahora bien, no sé si hay que llegar al extremo de Harry Ettling, que le ha organizado un funeral a su Honda Civic del 82. Para darle las gracias por sus 273.000 kilómetros de servicio, el vecindario despidió al pequeño Bluey (por más que de azul le quedaba ya bien poco) con una marcha funeraria llena de fanfarria. Estas cosas solo pasan en Nueva York.

2. Conducía semidesnuda para sorprender a su novio

Como decía una profesora mía de literatura: «En el amor ya está todo inventado». Por eso es mejor no ponerse a innovar y las sorpresas darlas a la forma tradicional (con bombones, con un viaje o con una colonia), porque puede ser que nos vengamos arriba y nos pase lo que a Mandy Ramnsey, una profesora de 35 años que fue detenida en Florida (Estados Unidos) mientras conducía en top less (a toda pastilla y huyendo de la Policía) para darle una sorpresa a su novio, según contó ella misma. En su huida se saltó un Stop y se llevó un árbol por delante. Además, explicó que no se había parado porque conducía sin la parte de arriba (como si no fuese culpa suya) y tuvo que pagar 4.000 euros de fianza. Al final la sorpresa se la dio… vaya si se la dio.

3. Una sirena que vive en una piscina

Todos tenemos algún sueño de pequeño que no hemos llegado a cumplir. Yo no he llegado a jugar en el Real Madrid, mi amigo Jorge no ha logrado ser astronauta y mi primo Serafín no ha conseguido que su nombre se vuelva a poner de moda, por más que insiste en que «todo vuelve y esto está al caer». Sin embargo, Pauline Long, una estadounidense de 56 años, sí ha conseguido el suyo. Ella, desde pequeña, quería ser una sirena, y ahora lo ha conseguido. Pauline y otras 23 mujeres están pasando el verano en piscinas públicas disfrazadas de sirenas, cumpliendo un sueño de la niñez y sin haber perdido la cabeza (esta vez la mujer no se cree un ser del mar): «Si no lo haces de niño, ¿por qué no puedes de mayor? ¿Quién te dice que no puedes?», cuenta la señora.

4. Quería dar de comer palomas a los niños pobres

No sé qué haría yo sin mi corresponsal transatlántica, Gaby. Ella fue quien me contó que habían capturado a un preso que había escapado de una cárcel vestido de mujer y ella fue quien me resolvió la duda que me embargó cuando leí en la prensa argentina que un político de Córdoba había propuesto alimentar a los niños pobres con palomas (sí, las ratas del aire). Le escribí apurado preguntándole si estábamos locos de remate y me confirmó que el tipo había sido destituido de su cargo. La idea, del señor Oscar de Allende, se la aplicaría yo a él: si tan buen alimento le parecen las palomas… ¿por qué no se las empezamos a incluir a él en el menú?

5.  ¿Qué te apuestas a que aún quepo?

Sabéis que, en la medida de lo posible, me gusta cerrar el post con un vídeo alegre, una cosa simpática que nos alegre el día, que nos deje buen sabor de boca, que si nos viene un rato malo nos venga a la cabeza y pensemos: «¡Qué demonios!». El vídeo de hoy lo protagoniza un señor, que bien podría ser luchador de sumo, y su flotador. No lo intenten en casa, y mucho menos sin agua, pero… ¿alguna vez os habéis preguntado si todavía cabéis en un flotador?


PD: Y… ¡ya es casi viernes!

Compró un televisor y recibió un rifle de asalto en su lugar

Luego dicen que la televisión no promueve la violencia, que todo depende de la educación que recibas, blablabla. No, amigos, la televisión es un arma potencial. Si no me creéis, fijaos lo que le ha pasado al estadounidense Seth Horvitz, que compró a través de Amazon un televisor de alta definición y en su lugar recibió un rifle de asalto (y ni rastro de la tele).

Seth, que vive en Washington, esperaba con ansia su nuevo televisor de pantalla plana para usarlo como monitor de su ordenador. Sin embargo, cuando llegó el pedido, tanto él como su esposa, embarazada (este dato no aporta nada, pero como lo sabemos os lo cuento), se dieron cuenta de que algo fallaba.

Es evidente que por plana que fuese la tele no podía caber en la caja alargada que le habían entregado. Efectivamente, al abrirla, el pobre Seth se encontró con que le habían entregado la televisión 4.0 o, lo que es lo mismo, un rifle de asalto para que te montes tú mismo, en vivo y en directo, una película de acción por el barrio.

Descolgó el teléfono y llamó a la Policía, que se hizo cargo del arma y se puso manos a la obra para investigar qué podía haber fallado. Poco después descubrieron que el arma tenía como destino una tienda (de armas, no de televisores) en Pennsylvania, pero que por alguna extraña razón había terminado en Washington.

No sabemos si en la tienda de armas recibieron una televisión. Ignoramos también si creyeron que habían gastado 1.700 euros en un arma ultramoderna, con camuflaje en forma de televisor, que se transformaba en un rifle de asalto como si de un Power Ranger se tratara.

Cuenta Seth que cuando recibió el paquete creyó que eran los cables de la tele y que preguntó si había otra caja para él dentro del camión. No la había. Y así fue cómo relacionamos la violencia con la tele y con los juegos de ordenador, ya que al fin y al cabo iba a usar la pantalla como monitor.

PD: Ni yo ni este blog seríamos nadie de no ser por el gran @juancmarti, artista y genio de los Monos de Herrera, que fue (una vez más) quien me dio este chivatazo.

Una pareja británica viaja por todo el mundo casándose una y otra vez

Casarse, generalmente, implica cierto jaleo. Lío a la hora de organizar las mesas, de elegir el sitio, el menú, a quién invito y a quién no… Sí, sé que ahora los que comentarán serán los de «pues yo invité solo a cinco amigos blablabla», pero lo normal no es eso. Lo normal es follón y comeduras de cabeza. Ahora imaginad eso, pero multiplicado por 30 y en distintas partes del mundo.

Es lo que están haciendo Alex Pelling y Lisa Gant, una pareja británica de Manchester que quería conocer mundo, hacer amigos y darse el «sí, quiero». Por eso vendieron todas sus posesiones y empezaron un viaje que les llevaría por un montón de rincones en los que se dirían «sí quiero, sí quiero, sí quiero, sí quiero…» así hasta 30 veces, tantas como bodas iban a celebrar.

Dicen en su blog que son muy románticos y que querían hacerlo de forma un poco especial: vamos, que no tenían intención de ir de iglesia en iglesia casándose, sino que querían algo distinto, pero les costaba encontrar una cosa que les convenciera. Por eso decidieron que lo mejor sería inspeccionar cada uno de los destinos para encontrar el lugar ideal en el que casarse.

Distintas tradiciones, distintas culturas, distintas bodas… toda una aventura para «viajar, encontrar amigos y divertirse», según cuenta Lisa. El viaje está previsto que dure dos años y ahora mismo se encuentran en Sudamérica (en Chile, concretamente), después de atravesar Centroamérica, Estados Unidos y Canadá. «A este paso, vamos a terminar con más de 30 ceremonias», dice Alex (llevan 20, contando la primera, que fue en Manchester al estilo tradicional).

Cuentan que la boda es una excusa y que al final lo bonito es todo el procedimiento, desde que la gente les propone ideas a través de las redes sociales, hasta que dicen el sí quiero, pasando por todos los amigos que hacen en cada viaje. Si te gusta la idea, pero no quieres casarte, puedes participar en algunas de sus ceremonias: tan fácil como hacer una donación para la pareja o para Unicef.

En su blog, además de las bodas, hablan de todas las peripecias que pasan en los países. Hombre, al final tanta ceremonia puede resultar pesada (teniendo en cuenta que a las bodas se va, fundamentalmente, por el banquete), pero a mí un poco de envidia sí me dan, ¿eh? ¡Menudo viaje de novios se están pegando!

PD: ¿Serán todas las noches «noches de boda» y todas las lunas «lunas de miel»?

Cae un médico falso por las erratas que tenía su diploma

Salvo Carl Lewis, poca gente es muy buena haciendo dos cosas. Por ejemplo: mi amigo Miguel es muy bueno comiendo, pero no sabe ni freír un huevo; Ruiz-Mateos es un crack dando capones, pero se le atraganta manejar una empresa, Trolly es un genio insultando, pero no es capaz de aplaudir… seguro que se os ocurren muchos más ejemplos.

En esta lista de hábiles para unas cosas y nefastos para otras entraría también Fernando Javier Riquelme, un chileno de 25 años que fue despedido en su primer día de trabajo después de descubrir que había falsificado el diploma que le acreditaba como cirujano.

Probablemente Fernando Javier no se explicaba cómo podía haber pasado. Me lo imagino sentado en su casa, dándole vueltas al asunto: «¿Cómo han posido descubrirme? ¡La falsificación era perfecta!». Pues sí, amigos, la falsificación del diploma no estaba mal: el papel, el sello, el cambio de tipografía… solo le sobraban las dos faltas de ortografía que le había clavado.

Porque el pobre muchacho seguro que es un genio de las tecnologías, pero el único libro que debe de haber en su casa estará calzando una mesa coja. De otro modo no se entiende que se adjudique en el diploma la «Distinsión máxima» (sic) y que confiera el título de médico «Ha Don Fernando» (sic), como podéis ver en la imagen que adjunto a la derecha.

Al final, el pobre terminó confesando que no era médico, según recoge la prensa chilena, y que había iniciado su carrera en otros hospitales antes de llegar a su nuevo puesto de trabajo, aunque nunca como cirujano, afortunadamente para quienes fuesen operados en esos centros.

De momento, a Fernando Javier le han quitado el estetoscopio y ahora se enfrenta a tres años de cárcel por querer cumplir su sueño sin pasar por la universidad (casi diría yo que ni por el colegio) y a costa de la salud de los pacientes.

PD: Por si acaso, cuando lleguéis a vuestro médico, le preguntáis… «¿no tendrá usted por ahí su diploma?».

La foto más nítida del monstruo del Lago Ness, ¿cómo dudar de su existencia?

Más misterios becarios

Muy buenas, queridos amigos, sed bienvenidos un día más a este apasionante viaje del troncomóvil del misterio que nos lleva a conocer todos esos secretos de la humanidad que nos quieren esconder y que nosotros destapamos gracias a nuestro ingenio, nuestras fotos borrosas y nuestros ruidos que podrían interpretarse como cualquier cosa.

La actualidad nos lleva hoy hasta el Lago Ness, el famoso Lago Ness donde habita desde tiempos inmemoriales un monstruo que, gracias a Dios, no tiene necesidad de reproducirse y por eso ha aguantado siglos escondido bajo sus aguas. Pues bien, amigos, ese monstruo al fin ha sido fotografiado de una forma muy nítida, tan nítida como aquella vez que miraste por los prismáticos de tu abuelo y no les quitaste la tapa. Nítida, nítida, nítida, como bien dice el autor de la imagen, George Edwards, que ha pasado 60 horas a la semana durante 26 años buscando al monstruo… y al fin lo ha encontrado.

En noviembre del año pasado, este patrón de barco que se dedica a llevar turistas por el lago (de modo que no tiene ningún interés lucrativo en la existencia de este monstruo) fotografió lo que, sin duda, es el terrorífico animal. A los hechos me remito: mirad que claridad, qué realismo, qué… en fin, juzgad vosotros mismos.

Cuenta nuestro amigo George que ha publicado ahora la foto porque no quería precipitarse, de modo que se la envió a expertos estadounidenses para que la verificaran. Según George, sus amigos militares le han confirmado que la foto es «real», lo que significaría que no está retocada digitalmente, pero que él traduce como que EE UU acepta la existencia del monstruo (aunque hay varios, según el capitán).

Lo que os digo en el titular de la foto más nítida no es que sea cosa mía, es que hasta otros reputados cazamonstruos lo corroboran. Steve Feltham, sin ir más lejos, famoso premio Nobel en cazamonstruología asegura que es «la mejor foto» de Nessie que él ha visto jamás. Y lleva 21 años buscando al bichejo, que otra cosa no, pero sabe esconderse que no veas.

Obviamente, al igual que el resto de misterios becarios que hemos contado hasta el momento, esta información es irrefutable dado que las pruebas son más que consistentes. Un testimonio veraz, una foto que no da lugar a equívocos… otro secreto destapado pese a que los Gobiernos de todo el mundo lo quieren esconder, bien sabe Dios por qué.

PD: Con la de pantanos que hizo Franco… de haberlo sabido Nessie, se habría venido a España a revitalizar el turismo.

Una muñeca hinchable usada como ‘espantaconductores’

En un capítulo de Hope, el cabeza de familia está empeñado en que pongan una señal de Stop frente a su casa «para hacer un servicio a la comunidad». Dice que así la gente se pararía y él los saludaría, algo que traería alegría y amabilidad al pueblo. Pues bien, eso pasa porque Burt no tenía a mano una muñeca hinchable; de lo contrario el problema lo podría haber solucionado él mismo.

Cuenta la leyenda prensa china que una señora mayor estaba harta de que los conductores atravesaran a toda pastilla el paso de peatones que hay cerca de su casa y que, dado que las autoridades no le ayudaron lo más mínimo, ella decidió tomarse la justicia por su mano.

Cogió una muñeca hinchable (de las que son de plástico duro y ya vienen hinchadas, no sé si tienen un nombre más específico), una cuerda y un poco de ropa atrevida y ató el juguete a un árbol que hay justo al lado del paso de cebra.

La idea es, según cuentan, que los conductores levantasen el pie del acelerador al llegar al paso de peatones, ya sea porque se sientan atraídos por la muñeca como si de una sirena se tratase, o porque piensen: «¿Quién demonios ha secuestrado a esa muñeca hinchable?».

No sé el futuro que puede tener la iniciativa, por original que me resulte, dado que hay mucha gente que a la primera parará, pero a la segunda conocerá el truco. Además, vivimos en un mundo en el que la gente está muy necesitada de amor, y ver la muñeca solo atada con una cuerda es como dejarle a un ludópata el bote de las propinas al lado de una máquina tragaperras.

Algo está pasando con China y las muñecas, porque hace un par de semanas 18 policías salvaron a una que se estaba ahogando. Más historias que sumar a aquellas diez rocambolescas que os conté en septiembre del año pasado.

PD: ¡Ya es casi viernes!

Lo más raro que ha pasado durante la semana (30 julio-5 agosto)

Como dicen en Antes del Amanecer, creer en la reencarnación puede justificar que seamos tan dispersos. A mí la explicación me viene de perlas, porque a poco que me hayáis seguido durante estos años, habréis descubierto que pierdo el hilo dentro de cada párrafo (por eso lo de los múltiples paréntesis y los continuos puntos supensivos). Ahora que si hay algo que demuestre lo disperso que soy es el post dominguero en el que resumimos todas las locuras que han pasado durante la semana y no hemos contado.

1. Abandonan a su hija en el aeropuerto para irse de vacaciones

¡Cuánto daño ha hecho Solo en casa! Desde que salió esa película mucha gente ha creído que no pasa nada por irte de vacaciones sin tu hijo, que él se las puede apañar solo y que es posible disfrutar mientras él se queda en casa. Quizás por eso un matrimonio polaco abandonó a su hija en el aeropuerto después de comprobar que tenía el pasaporte caducado. Ambos volaban a Grecia y llamaron a la abuela para que se hiciera cargo de la criatura, pero como no iba a llegar antes de que despegara el avión, dejaron a su hija en un mostrador y se marcharon. La encontraron, llorando, los de seguridad, y los padres se enfrentan a cinco años de cárcel.

2. Multa en Italia por decir «no tienes huevos»

Muchos divorcios y muchas noches borrosas en España empiezan con un «no hay huevos a…». Pues bien, ojito si vais a Italia porque han multado a un tipo que le dijo a su primo: «No tienes cojones» (sic), según recoge la prensa local. Según el juez, la expresión «además de vulgar, es injuriosa», porque insinúa que el insultado es peor por carecer de testículos. Aún no han dirimido el importe de la multa, pero como dice mi amigo Pablo, «si hacen eso en España… rescatamos a Bankia». Vamos, solo con la canción de Los Mojinos Escozíos nos sacamos un pico.

3. Toda la infancia metida en un jarrón

Como regalo de boda, su madre le dio una lámpara-jarrón de vidrio que recogía toda su infancia. «¿Cómo es posible esto?», os preguntaréis. Básicamente porque su madre, cada vez que le iba a lavar unos pantalones, vaciaba los bolsillos y guardaba el contenido de estos en un jarrón, que a la postre ha terminado siendo un regalo de bodas lleno de sentimientos, recuerdos… y objetos inservibles.

4. Le conceden el divorcio porque su marido huele mal

Como decía una pegatina en la que salía Bart Simpson duchándose: «Una vez al año no hace daño» (¿por qué demonios conservo estos recuerdos de escaso valor?). Algo que no parece haber entendido Zhang, un taiwanés de 47 años del que su mujer se ha divorciado porque huele peor que mal. Parece ser que hay perfumes hechos con esencia de vertedero que te pondrías antes de pasar una noche con este señor. Los hijos del matrimonio confirmaron que su padre se lavaba unas dos veces por semana, que el calor del verano y el sudor no era tampoco un inconveniente y que cuando le pedían que se duchara respondía: «¿Huele mal? Pues usad perfume».

5. El pequeño erizo

Porque sé que muchos de vosotros no os quedáis tranquilos si no os pongo un vídeo de bichejos, creo que es el momento de que descubráis cómo es un erizo cuando cumple su séptimo día de vida. Cabe en la mano, duerme como un lirón, tiene la piel de abajo blandurria y parece que sueña con ovejas con espinas.

PD: Y alegrad esa cara, que si no os van a confundir con los saltadores de trampolín de los Juegos (gracias, @dutx12).