Archivo de julio, 2012

Lo más raro que ha pasado durante la semana (23-29 julio)

Veeeeenga, que sé que muchos de vosotros estáis deseando que llegue el domingo para pegaros un atracón de deportes (entre Juegos Olímpicos, motociclismo y Fórmula 1) y para hacer un repaso de todas las cosas raras que han pasado durante la semana y los medios de comunicación os han escondido para contaros que estamos en crisis, que el paro sube y blablabla (lo que pasa desde 2008 y ya vemos cada día sin necesidad de que nos lo cuenten). En fin, vamos a ello.

1. Fue padre, abuelo y bisabuelo en solo tres meses

Cuando cumples 60 años, generalmente echas un vistazo al camino recorrido. Salvo que seas Patrick Sloan y en poco más de tres meses te hagan padre, abuelo y bisabuelo. Cuenta Patrick, casado ahora con una mujer 21 años más joven que él, que le inquietaba lo que pudieran decir de «¿padre a tus años?», pero que ahora es todo felicidad. Su hijo Ethan nació en marzo, su nieto Mason, en junio, y su bisnieto Leonard doce días después el mismo mes. Además tiene otros tres hijos y seis nietos.

2. La misma foto a lo largo de 30 años

Cuando van pasando los años y se te van rompiendo tus camisetas favoritas, tus noséqué de la suerte y se te avería el coche te das cuenta de que solo te quedan tus amigos. Algo que saben muy bien John Wardlaw, John Dickson, John Molony, Mark Rumer y Dallas Burney, un grupo de amigos estadounidenses que se hicieron una foto en un lago de California en julio de 1982 y que desde entonces han repetido a cada cinco años.

Cuentan a la CNN que no pensaban hacer de ello una tradición, pero que terminó siéndola. También dicen que «por alguna razón, todos pusimos expresiones oscuras y misteriosas en aquella foto… seguro que pensábamos que era guay». Y así fue cómo se hipotecaron de por vida, viéndose obligados a repetir la pose, el bote y el sombrero. A mí me gusta el detalle y tiene mérito que no se hayan peleado en estos años, sabiendo que la primera foto fue en el instituto.

3. Escondía el dinero en el horno y su mujer lo cocinó

Mucho cuidado con hacer caso a Cantona, sacar todo el dinero del banco y meterlo en cualquier sitio. Mirad si no lo que le pasó a un hombre en Sydney (Australia), que vendió su coche por 12.000 euros, metió el dinero en el horno para que no se lo robaran… y su mujer lo precalentó para cocinar unos nuggets dejando inservibles todos los billetes. Estamos hablando, probablemente, de los nuggets más caros del mundo.

4. Limó los barrotes y se fugó de la celda

No por ser previsible se es menos efectivo. Mira la última de Batman, que la disfruté como un enano aunque desde el minuto uno sabía cómo iba a terminar. Pues lo mismo le pasó a un delincuente argentino que escapó de una celda después de limar los barrotes, según cuenta la prensa local (bueno, a mí concretamente me lo contó @pequeniag). No sabemos si le habían enviado una tarta como a los hermanos Dalton o si la llevaba siempre en el pantalón por si le detenían, lo que sí podemos decir es que Daniel, el delincuente del que os hablo, salió de la comisaría por el techo y saltó por los tejados como si fuera el mismo gato Isidoro.

PD: Para estar acabando julio no está mal el volumen de frikinotis, ¿no?

Solo es capaz de dormir si se pone un globo bajo la camiseta

El otro día estaba jugando mi sobrino con un globo y cada vez que se le iba volando me tocaba ir corriendo a por él, muerto de miedo (para regocijo suyo) porque odio las explosiones de los globos. Al final se explotó, yo me asusté, y a mi sobrino lo contenté diciéndole que se había roto. «Sa toto», repetía el pobre.

No quiero ni pensar cómo sufriría si viviera en la misma casa de Dave Collins, un estadounidense que vive en Little Rock (Arkansas) y que se define como «looner», algo así como un friki de los globos. Lo creáis o no, este fetichismo es ciertamente común y hay mucha gente como Dave, a los que les encanta besar y abrazar globos (a algunos, algo más que eso).

Dave sale en un vídeo de National Geographic contando sus vivencias. Al parecer, al muchacho le gusta besar globos gigantes y, sobre todo, metérselos debajo de la camiseta para sentir el tacto. Justo una de las cosas que a mí más me molestan (siempre que alguien toca un globo pienso: «Lo va a explotar, lo va a explotar…»).

La afición de este joven de 27 años (muy mal llevados, para qué engañarnos) va un poco más allá. El pobre no es capaz de dormir si no lleva uno de esos globos gigantes bajo la camiseta y comparte su cama con una decena de súper globos que cualquier día van a explotar al mismo tiempo y le van a provocar un infarto.

Supongo que son méritos suficientes como para entrar en la lista de gente con vicios raros, como aquella que se chupaba el pulgar todo el día, la que hablaba con la almohada o el que comía cristales.

Ya sabéis que si tenéis alguna costumbre rara o vicio inconfesable es el momento de decirlo, ahora que estamos en familia y nadie, salvo Trolly, os va a juzgar. Yo soy un tipo metódico, pero tengo pocos vicios, ni raros ni normales. Por quitarme me estoy quitando hasta del fútbol, que me da más disgustos que alegrías.

PD: Y… ya es viernes.

Crean una ‘línea caliente’ para que insultes todo lo que quieras

Mi amigo Montoya insulta más que habla. No es capaz de decir una frase sin meter un taco entre medias hasta el punto en que la pandilla de amigos le hemos cambiado el nombre y en vez de Montoya le llamamos Mon… bueno, eso da igual. El tema está en que Mon… toya, va a ser padre (su mujer está embarazada de siete meses) y ha decidido que quiere dar buen ejemplo a su hijo: se ha propuesto dejar de decir palabrotas y ahora, cada vez que dice una, se la apunta en una libreta y mete un euro en una hucha. A este ritmo, en dos meses tiene para dar la entrada de un piso.

El caso de mi amigo no es el único. Vivimos con tanta tensión y estrés que parece que hemos aprendido hebreo y arameo para estar todo el día jurando así. Por eso, dos empresarios alemanes han decidido crear un lugar para desfogar toda esa rabia e ira interna. ¿Un váter gigante? ¿Multitud de aparcamientos para aparcar a la primera? ¿Mandos de la tele a los que no se les acaban las pilas? No, amigos. Han creado una línea telefónica para insultar al interlocutor como si no hubiera mañana.

Da igual si te has enfadado con tu jefe, con un amigo, con tu pareja, con tu alcalde, con el presidente o con las cejas del ministro de Justicia… si lo que quieres es vaciarte de mala leche e insultos sin pisar ningún charco que pueda perjudicarte más tarde, llama a Schimpf-los (algo así como «¡Insultos fuera!», en alemán), que tiene teleoperadores siete días por semana para que les digas todo lo que le dirías a los que te llaman de tu compañía telefónica para ofrecerte nuevos servicios, portabilidad, etc.

Ralf Schulte, uno de los creadores del invento, dice que no juzgan «a la gente que está enfadada», porque es algo «que ocurre y es natural». «Con nosotros puedes desahogarte sin problemas», cuenta el genio.

Seguro que más de uno se ve retratado en lo que cuenta Ralf: «Estás estresado en el trabajo, llegas a casa y tu pareja te regaña… aunque no sea tu culpa». Es lo típico que el jefe te echa la bronca a ti, tu pareja también, tus hijos (si los tienes) te culpan por no llevarlos a jugar y acumulas una cantidad bastante interesante de mala leche que no puedes soltar.

¿Y si eres tímido? No te preocupes, porque también han pensado en eso. Ya que vas a pagar 1,49 euros por minuto, lo suyo es que te den un servicio estimulante. Si el interlocutor ve que no estás especialmente inspirado con los insultos, te provocará con frases que harán que saques lo peor de ti. Un servicio la mar de profesionalizado.

PD: Y si no queréis pagar… siempre podéis hacerlo a la antigua usanza, entrando al blog del becario y dejando los insultos de toda la vida en los comentarios.

Un científico entra en prisión por ‘la estafa de la top model’

A los siete años vi una película de Tony Leblanc que se llamaba Los tramposos, donde el actor practicaba el famoso timo de la estampita. Mi padre me dijo entonces: «A ti que no te engañen con cosas así, ¿eh?» y desde entonces recelo de todo, especialmente de lo que parece demasiado bueno para ser verdad.

Desgraciadamente para él, el físico teórico Paul Howard Frampton no debió de ver aquella película. Por eso, a finales de enero de este año y después de pasar diez días en Bolivia, fue detenido en un aeropuerto argentino por contrabando de drogas. Había enviado una maleta con dos kilos de cocaína envueltos en papel de regalo a, teóricamente, Denise Milani, una modelo checa (Miss Bikini World 2007) a la que había conocido por Internet.

¿Cómo llegó hasta aquí el pobre Paul Howard Frampton, de 68 años? Os cuento. Después de un tiempo de relación virtual con la modelo, ella, teóricamente, había decidido dejarlo todo para irse con él. Así fue como llegó de Carolina del Norte a Toronto, de Toronto a Santiago de Chile y de ahí, a La Paz, donde estuvo 10 días esperando a Denise, tal y como le había pedido el agente de la modelo. Al final, un amigo de la muchacha fue a verle al hotel, le dio una maleta de la joven y le dijo: «Ella te espera en Bruselas».

Nuestro físico viajó a Buenos Aires, donde ella, muy adinerada, le iba a mandar el billete para Bruselas. El problema es que ni llegaba el billete ni había noticias de la muchacha y un amigo de Paul Howard le dijo que no se fiaba de todo ese rollo (uys, cómo no haberlo pensado antes), le convenció de que se volviera a Carolina del Norte y le pagó un billete de vuelta a casa. Nuestro físico facturó la maleta de su chica… y, sorpresa: contenía cocaína. Además, unos correos en los que un amigo le advertía de que podía ser todo una trampa le dejan sin coartada. Termina en prisión.

Quizás penséis que este tipo estaba metido hasta el cuello. Puede ser. Pero también hay otra teoría, la que dice que este Sheldon Cooper, genial para la ciencia y torpe para las relaciones sociales (ya había sido estafado en otra ocasión en circunstancias similares y otra vez terminó en China buscando una mujer que no existía) hizo el primo. Vamos, que lo llega a pillar Leblanc en aquella película y termina sin calzoncillos.

La teoría del bobo pardillo la defiende incluso su exmujer (no es para menos), que dice que nuestro protagonista tiene «la edad mental de un niño de tres años». ¿Conclusión? Que el pobre lleva más de 135 días encarcelado y el asunto tiene muy muy muy mala pinta.

PD: La historia es tan loca que os recomiendo que leáis la entrevista que le hicieron en Clarín. No tiene desperdicio.

Lo más raro que ha pasado durante la semana (16-22 julio)

Sé que muchos de vosotros echáis de menos los «Ya es casi viernes» de cada lunes y los «Ya es viernes» (de cada viernes, obviamente). Lo cierto es que últimamente tengo tan poco tiempo que estoy buscando ratitos para respirar, porque no me llegan las 24 horas. Y diréis… ¿por qué, becariucho? Pues muy sencillo: estamos en verano pero la actualidad friki está más activa que nunca, a ver si hay suerte y nos dura así también todo agosto. ¿No os lo creéis? Mirad, mirad, todo esto ha pasado estos días y no lo he contado hasta ahora…

1. Un buen samaritano al volante

Si creéis que lo de ayudar a ancianas a cruzar la calle se está perdiendo, es que leéis demasiados tebeos de Mortadelo y Filemón. Basta con ver lo que pasó en Rusia hace unos días, cuando un conductor se bajó de su vehículo delante de un paso de cebra y ayudó a cruzar a una señora que llevaba la compra. Dejó el coche encendido y con las llaves para ser un buen samaritano. He recuperado la fe en la humanidad.

2. Agente, salgo muy fea en mi ficha policial

Porque puedes portarte mal, pero no descuidar tu imagen. Podría ser el lema para una campaña de Tonya Ann Fowler, una mujer que llamó a emergencias para denunciar que había salido fea en la ficha policial y quería una foto nueva. Había sido detenida en Atlanta y hasta que no consiguió ser arrestada de nuevo, para posar (se supone) con maquillaje y bien peinada, no paró. Lo cierto es que mejora algo, ¿no?

3. Desfile de vacas por la ciudad

Imagina que te levantas a las seis de la mañana, te asomas a la ventana y ves a un montón de vacas cruzando la carretera. Inquietante, ¿verdad? Pues eso es exactamente lo que pasó en una zona de Harrogate, en Reino Unido, que vieron cómo un ejército de vacas (aquello parecía Jumanji) atravesaba una zona residencial. Habían escapado de un campo cercano y allí volvieron, cinco minutos después, sin causar ningún daño.

4. No habrá récord de biquinis

Cynthia Frererick, la famosa Cynthia Fredereick de Minnesota (EE UU) quería hacer una marcha en biquini para superar el Récord Guinness. Ello implicaba que necesitaba reunir a 451 mujeres dispuestas a pasear en biquini a cambio de un récord y unos cuantos dólares que irían a parar a una organización que lucha contra el cáncer de mama. Sin embargo, las autoridades locales han dicho que no es una actividad familiar y por lo tanto la han prohibido. Lo siento, muchachos. Si el 28 de julio teníais previsto ir al Madison Lake, sed conscientes de que allí no habrá récord ninguno.

5. Peleilla de un Doberman y un gatito

Es más grande que tú, más fuerte, más rápido… pero no tiene tu astucia. Supongo que ese tipo de cosas le decían al gatito sus amigos antes de enfrentarse a un doberman en un duelo sin cuartel del que podemos decir que salió victorioso… porque no perdió. Si queréis más datos, el minino tiene seis semanas y el perro dos años. Lo demás está en el vídeo.

PD: En cualquier caso, confío en que vosotros digáis «ya es casi viernes» cada lunes. Sois mi única esperanza.

La presentadora se desmayó en directo

Os lo dije allá por el año 2009 (¿tanto ha pasado ya?), desmayarse en directo empieza a ser casi una costumbre. Os contaba también que estas cosas antes no pasaban y creo tener la razón: ahora vivimos con más estrés, forzamos más la situación, tal y como está el mercado de trabajo no queremos perder ni un día… y a veces el cuerpo dice basta.

La protagonista de hoy es Seda Selek, una periodista del Kanal 24 turco, que charlaba con el también periodista Mustafa Karaalioglu cuando de repente empezó a sentirse incómoda. Como yo ya sabía lo que pasaba al final, me fui fijando en los detalles y vi cómo empezaba a mirar a cámara, a tocarse la nariz… lo típico que haces cuando algo no va bien pero quieres disimular. Hasta que al final…

Probablemente, la pobre Seda llevaba un rato sin atender a lo que decía Mustafa. Simplemente asentía con la cabeza mientras pensaba eso de «a ver cómo hago que se me pase…». El problema es que no se le pasó, y terminó cayendo al suelo asustando a todos los presentes.

En cualquier caso, tranquilos, muchachos. Seda está perfectamente. Ella misma fue la encargada de comunicar, a través de su cuenta de Twitter, que los médicos le habían dicho que se encontraba bien y que todo el problema es que se había cuidado poco los días anteriores y le bajó la presión arterial.

Al final, lo único que le pasa es que siente vergüenza después de que medio mundo la viera caer al suelo en directo, pero poco más. Es el problema de trabajar en la televisión de cara al público: no tienes dónde esconderte.

A veces valoramos infravaloramos a los presentadores, pero que sepáis que hay que tener valor para salir todos los días ahí pase lo que pase en tu cuerpo o en tu vida.

PD: #freeCastromil, porque si empezamos a detener a los que informan… mal vamos.

Repiten un concurso de misses porque las ganadoras eran feas

Los últimos años que el concurso de Miss España fue transmitido por televisión, aquello ya se había convertido en un choteo. Aún no estaba Twitter, pero sí los del Tomate, que se dedicaron a premiar a la más fea de las candidatas. Empezó a extenderse el rumor de que casi todas eran feas y que el concurso era una pantomima.

Ahora bien, nunca se llegaron a los niveles de Miss Chongqing (una región de China) donde van a repetir el concurso después de que las críticas de los internautas sobre la supuesta belleza de las ganadoras hicieran insostenible la elección del jurado. A ver… que me ha quedado un poco lioso… lo explico como si estuviésemos en el bar, para que nos entendamos.

El otro día celebraron el certamen Miss Chongqing, donde se eligen a tres representantes para ir a Miss China. Pues bien, las elegidas no solo no gustaron al público, sino que fueron objeto de mofa. La agencia Efe recogía comentarios en blogs y redes sociales chinas del estilo «la de la derecha debe ser la madre de la ganadora», «si las mujeres de Chongqing son así de guapas yo me voy»… todo muy amable, vaya.

Pues bien, el jurado rectificó. Uno admitió «presiones externas» y dijo sentirse decepcionado por la elección de las ganadoras. Supongo que será el típico capitán del Costa Concordia que cuando ve que la cosa va mal se escaquea, salva «por mí y por todos mis compañeros, por mí primero» y dice que él no quería, que su perro se comió los apuntes… blablabla.

Conclusión, que la prensa china publicó que se iba a repetir la elección de las tres ganadoras de Miss Chongqing y, al parecer, tanto las tres nuevas elegidas como las tres feas concurrirán en Miss China. Esperemos que haya más éxito de participación, porque dicen que apenas hubo 200 candidatas la primera vez.

Vale que probablemente las tres elegidas, especialmente una de ellas, no son las mujeres más guapas del universo, pero… ¿era necesaria esta humillación gratuita? ¿Y por qué las llevas aún así a Miss China? ¿Imagináis que al final gana la pobre muchacha que posa (¿sonriente?) a la derecha de la imagen? Supongo que la indignación, en parte, viene dada porque dicen que en esa zona están las mujeres más bellas de toda China. Claro, los pobres chinos verán la foto y dirán que eso les suena a pitorreo.

PD: ¿Será un tema de tertulia en los pequeños comercios regentados por asiáticos en nuestro país? ¿Habrán dejado de ver películas chinas subtituladas mientras te atienden para hablar de estos asuntos? Todo esto y mucho más, mañana en Quinto milenio.

La forastera que abrazaba a desconocidos para combatir la morriña

Había pensado publicar este post el viernes, pero lo he adelantado un día para que no parezca que el viernes es el día de los abrazos becarios, teniendo en cuenta que la semana pasada publicaba aquello de «Una abrazadora profesional cobra 50 euros la hora por dormir contigo en cucharita«.

Entenderéis entonces que, después del bajón que sentí cuando me enteré de que ya ni los abrazos eran gratis y había gente con la intención de cobrarlos, quiera resarcirme con el resquicio de esperanza de Melinda Schmidt, una estadounidense que se mudó de ciudad y empezó a repartir abrazos a diestro y siniestro para conectar con los desconocidos de la nueva localidad y sentirse como en casa.

Melinda tiene 35 años y dos hijos. Un día decidió que estaba harta de no ser una abrazadora y que quería sentir esa mezcla de alivio y felicidad que sienten quienes los dans (y quienes los reciben). Por eso emprendió su cruzada de los abrazos: iba a pasar los siguientes 365 días estrechando entre sus brazos a desconocidos y lo iba a contar en un blog.

La estructura del blog es sencilla: titular, número de abrazos, persona que lo recibe (el empleado de un gimnasio, los feligreses de una iglesia…) y un poco de qué siente o cómo lleva el proyecto. ¿El resultado? Además de la bitácora, un vídeo que resume bastante bien la idea. Está en inglés, pero os bastará saber que en el primer abrazo el señor dice: «Sí, te daré un abrazo, no sé por qué, pero te lo daré».

Como no estamos acostumbrados, esto lo vemos raro. Es más, si no fuese por la entrañable sonrisa de Melinda pensaríamos que se trata de una extraña desviación o parafilia: «Abrazos a desconocidos… ¡a quién se le diga…!». Efectivamente, si te pones en situación lo ves raro, tú vas andando por la calle y alguien viene a abrazarte… raro, sí. Pero si la persona que viene no huele a vino, puede resultar incluso reconfortante.

Cuenta Melinda que le gusta especialmente abrazar a la gente que tiene cara de tener un mal día. Vamos, que seguro que no da abrazos a becarios, que llevamos siempre cara sonriente, y se los quedan todos los jefes y ejecutivos, que pase lo que pasen llevan cara de haber desayunado mal. Aún así qué queréis que os diga, en los tiempos que corren me parece una iniciativa que deberíamos importar.

PD: Además de Melinda, la comunidad abrazadora está formada ya por otras dos personas que se sumaron a la iniciativa. Una de ellas vive entre Baréin y Dubai, «una parte del mundo no abrazadora«. Eso sí que tiene mérito.

Escribe su propio obituario donde confiesa sus fechorías

El estadounidense Val Patterson tenía 59 años, padecía una grave enfermedad y andaba haciendo repaso de todas las travesuras que había cometido a lo largo de su vida. Por eso, antes de que fuera demasiado tarde, decidió que sería una idea genial escribir su propio obituario para dar las gracias a su mujer Mary Jane y a su pandilla de siempre por toda una vida feliz… y ya de paso, confesar las fechorías que había cometido en este tiempo.

Entre palabras de ánimo a su esposa y lamentos por «sentirse invencible de joven mientras fumaba cigarrillos aunque sabía que era perjudicial para la salud», Val confiesa en su obituario, escrito en The Salt Lake Tribune, que fue él quien robó la caja fuerte del Motor View Drive Inn en junio de 1971, un tema que aún no se había resuelto y que aún hoy, 41 años después, retumbaba en su cabeza.

Además, este Doctor en Ingeniería se disculpa con todos los ingenieros que han trabajado con él a lo largo de estos años, dado que jamás terminó la carrera. ¿Cómo es posible que fuera Doctor entonces? Tan sencillo como surrealista: un día fue a pagar un recibo a la universidad, la chica que le atendió puso el papel en el montón equivocado… y dos semanas después tenía un diploma en su buzón.

«Lo siento», dice Val, «pero admitiréis que mis diseños siempre funcionaron bien«, añade con un poquillo de sorna. Fijaos de qué sirven tantos años de esfuerzo y dedicación: un muchacho estudia tres años, lo convierten en Doctor por error y nadie se da cuenta en toda la vida. Una de tres: o sus compañeros eran bobos, o él era un genio… o resulta que esto de las carreras está sobrevalorado.

La cosa no va mucho más allá, pero aún quedan un par de detalles un poco peculiares para tratarse de un obituario. Ya que está, Val manda un mensaje a los jefes de Disneyland y SeaWorld San Diego: «Si leéis esto, podéis borrarme de vuestra lista de ‘expulsado de por vida’ si queréis». En el texto no especifica qué hizo para conseguir estos méritos, simplemente añade que «ya no voy a ser un problema».

Y llegado este punto, el famoso sexto párrafo de cada post del blog del becario, os estaréis preguntando qué hace este tema entre tanta broma y cachondeo. Pues bien, Val afrontó con serenidad esta última etapa y quiso compartir con todos su examen de conciencia («me conozcas o no, querido lector, me alegro de que hayas llegado al final de mi carta», escribe). Creo que su coraje debería servir de ejemplo en nuestro día a día.

PD: ¿Qué habríais hecho vosotros? ¿Confesarlo todo en una carta póstuma o no decir nada y que todo quedara en secreto?

Dos gemelas se gradúan con la mismas notas y trabajarán en la misma empresa

Cada vez que encuentro una historia de gemelos o mellizos me surge la misma duda: ¿sería digna de entrar en el top 10 que publiqué hace algo menos de un año? ¿La saco entonces? ¿Vuelvo a hacer el comentario de «dicen que lo que siente un gemelo lo siente el otro también…» que hago cada vez que hablo de este tipo de hermanos? Son muchas dudas, que espero resolver con la ayuda de Hollie y Mel Walker, las protagonistas de nuestro post de hoy.

Dicen, no sé si será verdad, que todo lo que siente un gemelo lo siente su hermano también. Ahora bien, eso no es nada si lo comparas con Hollie y Mel Walker, dos hermanas británicas de 22 años, que se han graduado con las mismas notas, en la misma universidad y van a empezar a trabajar en la misma empresa. Es más, viendo la foto una y otra vez creo que tienen más cosas en común en la carrera que en el físico, porque idénticas, lo que se dice idénticas, no me parecen.

Las hermanas se han graduado con honores en Derecho, en la Northumbria University de Newcastle, y para los mal pensados que crean que sacaron las mismas notas porque se copiaron la una de la otra y pusieron lo mismo en todas (yo lo pensé por un momento)… no pudo ser así, porque las preguntas de ambas eran diferentes. Ya sabéis, como cuando el profesor pasa distintos modelos de exámenes para evitar miradas indiscretas a los folios ajenos.

¿Qué pasó entonces? Mel cree tener el porqué de esa igualdad. «Nos hemos estado animando y hemos estudiado juntas porque termina siendo muy tedioso«, contaba a la prensa británica. Ambas hermanas están tan unidas que han vivido juntas durante todo el período universitario y, aunque no se planteaban que sus caminos las unieran después de terminar la carrera, lo cierto es que el mismo bufete de abogados las ha contratado. Si son buenas, genial, y si son malas… la campaña de publicidad del bufete ya está hecha.

Lo de trabajar juntas seguro que no supone ningún problema, porque ya lo han hecho durante todos estos años, primero como camareras en el mismo local y después como voluntarias, de modo que se tienen que compenetrar a la fuerza.

A mí ya me empieza a picar la curiosidad y me gustaría saber si también tienen el mismo novio, un muchacho despistado que cree salir con una muchacha pero sale con dos, si su madre cree tener solo una hija y piensa que la segunda fue un déjà vú, si solo se sacan un abono transporte… esas cosas.

PD: Solo he visto un par de gemelos más compenetrados… los Derrick cuando hacían su catapulta infernal.