Archivo de junio, 2012

Lo más raro que ha pasado durante la semana (11-17 junio)

Tras mi viernes de asueto desperté el sábado y comprobé que todo seguía igual. La escasez de frikismo que se había reproducido de lunes a viernes se repetía el fin de semana. De ahí que probablemente no os extrañe que os diga que ha sido una semana floja, tanto que solo nos da para cuatro chascarrillos que en un momento dado habríamos pasado por alto, pero ahora no. Porque lo mismo en el bar, en la oficina o en el salón de casa estáis flojos de chorradas que comentar y no quiero que me culpéis, que bastante culpable me siento ya. Ahí voy…

1. En la misma casa: madre, hijo, novio de mamá y amante del novio

Sé que muchos estáis enganchados a Modern Family y pensáis que ya lo habéis visto todo en lo que a estructuras familiares se refiere. Sé que creéis que todas las opciones de familias raras están contempladas en el cine y la literatura, pero eso es porque no conocéis a esta familia alemana que ha reunido bajo un mismo techo a una mujer con su novio, el hijo de la señora (de un matrimonio anterior) y al amante del novio de la mujer.

Resulta que, después de 17 años juntos, Ewald (60 años) le dijo a Erika (53 años) que a él en realidad le gustaban los hombres. Salía de una larga depresión saliendo del armario y cuenta Erika que en cierto modo se sintió aliviada. Llegado ese momento había dos opciones: separarse, o acoger al nuevo miembro de la familia y novio de Ewald, Gotthard (60 años). Optaron por lo segundo y ahora viven felices con Elmar (20 años), hijo del primer matrimonio de Erika. Y todos tan felices, según posan en el diario Bild.

2. Tres accidentes en menos de 15 metros

Muchas veces, cuando te cuesta aparcar, piensas: «Maldita sea, ojalá hubiese usado el transporte público». Bueno, pues una vuelta de tuerca es cuando te cuesta aparcar, decides dejar el coche en un parking y en poco menos de 15 metros lo haces mistos después de estrellarlo de tres formas distintas. Algo así le pasó a la persona que protagoniza el vídeo siguiente, que primero destroza el coche contra la pared, no contenta con eso acelera y lo empotra contra el muro y para rematarlo observa impotente cómo el vehículo se va hacia atrás y la puerta se come la pared (Todo a partir de 0:30 segundos).

El vídeo es de 2011, pero fue colgado en YouTube hace unos días y es ahora cuando está cogiendo viralidad.

3. Tuvieron que casarse dos veces en el mismo día

Todos tenemos en la cabeza cómo es la estructura de una boda, ¿verdad? Hemos visto mil veces en televisión cómo él llega a la iglesia, luego llega ella, habla un poco el maestro de ceremonias, él dice «sí, quiero», ella dice «sí, quiero» y el jefe los declara marido y mujer.

Pues bien, en la boda de Kelly Sweetman y Nathan Rees, no fue así. Estos galeses se casaban en una playa de Chipre y el maestro de ceremonias olvidó pedirle a ella que dijera «sí, quiero», según recoge la prensa británica. Lo dio por sobreentendido y cuando Nathan aceptó, él los declaró marido y mujer. Craso error, claro, porque la boda quedaba invalidada ante la atónita mirada de los presentes, que se vieron obligados a asistir a un nuevo enlace, celebrado una hora después, en la que esta vez sí escucharon el «sí, yo también quiero», de boca de la novia.

4. ¿Quién quiere un perro teniendo un pato?

Hay algunos animales que son mascotas incomprendidas. Yo, por ejemplo, quise siempre tener un cerdo. Mi padre nunca accedió a ello porque dice que los cochinos hocican mucho y pueden destrozar el rodapié de la casa. Aún así, la del cerdo es una espinita que tengo clavada, por más que @lachicadebec me dice siempre que conmigo en casa ya hay guarros suficientes.

En fin, que os cuento eso para que sepáis que me solidarizo totalmente con quien tiene a Charley el pato como mascota y se lo lleva a corretear por ahí. Es una muestra de que con los perros y gatos nos estamos cerrando mucho en el mundo animal. Y sí, el vídeo viene a completar la cuota de imágenes de animales que os traigo en cada recopilatorio.

PD: Esperemos que esta semana sea mejor, porque como sea más floja no sé qué voy a hacer.

 

Huye desnudo de casa porque había una araña en la cama

Permitidme unos párrafos de introducción, que me quiero dar el gustazo

Hace unos años fui a un partido amistoso en Birmingham. Jugaba el Mallorca contra el equipo local y cada vez que había un cambio en el equipo español la afición gritaba «¿Quién eres?» al jugador que entraba. Por ejemplo, entraba Eto’o y salía Ibagaza (por aquel entonces estaban) y pasaba lo siguiente:

Megafonía: Cambio en el Mallorca, sale con el dorsal 10 Ariel Ibagaza.
Afición: Uh, uh, uh.
Megafonía: Y entra con el número 9 Samuel Eto’o.
Afición: Uh, uh, uh, WHO ARE YOU? WHO ARE YOU?

Sabiendo esto no os extrañará que yo le grite a ese tal Arquímedes, cuyo principio conocemos y cuyo final ignoramos, eso de «Who are you, Arquímedes?». Un tipo que se mete en la bañera, ve que rebosa el agua y sale corriendo como alma que lleva el diablo. ¿Quién eres, Arquímedes? ¿Quién te crees? Estoy harto de esa gente que va por ahí presumiendo de talento. Si Arquímedes salió desnudo fue para que todos le preguntaran eso de «Arqui, ¿por qué vas desnudo, tío?» y así poder responder él, «acabo de descubrir una cosa con la que el rey va a flipar» dándoselas de importante. Insisto, un descubrimiento como ése no es motivo suficiente para corretear en cueros por las calles de Siracusa.

Porque si quieres estar desnudo en la calle tiene que ser por una buena razón, como por ejemplo, el miedo. El miedo justifica mejor las locuras que la euforia. De ahí que yo a Arquímedes no le respete, pero admire al muchacho estadounidense de 20 años que el otro día escapó de casa sin nada de ropa encima porque había encontrado una araña en su cama. ¡Una araña, chico! ¡Con lo peligrosas que son!

Diréis que es insuficiente, que para salir corriendo de casa hace falta un terremoto, un incendio, un recopilatorio de las mejores jugadas de Drenthe o incluso un maratón de Sálvame. Os lo respeto, pero encontrarse con la araña me parece mucho peor. ¿Sabes qué tipo de araña es? ¿Y si es una como la que picó a Peter Parker? ¿Estás dispuesto a convertirte en Spiderman y apechugar con lo que toque? Recuerda que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Ahora ya no tienes tan claro lo de permanecer en casa, como tu madre te trajo al mundo, junto a ese bichejo, ¿eh?

El caso es que la Policía de Albion, Illinois (Estados Unidos), recibió un montón de llamadas para avisar de que había un tipo desnudo y ensangrentado corriendo por las calles de la ciudad. Sí, amigos, era nuestro amigo el Aracnofobiaman. Al parecer, había terminado de trabajar en una fábrica y se echó a dormir, llevándose el susto (que casi termina en soponcio) de su vida al descubrir que compartía cama con una araña.

Salió corriendo de casa con lo puesto (nada, concretamente) y atravesó una puerta de cristal, que le provocó cortes en una pierna, en los brazos y en un dedo. Estaba tan desorientado cuando la Policía lo encontró que los agentes se encargaron de llevarlo de vuelta a casa con unos pantalones cortos poco antes de que una ambulancia lo trasladara a un hospital donde trataron sus heridas, según recoge la prensa estadounidense.

Sé que alguno pensará que las famosas sales de baño de los zombis estarán implicadas en este caso, pero las autoridades no tienen constancia. Es más, han preferido no revelar su identidad y se han limitado a contar que no creen que en el estado del joven «influyeran el alcohol o las drogas» sino que «simplemente estaba durmiendo desnudo y se desorientó cuando encontró una araña en la cama».

PD: Suerte que le pilló durmiendo y no jugueteando con un tubo de acero, ¿verdad?

Haciéndose fotos con famosos que en realidad no lo son

Cuando salgo de vacaciones fuera de España tengo costumbre de hacerme fotos con asiáticos. Sí, así en general. Empecé con un grupo de chinos en 2002 en un hotel de París y a lo largo de los años he perfeccionado mi técnica: un grupo de chinas en Praga, dos japonesas en Viena y otras dos niponas en Orlando, aunque como iban disfrazadas de Winnie The Pooh y el pato Donald podrían haber sido de cualquier sitio.

Fotografiarte con gente anónima tiene siempre su encanto, porque nunca sabes cómo van a reaccionar. Lo normal es que pongan cara rara y al final accedan, de modo que te quedas con un recuerdo diferente de los viajes. Ahora es cuando vosotros me decís: becario, estás siendo un auténtico coñazo un poco disperso, ¿a dónde quieres llegar?

Pues quiero llegar a que a esta costumbre también tiene una vuelta de tuerca: el vacile. Es la táctica empleada por edbassmaster, que pasea por Beverly Hills parando a la gente y pidiéndoles fotos. La gracia está en que los para al grito de «¡Lindsay (Lohan)!», «¡Ricky (Martin)!» y, aunque parezca disparatado muchos terminan accediendo y haciéndose fotos con él.

La situación es tan cómica que uno de los famosos anónimos a los que detiene no es tan anónimo, sino el presentador estadounidense Larry King. Obviamente, no le llama Larry, sino Tom Brokaw, otro presentador. Para que os hagáis una idea, es como si te encuentras por la calle a Manolo Lama y le gritas: «¡Oye, Carreño, hazte una foto conmigo que soy tu fan!». Bueno, si quieres hacerlo aún mejor grítale: «Hazte una foto conmigo que eres mi fan»; eso siempre queda descacharrante.

El vídeo lo subieron a YouTube el día 7 y desde entonces hasta ahora ya ha superado las 148.000 visualizaciones. Sí, no parece gran cosa, pero dadle tiempo porque apunta a viral que no veas. Es lo típico que en unos días estará en todos sitios porque en el fondo a todos nos gustan estas chorradillas.

Os propongo que toméis nota y lo pongáis en práctica. No hace falta que grabéis a escondidas, tampoco que intentéis conseguir un autógrafo de un señor desconocido, pero sí os animo a que os hagáis fotos con gente normal. Ya está bien de tanto Cristiano Ronaldo y tanto Justin Bieber, que al final ponen siempre la misma cara. Si os da vergüenza podéis intentarlo fuera de vuestra ciudad o fuera del país, si os da demasiado corte. Ya me contaréis qué tal os ha ido.

PD: Al final del vídeo, por si no lo habéis visto, un tipo reconoce al protagonista de la broma y le dice que sus vídeos son lo peor.

¿Cuántos globos hacen falta para decir «Te quiero»?

Una de las cosas más importantes en esta vida es saber medir. Cada acción debe ir acorde con su importancia, y cada reacción igual. Me explico: yo tenía un amigo en la universidad al que cuando una chica le pedía fuego él se le declaraba. «Lo veo en sus ojos», me decía, «me quiere y esto es una simple excusa». Evidentemente se pegó unos cuantos trompazos en la facultad. Lo mismo que mi primo José Luis, que en el primer mes de novio quería comprarle un coche a su ex, y en el primer mes en su trabajo ya quería un aumento. No hijo, no, esto no funciona así.

Con esta introducción no hace falta ser muy inteligente para deducir que os voy a poner en un brete: os pondré un vídeo de un chico que quiere a una chica y vosotros me decís si es acorde con el evento. Estamos acostumbrados a ver pedidas de mano impresionantes, puestas en escena inolvidables, pero… ¿y para eso tan yanqui que es «buscar pareja para el baile de graduación»? ¿Habéis visto alguna vez algo espectacular?

Pues probablemente no, porque en esas edades y con esos amores lo habitual es una sortija, un ramo de flores, unos bombones… y a correr, que tenemos mucha vida por delante. Pero siempre hay una excepción, y esa excepción se llama Matthew Ho, el novio de Tina, que decidió que eso de «ven al baile conmigo» quedaba muy soso sin un poco de aderezo. Por eso preparó esto (lo vemos y lo comentamos):

Vaya por delante que a mí me gusta, ¿eh? Todo lo que sea ternura en estos tiempos de odio y mala leche me hace pensar que aún queda esperanza (mucha o poca), ahora bien, entiendo que algunos de vosotros consideréis que 1.500 globos rosas, la venda en los ojos, el letrero gigante, el instituto lleno de gente y recoger eso en vídeo… es demasiado. Como de película estadounidense pero en versión canadiense, porque la pareja de tortolitos son de Toronto.

Desafortunadamente, llegado este momento no puedo dar un consejo para la gente a la que no le gusten este tipo de iniciativas. Unos párrafos más atrás, hace unos minutos, os podría haber dicho: «No lo veáis». Ahora es tarde. No obstante, tengo un buen consejo para quienes hayan sucumbido a la idea y tengan pensado importarla en los próximos días: ASEGURAOS DE QUE LA CHICA VA A DECIR QUE SÍ, porque sino el ridículo va a ser del nivel de Ballotelli bailando flamenco.

Os convenza o no, supongo que le reconoceréis a Matt el mérito de montar ese follón y de enrolar a tanta gente en su idea. Yo alucino con personas como él, con tanto nivel de convocatoria. A mí no me hacen caso ni mis amigos; fijaos si me esquivan que cada vez que hago un grupo de Whatsapp salen todos huyendo.

PD: Ha llegado el momento de vuestro veredicto. De uno a diez, ¿qué nota le ponéis?

Lo más raro que ha pasado durante la semana (4-10 junio)

Admitamos que no ha sido una gran semana en lo que a economía y deporte se refiere, pero aún nos queda una última esperanza. Nos agarraremos al frikismo (una vez más, y van…) como si fuese un tronco a la deriva y nos dejaremos llevar, para ver si dentro de esta inmundicia hay algo que valga la pena. Y, como siempre, lo hay. Salvamos la semana gracias a que han pasado cosas como…

1. Canta lo que no te esperas

Muchas veces nos pueden los clichés. Vemos a un tipo con la gorra hacia atrás, la ropa ancha y cadenas en el cuello que llegan hasta los tobillos y decimos: «Este tipo hace rap». Vemos a nuestro jefe acercándose a nosotros y pensamos: «Hoy no salgo a mi hora». Vemos a Fernando Torres corriendo hacia la portería y sabemos: «Tranquilos que no es gol». Son clichés, sí, y su gracia y sentido vienen dados porque habitualmente se cumplen.

Por eso sorprende cuando el cliché no se cumple, cuando te encuentras con un caso como el de Andrew De Leon, que fue a hacer la prueba para el programa America’s Got Talent (el formato de Tú sí que vales) con su ropa de siempre: todo de negro, lentillas de color, pelo largo. ¿Qué diríais que canta? Mientras lo pensáis os dejo el vídeo y sigo debajo.

Como habréis descubierto, su oscuridad no se traduce en nada tenebroso musicalmente hablando, sino en una voz de soprano que había ocultado incluso a sus padres, escudándose en que no se considera bueno en nada y en que está acostumbrado a ser rechazado. Le dijeron desde el jurado que tenía razón, que no era bueno… sino «genial». Evidentemente se clasificó.

2. Detenida por animar a su hija

Os voy a pedir un favor: imaginad cualquier ceremonia de graduación de película estadounidense. Sí, esa antesala a la universidad, ese High School Musical con pergaminos y birretes… esos gritos de júbilo, ese jaleo. ¿Lo tenéis? Pues muy bien, dentro de ese contexto fue detenida hace unos días Shannon Cooper, madre de una de las graduadas, porque dio gritos de ánimo a su hija Iesha cuando subía al escenario.

Dicen las autoridades que ya advirtieron a los presentes de que no estaba permitido jalear ni montar jarana, pero Shannon asegura que ella no gritó, que simplemente estaba animando a su hija. La pobre se fue esposada mientras su hija, en lugar de ser feliz, no podía evitar llorar al ver que a su madre se la llevaba la Policía.

3. Una petición de divorcio original

¿Recordáis que hace unos días os enseñaba una petición de matrimonio con la canción Marry You? Seguro que sí: la chica iba sentada en un coche y veía cómo empezaba a llenarse la calle de gente bailando a ritmo de la canción de Bruno Mars. Pues bien, ahora hay un grupo que ha parodiado la escena y propone usar la idea no solo para pedir la mano, sino también para divorciarse. Basta con arreglar un poco la letra y punto (no os la traduzco, pero entre otras lindezas le manda a la abogada y le dice que los hijos no son suyos).

4. La ropa de Bill Cosby

Si creéis que yo estoy mal de la cabeza, es que no conocéis a mi compañero, amigo e ídolo como gran viñetista que es @juancmarti. El bueno de HeRReRa me contó a principios de semana que habían despedido a un señor porque se tiraba pedos en el trabajo y, pocos días después, me sorprendía haciéndome llegar una web que aún hoy hace que me despierte sudando en mitad de la noche con inquietud: The Cosby Sweater Project. La web en cuestión analiza los jerséis que usaba el bueno de Bill Cosby y su familia en La hora de Bill Cosby. Supongo que será la moda de los 80, pero visto ahora es chocante, cuanto menos.

PD: Aún me han quedado cosas por contar, pero ya si eso os las voy dosificando durante los próximos días.

Le vetan la entrada a Disney World por parecerse a Campanilla

Cuando pones todo tu esfuerzo en algo, te expones a que el fracaso en esa empresa te hunda por completo. Dice un buen amigo mío que «no hay que poner todos los huevos en la misma cesta» y no le falta razón. Está bien tener ilusiones, pero no obsesionarse, porque entonces te pasa lo de April Spielman y te llevas un disgusto que lo mismo te dura toda la vida.

Como habréis intuido por el titular, April fue a los parques de Disney World (en Florida, EE UU) vestida de Campanilla pero, como ocurre muchas veces en la vida, hacerlo bien le penalizó. Su maquillaje era tan bueno, su estética resultaba tan creíble, que los jefecillos del parque temieron que la confundieran con uno de los profesionales que cobran por dar vida a estos personajes y le vetaron el acceso.

La pobre April, que tiene 15 años, iba acompañada de su novio, que llevaba un disfraz bastante más cutre de Peter Pan, y le dijeron que o se ponía una camiseta o no podía entrar a Animal Kingdom. Ella no daba crédito a lo que estaba pasando, porque había estado en Hollywood Studios, otro de los parques, y no había tenido ningún problema.

El tema está en que las reglas de Disney son bastantes estrictas al respecto y no te permiten, entre otras cosas, llevar ropa que pueda inducir a error con los personajes oficiales. Por eso la pobre explicaba en la prensa estadounidense que le habían roto el corazón y que no quería quitarse el traje porque le estaban arruinando su sueño. «Yo quería ser Campanilla», contaba la pobre entre lágrimas.

¿Cómo lo veis vosotros? La verdad es que es complicado, pero es comprensible el mosqueo de April. Tardó dos horas en maquillarse, una hora en arreglarse el pelo, se echó productos en el cuerpo y las uñas, llevaba meses preparando la visita… es más, lo raro habría sido que se lo hubiera tomado bien. Aún así, el parque tampoco se podía arriesgar a que la gente confundiera a los muchachos con los actores, porque tampoco saben si las criaturas tienen una pedrada y la van a liar.

Para compensar las molestias, ofrecieron ciertas facilidades a la pareja y a los familiares: ropa de recambio, tickets para saltarse las colas… pero nada les convenció. El problema es que los niños pueden entrar disfrazados de sus personajes favoritos, pero no hay un límite de edad a partir del cual no te permitan este tipo de vestimenta.

PD: ¿Qué habríais hecho si Disney fuera vuestro? ¿La habríais dejado pasar o no?

Bruce vive en un Boeing 727 perdido en medio del campo

¿Harto de las grandes ciudades? ¿Quieres mudarte al campo pero con un toque urbanita? ¿No has podido superar el final de Lost? Si te ves representado en alguno de los supuestos anteriores, quizás quieras conocer a Bruce Campbell, un hombre que vive en un Boeing 727 perdido en medio del campo.

Bruce disfruta de sus 62 años en los bosques de Oregon (Estados Unidos), según recoge la prensa estadounidense, y ha gastado casi 160.000 euros en montarse la casa de sus sueños (el avióncaravana de sus sueños, en este caso): la mitad lo empleó en comprarlo y la otra mitad en acondicionarlo, porque por mucho que tengas el bicho… hasta que no le pones unos tapetes, una flamenca encima de la televisión y compras un recogedor, no lo sientes como tuyo.

En la visita guiada que hizo para los reporteros de la CNN, el sexagenario muestra las comodidades que ofrece su vivienda. Una ducha por aquí, un sofá cama por allá, un váter que funciona… todo muy a mano, muy práctico y muy… muy… muy raro. Eso sí,  en plena naturaleza y a solo unos cuantos peldaños del suelo.

Como supondréis, ofrece una oferta de ocio de lo más variada, como todos los aviones. El problema es que aquí no tienes a los asistentes de vuelo pasando a cada diez minutos con ofertas rocambolescas de concursos, calendarios y rasca y gana por un euro… y tienes que buscarte tus entretenimientos. Bruce lo tiene claro: su ordenador, sentarse en el asiento del piloto, caminar sobre las alas… todo ello supone una experiencia única que casi nadie se puede (ni quiere) permitir y eso a él le chifla (chiflar, otra de esas palabras que se están perdiendo).

Según Campbell, vivir en un avión aporta gran seguridad, es una instalación resistente y te da una oportunidad perfecta para presumir de vivienda delante de tus amigos (si los hubiera o hubiese).

Si os pica mucho, pero que mucho, la curiosidad, podéis visitar su web e informaros del horario de visitas además de hacer un repaso a cómo fue el proceso de acondicionamiento de la aeronave a través de los años: desde antes de 2003 hasta el año 2006.

PD: Yo no me veo viviendo en un avión, pero reconozco que tiene algunas cosas en su favor, como que siempre sabes dónde está la salida de emergencia y si te da la gana puedes bajar a la calle en tobogán.

Inventos útiles pero que da vergüenza usar

Todos llevamos un pequeño Homer Simpson dentro, reconocedlo. Seguro que alguna vez os habéis muerto de ganas por inventar una escopeta maquilladora o, incluso, un sillón váter que, como bien decía el patriarca de la familia amarilla, resuelve un gran problema: «Antiguamente si estabas viendo la tele y sentías la llamada de la naturaleza, tenías que levantarte para ir al baño… no había nada en el mundo que costara tanto, pero ahora con mi retrete reclinable para el hombre perezoso uno se puede sentar y soltarlo todo».

No obstante, ante todo genio (como Homer), siempre hay algún aguafiestas (como Lisa). Esa gente que cuando tú inventas el retrete reclinable para el hombre perezoso te dice: «¿Esperas que la gente haga sus cosas en el cuarto de estar?» porque en el fondo les come la envidia. Por eso, el post de hoy quiero que sirva de homenaje a todos los genios incomprendidos y de voraz crítica para todos vosotros, insensibles, que no habéis sabido valorar la utilidad de sus inventos porque os da vergüenza usarlos. Cracked ha elaborado una lista con 22 ejemplos y yo voy a tomar prestados los cinco que más me han gustado: inventos útiles, sí, pero que da vergüenza usar.

1. Una sauna portátil

¿Cuántas veces has deseado tener una sauna en casa pero por falta de espacio no te la has podido permitir? (Nótese mi tono de vendedor de teletienda). ¿Una? ¿Ninguna? Bueno, pues ahora es el momento de ver tus sueños hechos realidad porque con la sauna hinchable portátil que te presento podrás disfrutar de un baño de calor siempre que quieras, con la comodidad que te da estar sentado en tu comedor mientras lees una revista, bebes un refrigerio o ves la televisión. ¡Jamás fue tan fácil! Ahora bien, la cosa tiene una pega: es tan antiestético y tan… raro, que casi resulta menos embarazoso que te vean bailando con una muñeca hinchable.

2. El paraguas para cortarse el pelo

Qué incómodo resulta que, pese a que te pongan los trapitos esos alrededor del cuello, siempre termines como Michael J. Fox en De pelo en pecho (Teen Wolf) cada vez que vas a la peluquería. Pues quiero que sepáis que también hemos encontrado una solución a eso: el paraguas a la inversa. Una (no sabemos si cómoda) especie de cazo gigante donde tú metes la cabeza mientras dentro del producto van cayendo los cabellos robados de tu cabeza por esas traicioneras tijeras (sí, amigos, me he venido arriba y estoy haciendo poesía de un corte de pelo). Todo, por poco más de seis euros… si te atreves a ponértelo, claro.

3. Come sin cuidado

Muchas veces, en esas comidas importantes en las que quieres quedar como un señor, evitas pedir esos alimentos que tanto te gustan para no mancharte los dedos. ¡Olvídate de esos momentos! (Aquí es cuando sale un fanegas tachado mientras come gambas con cuchillo y tenedor). Ahora, con trongs, perderás el miedo a estrechar la mano del directivo con el que compartes mesa y podrás seguir jugando al Apalabrados sin que el móvil se te llene de grasa. Prúebalo, que no te eche para atrás el hecho de que el resto del restaurante se te quede mirando.

4. Más equipaje, más barato

Estamos en crisis (¿cómo, que no lo sabíais?), por eso las compañías de vuelo de bajo coste son cada vez una solución más recurrente a la hora de volar. No obstante, tienen una pega (bueno, muchas, pero entre ellas…): solo puedes llevar un bulto pequeño si no quieres tener que facturar y pagar más, convirtiendo en ese caso una bajo coste en un aerolínea normal (lo que viene a ser un bic naranja en un bic cristal). Ahora bien, si quieres engañar a las compañías aún te queda una oportunidad: ¡USA RUFUS ROO! Sí amigos, con Rufus Roo dispones de una chaqueta con muchísimos bolsillos que te permitirán llevar hasta 10 kilos de equipaje. Es fácil de transportar, puedes pasarla por el escáner de seguridad, montar con ella en el avión y dejarla debajo del asiento. Su pega es más que evidente: algo tan práctico y que vale 35 euros no puede ser perfecto… obviamente tiene que ser más feo que Picio.

5. El paraguas ‘niño burbuja’

¿Cuántas veces has maldecido tu suerte en esos días de lluvia y viento en los que el paraguas se te da la vuelta, te moja más de lo que te protege y se convierte en un arma arrojadiza? Pues esos días ya son historia, pasado, prehistoria, pretérito pluscuamperfecto. Con el famoso Nubrella podrás hablar por el móvil porque te deja las manos libres para maniobrar. ¡Di adiós a esos incómodos paraguas que te obligan a transportarlos en la mano! Con Nubrella solo tendrás que abrocharte tu protector… y ¡a disfrutar de los días lluviosos! Se acabó mojarse la espalda. Se acabó no poder montar en bici por miedo a mojarte y no ver por dónde vas. Se acabó no poder contar con los dedos más de cinco cuando empieza a chispear. Por solo 40 euros puedes sentirte el niño burbuja con un par de contrapestaciones: serás el centro de atención de todos los que se crucen contigo y los pantalones se te seguirán mojando. De eso no te libra ni nubrella ni Doraemon.


PD: ¿Cuál os daría menos vergüenza usar? El sillón de Homer no cuenta.

Sobre el divertido vídeo de las candidatas a Miss EE UU y el dichoso ‘Call me maybe’

No sabemos muy bien cómo, pero la canción Call me maybe de Carly Rae Jepsen, se ha extendido como un brote zombi y forma ya parte de nuestras vidas sin que sepamos muy bien cómo. Hace 13 días, mi compañera (y gurú) Miren, propietaria de 140 y más me pasó la web CarlyCallMe. Entre una maraña de vídeos con lipdubs de la canción estaba el de Justin Bieber, Selena Gomez, Ashley Tisdale y compañía… parecía que era el momento de retomar nuestro lipdub, aquello que propusimos hace dos años y que jamás llegó a fraguar.

Sin embargo, la cosa ha vuelto a salirse de madre. Como sabréis, a Justin, Selena y compañía les salió competencia nacional (con varios actores como Angy Fernández y David Castillo) y todos ellos se sumaban a una larga lista en la que también están Katy Perry, James Franco, el equipo de béisbol de la universidad de Harvard y un montón de gente anónima.

Y ahora, como eran pocos… llegaron las misses. Sí señores, las candidatas a Miss Estados Unidos han hecho su propia versión que, si bien no es la mejor de todas, terminará siendo una de las más virales porque:

1. Está preparado por la organización y les viene de perlas para publicitar el concurso.

2. Son un montón de chicas oficialmente guapas, la mayor parte del rato en biquini, haciendo el ganso.

3. Sale el multimillonario Donald Trump

Lo tercero es cierto, pero no creo que influya en el resultado. Juzgad vosotros mismos:

Vaya por delante que la cosa no viene de ahora, que en el blog que me pasó Miren hay locuras de éstas desde febrero, pero ha sido cogerle el gustillo al asunto los famosos y dispararse la fama de la canción, de las versiones y de los advenedizos que pretenden sacar algún rédito aprovechándose de este fenómeno (sí, yo estoy entre ellos). Además, aprovecho ya que pongo el vídeo de las misses para contaros algún dato más del asunto.

Entre los equipos universitarios de Estados Unidos se ha vuelto un clásico. Amenizan los eternos viajes de autobús con coreografías que para sí las quisieran muchos de Fama. Como os digo, hay decenas de versiones, pero yo me voy a quedar con dos, porque si no se eterniza el post:

Para que os hagáis una idea del éxito que tiene esto, el segundo vídeo acumula más de 11 millones de visitas en un mes.

En cualquier caso, como os digo son los famosos quienes han revolucionado el asunto. A continuación os dejo dos, el de Katy Perry y el de Justin Bieber, Selena Gomez y familia. Evidentemente no tenéis que verlos si no queréis. Es más, no tenéis ni que seguir leyendo. A estas alturas del post ya habréis saciado vuestras ansias de conocimiento perecedero y prescindible por hoy.

Lo que os decía al principio. En algún momento de este año la canción ha entrado a formar parte de nuestras vidas sin que nos demos cuenta.

PD: La canción es pegadiza, pero cuando la escuchas 120 veces como he hecho yo para hacer este post al final le terminas cogiendo un poco de manía.

El guacamayo que se ríe como los malos de las películas

Quemad cualquier ejemplo de cultura que tengáis a mano y sed bienvenidos a el blog del becario ese lugar en el que nada es lo que parece porque todo suele ser bastante peor.

Para que veáis que no os engaño, el hilo conductor de la entrada de hoy es un guacamayo llamado Polo que tiene ocho años y que se ha hecho bastante famoso por la risa que se gasta, que recuerda muy mucho a la de los malos de las películas de Hollywood (porque los malos españoles no se ríen así, las cosas como son… basta con comparar a Danny Devito en Batman Returns con Jordi Mollá en Dos policías rebeldes II).

Como si fuera a conquistar el mundo, Polo acompaña sus carcajadas de batidas de alas y gestos sospechosos con la pata. Vamos, que le falta decir «¡Maldito seas, Perry el ornitorrinco!» para ser pura maldad. El vídeo dura algo más de un minuto, pero con que veáis los primeros 20 segundos probablemente os haréis una idea, ya que de lo contrario terminaréis locos e hipnotizados y habréis sucumbido a su maquiavélico plan (perdón por lo de «maquiavélico», sé que ha sonado culto pero no tenía intención, fue pura casualidad).

El vídeo es de 2008 pero, cosas de Internet, es ahora cuando ha empezado a coger viralidad. Y yo me pregunto… ¿cómo habrá aprendido a reír de esa forma? ¿Le habrán enchufado en casa LaSexta 3 ininterrumpidamente? Bueno, parece improbable porque hace cuatro años aún no estaba en antena. Quizás le pusieron DVD’s, quizás era el guacamayo de un mantero o quizás…

… O quizás era la mascota de Pavel Durov, el millonario que creó una red social llamada VKontakte y al que llaman el Zuckerberg ruso, que hace unos días acaparó las portadas de algunos medios después de que pusiera en marcha una medida solidaria que a mí me parece de mal gusto.

Durov se dedicó a lanzar billetes de 5.000 rublos (algo menos de 120 euros cada billete) desde la ventana de su oficina en San Petersburgo. Visto así, el tipo, de 27 años, parece un muchacho generoso que quiere ayudar a la gente anónima a superar la complicada situación que atravesamos. Ahora bien… ¿qué me diríais si os cuento que los lanzaba como avioncitos y entre risitas con sus compañeros? Pues ya no hace tanta gracia, ¿a que no?

Como cabía esperar, la gente se arremolinó en torno al lugar en el que caían los billetes peleándose por ellos mientras los directivos sonreían desde la ventana. El salario medio en Rusia es de unos 23.500 rublos mensuales (alrededor de 560 euros), de modo que haceros una idea de lo que suponía cada billete para esa gente.

(El vídeo está en ruso, pero viene a contar lo que os he explicado)

Pues bueno, por si no fuese bastante, Durov explicó que simplemente intentaba crear una «atmósfera festiva» en la ciudad y que tuvo que parar pronto porque «la gente se convirtió en animales». Decidme o no si a este tipo le pega tener ese guacamayo y haberle enseñado esa risa. Es más, me atrevería a decir que Durov aprendió todo lo que sabe viendo al señor Burns en Los Simpsons… y así nos va.

PD: Mañana a ver si nos animamos un poco, que con lo simpática que había empezado la cosa hablando del guacamayo al final vamos a terminar el día encabronados ligeramente contrariados.

PD2: Vale, lo confieso, lo del guacamayo era una excusa para rajar del tal Durov.