Archivo de junio, 2012

No sabía que fumar marihuana afectaba a su conducción

La ignorancia no da la felicidad, pero te puede librar de una condena. El ejemplo a seguir en este aspecto es la estadounidense Kimberly McCarthy, que debe encontrarse entre los personajes más disparatados que han pasado por este blog.

Kimberly tiene 18 años y entre el 24 de febrero y el 13 de marzo fue detenida tres veces por conducir bajo los efectos de las drogas. Podremos debatir si hay que despenalizar la marihuana o no, pero si es ilegal consumirla y ponerte al volante colocado, lo mismo no es aconsejable hacerlo. Y si lo haces una vez y te pillan, lo mismo no es sensato hacerlo por segunda vez. Y si te cazan por segunda vez, el hecho de que te pillen una tercera significa que, o bien te va la marcha, o tu estulticia no conoce límites.

Mientras decidís en qué categoría se encuadra Kimberly, os sigo contando. Resulta que la muchacha se ha librado de una condena porque, según el juez, la pobre ignoraba «los problemas que le ocasionaría fumar marihuana y conducir», relata la prensa local. Lo típico de «el desconocimiento de la ley no exime de su responsabilidad» no se lo han aplicado y gracias a su ignorancia solo tendrá que ir a un cursillo donde le expliquen lo malo que es tomar drogas y poco más.

Como podéis comprobar en las imágenes, ordenadas cronológicamente de su primera a su última detención, la chiquilla fue asumiendo con naturalidad la circunstancia y, lejos de las lágrimas del principio, fue adoptando una postura más formal en las fotos de la Policía. Vamos, que si la llegan a pillar por cuarta vez sale haciendo el signo de la victoria.

«¿Y cómo llega una muchacha a esta situación?», os preguntaréis (o quizás no, pero os lo explicaré igualmente). Pues bien, para ello primero hay que tener unos abuelos pasotas que te dejen coger el coche cuando a ti te parece, y después ser un imán para los agentes, que debían saludarla ya como al protagonista de El show de Truman. Aunque bueno, también influye acumular una cronología como la suya:

  • En Noviembre de 2011, sin tener el permiso de conducir completo (cosas de yanquis) fue detenida por conducción temeraria, sin cinturón y sin compañía de un adulto.
  • El 23 de febrero de este año fue arrestada por ir al volante bajo los efectos de las drogas y por posesión de éstas.
  • El 29 de febrero le retiran el carné de conducir.
  • El 11 de marzo, ya sin carné, vuelven a pillarla después de haber fumado marihuana. También llevaba un poquito en el coche, supongo que por si le daba hambre.
  • El 13 de marzo volvieron a pararla, otra vez bajo efectos de las drogas, otra vez con posesión de sustancias prohibidas.

Dice un blog estadounidense que lo suyo es una mezcla de «serios problemas, seria estupidez y seria mala suerte». Sí es cierto que parece tener un poco de todo, las cosas como son.

PD: Lo mismo es que le gustaba algún policía y no sabía cómo decírselo.

Cosas que no esperas encontrar cuando usas Street View

Hay muchas razones para usar Street View, o cualquier sistema igual o parecido de la competencia. Encontrar un sitio al que tienes que ir, visitar lugares a los que nunca has ido y jamás irás, cotillear qué pasaba en tu barrio el día que pasó la camarita de Google… así nos podríamos seguir hasta reunir decenas de motivos por los que perder el tiempo navegando por calles de todo el mundo hasta llegar a la principal: encontrar cosas que no esperas. Y de eso hay un montón, os lo aseguro, mucho más de lo que creemos.

Como hacía tiempo que no recopilaba cosas raras de Google Maps aprovecho para traer las cinco que más me han gustado de las últimas semanas; pero si tenéis alguna que os guste especialmente no dudéis en hacérmela llegar. Vamos para allá:

1. ¿Vuesa merced, dónde me hallo?

Google ha conseguido hacerse con más cariño que una marca blanca, quién lo iba a decir. Por eso los hay que piensan que el gigante de Internet puede hacerlo todo, incluso viajar en el tiempo. Entonces… ¿hay opciones de que un cochecito de Street View viajara un par de siglos atrás al sur de Reino Unido y captara a una noble desconcertada cerca de palacio? Bueno, opciones hay pocas, por no decir ninguna, pero yo no voy a ser quien os quite la ilusión.

2. Tengo un regalo para ti

Me sorprende que cuando hay una cámara de televisión cerca, algunas personas empiecen a actuar de forma extraña y se sientan poseídas por un extraño espíritu que les empuja a hacer el ganso para salir en pantalla. Afortunadamente, no todo el mundo es así, aunque, desgraciadamente, los hay que son justo lo opuesto: en cuanto ven una cámara hacen lo que sea para que no salga su cara y prefieren poner… bueno, ya me entendéis.

3. El descanso del guerrero

Otra de las cosas que encuentras, pero no esperas, en Street View son animales. Ahora bien, si estás navegando por una reserva de monetes en Japón igual no te extrañas tanto cuando ves a un montón de guerreros bañándose entre la nieve, tomando un descanso bien merecido. Me imagino al pobre Peter ahí, disfrutando de unas vacaciones que lleva tiempo reclamando… mientras tanto, que se quede cuidando del teclado en la cabecera.

4. Ahora que nadie me ve…

Los «aquí te pillo, aquí te mato» tienen más inconvenientes que nunca. Ahora, cuando pasees por las calles de Letonia, no puedes pararte en cualquier sitio a vaciar la vejiga (bueno, antes no debías), porque lo mismo te encuentras con que un cochecito pasa por tu lado y te toma una fotografía que queda ahí para la posteridad. Porque una cosa es que a las tres de la mañana, en Malasaña, salga un señor de un portal y te grite «¡gamberro!» y otra es que te recuerden para siempre en esa esquina, junto a esa estatua.

5. Aprovechando el calorcito

Hace calor, ¿verdad? No, no, que va… son rumores, como solía decir mi primo David. Fijaos si hace calor que en algunas zonas de México han decidido tirar a la basura los tendederos y las cuerdas para aprovechar la valla metálica que hay frente a casa. Ahí, si te lo curras, te caben más de cien calcetines y unas cuantas camisetas. A mí no me termina de convencer, porque las vallas suelen tener más mierda que los pies de Frodo a veces contienen restos de suciedad, pero oye, si a ellos les funciona… 

PD: ¿Cuál es vuestra escena favorita? Mi debilidad, como de costumbre, son los monetes.

La boda terminó de una forma precipitada

¿Cuánto diríais que habéis evolucionado en los últimos tres años? Hablo a nivel mental, claro, porque personal y profesionalmente ha sido una época jodida no sin ciertas dificultades. Pues bien, yo puedo decir sin temor a equivocarme que no he avanzado nada, no he mejorado nada y, si me apuráis, estoy aún peor que en noviembre de 2008, cuando empezó toda esta locura.

Muchos diréis… ¿a qué viene esto, becario? Bueno, si alguno hace memoria, poco después de empezar a escribir aquí publiqué «Juntar tres inútiles en una boda», un post mítico, legendario, inolvidable… en el que… en el que… en el que no me acuerdo lo que pasaba, porque han pasado muchos años y bastante con que recuerdo el título del post. Era algo así como una caída en dominó de los asistentes a un enlace.

Y lo de hoy viene a ser la edición de aquella entrada, pero remasterizada y con algunos extras. Más gente. Más agua. Más EPIC FAIL… vamos, que deja a Titanic 3D a la altura del betún. En la escena vemos cómo Eric y Maegan Walber posan con todos sus amigos para hacerse una foto divertida, típica de boda, de ésas que aspiran a ser inolvidables. Como veréis en el vídeo, si lo que querían era ser recordados, lo han conseguido.

Estaban los Walber tan felices y sonrientes sobre el lago Gun, en Shelbyville (no, no está al lado de Springfield, sino en Michigan) cuando el puente, de repente, se fue al garete. Las caras de la muchachada son un poema cuando ven que se van al agua, aunque bueno… eso supongo que lo habréis visto ya.

La parte buena que tienen las bodas es que, como todo el mundo está de buen humor, ya puede estar lloviendo a cántaros o cayendo chuzos de punta que todos se lo pasan bien. Les da exactamente igual caerse al lago, empaparse hasta los calzoncillos y dejar toda la ropa para tirarla. Eso, como cuando yo me quedé encerrado en un ascensor con 10 personas y una claustrofóbica, termina siendo un momento divertido digno de ser recordado.

Evidentemente, en ese ánimo desenfadado influye, además del alcohol, que la boda ya había terminado y estaban en la parte final de la fiesta. «Será algo para contar a nuestros nietos», dicen… pero yo no sé si creérmelo, porque eso es lo que dicen todas las viejas para que les den caramelos en los desfiles y al final son ellas quienes se los comen.

PD: ¿Alguna anécdota de boda digna de ser recordada?

La bebida que flota y sorprende a todo el mundo

Con lo bien que funciona el boca-oreja (o teclado-pantalla, si queréis) en Internet, no me extrañaría que ya conocieseis la magia de Rahat, que se esconde en un canal de YouTube. Bueno, se esconde… quizás no es la palabra más adecuada si tenemos en cuenta que cada uno de sus vídeos suele superar el millón de visualizaciones.

No obstante, a muchos de vosotros os sonará a chino eso de la magia de Rahat y puede que algún despistado crea que estoy hablando de las maravillas que esconde la capital de Marruecos porque ha leído la magia de Rabat en vez de la de Rahat. Tranquilos, ya ha llegado Bec para llenaros una porción de cerebro con conocimiento baldío. Es mi trabajo.

Una de las especialidades de este mago, cómico y bromista es la de hacer volar cosas en el interior del coche y grabar la reacción de la gente cuando lo ve.

Su última creación es Bebida voladora III: en el vídeo vemos como nuestro protagonista pide la comida en el autoservicio de una especie de Krusty burger (no se me ocurre de qué multinacional de comida rápida puede tratarse). Como podéis imaginar, el mago deja flotar en el aire la bebida y cuando va a pagar y los empleados ven que no la está aguantando con nada, abren los ojos más que Özil.

Como el tipo es un cachondo, cada vez actúa de una forma diferente. A veces se hace el sorprendido, otras actúa con normalidad, una vez rodea la bebida por arriba y por abajo para demostrar que no está colgando de un hilo ni de nada y hay otra que lleva el vacile al extremo y cuando la empleada le dice corriendo al jefe lo que está pasando él coge el refresco con la mano y deja por loca a la muchacha.

La verdad, no tengo ni la más remota idea de cómo lo hace, aunque sí me imagino cuál sería mi reacción si lo viera. Me quedaría mirando fijamente, soltaría un exabrupto (es un taco, no penséis que me iba a poner a escupir delante de todo el mundo) y diría: «Tiene truco. No sé cuál, pero tiene truco».

PD: Como publicidad del Krusty Burger en cuestión no está nada mal, ¿eh?

 

Denuncia que en el FBI la discriminan por ser guapa y tener éxito como cantante

Sabéis que es en este blog es un clásico el «demasiado sexy para»…, incluso Trolly lo ha dicho alguna vez. Pues bueno, como la última vez que vimos un caso de este tipo fue en marzo, cuando un montón de madres y padres cambiaron de guardería a sus hijos porque la profesora era sexy, he decidido que es el momento de hablaros de otro caso de pura envidia, esta vez en el FBI.

Erika Bonilla, una trabajadora californiana de la agencia, ha presentado una demanda contra la organización porque se siente discriminada y acosada por sus compañeros debido a que «están celosos» por su apariencia «y envidian su carrera como artista», según recoge la prensa internacional.

Dice Erika, de 38 años, que todo este lío empezó en diciembre de 2002, cuando meses después de entrar en el FBI fue ascendida a un puesto de mayor responsabilidad y sus compañeros consideraron que otra persona se merecía el trabajo. Esto es un clásico, ¿eh? Se empieza con una miradita furtiva y un susurro y se termina diciendo «Gracias, Sara».

Como, desgraciadamente, suele ser habitual en este tipo de casos, empezaron a extenderse los rumores de si «seguro que se acuesta con algún jefe», «qué habrá hecho para llegar ahí arriba» y algún que otro comentario envidioso hecho solo para incordiar.

El caso es que Erika tiene claro que sus compañeros le tienen manía porque es una «atractiva hispana con carrera en la música latina». Es algo así como la Jennifer Lopez o la Sofía Vergara del FBI, para que nos entendamos. La pobre decidió cambiar de oficina para poder seguir compaginando su carrera musical con su trabajo en la agencia.

El FBI ha preferido no hacer comentarios al respecto, ni sobre el caso en general ni sobre la indemnización que pide nuestra querida cantante en particular.

PD: Si queréis disfrutar de la música de Erika, podéis escuchar su Cómo te va mi amor.

 

Lo más raro que ha pasado durante la semana (18-24 junio)

Semana de locos. Entre ladrones, vídeos y partidos de cuartos de final de la Eurocopa no hay quien saque diez minutos para echar la vista atrás y recopilar todas esas cosas extrañas que dejamos pasar, como si no fueran con nosotros, pero que al final terminan importando más que las cumbres europeas y los estudios de ciertos organismos. Ya sabéis, ha llegado el momento de recopilar lo más raro que nos deja esta semana:

1. Pierde la custodia porque su nieto se hizo un tatuaje

Ser abuelo es, seguramente, una experiencia muy peculiar. Suele pillar en una edad complicada para decir no, de modo que raro es el abuelo que no llena de caprichos a su nieto. Ahora bien, hay que poner ciertos límites porque de lo contrario te puede pasar lo que a Jerry Garrison, un señor estadounidense a quien le han quitado la custodia de su nieto de diez años por permitirle que se hiciera un tatuaje en la pierna.

Aunque Garrison dice que es una tradición familiar y que él también lo tiene, no ha convencido al Florida Department of Children and Families, que hizo una visita rutinaria al domicilio de Jerry y se encontró con que el chiquillo tenía sus iniciales grabadas en la pierna derecha. En Florida no está permitido que un menor de 16 años se tatúe, de modo que le fue retirada la custodia, aunque el abuelo ha alegado.

2. Es solo ejercicio, pero parece otra cosa

Soy muy fan de las bromas (poco pesadas) que circulan por YouTube, no os lo voy a descubrir ahora. Pues bien, una de las últimas que me ha arrancado una sonrisa es la de «¡Dejadme tranquilo, estoy haciendo gimnasia!» (que es como la he bautizado yo, aunque también valdría «Gimnasta, no onanista»). Lo organizan los chicos de Sketch Empire, expertos en crear escenas en las que nada es lo que parece. Esta vez, un tipo se pone en medio de la calle a fortalecer sus músculos y la gente que lo ve de espaldas se queda atónita. Tanto es así, que la mayoría optan por esquivarlo. No os lo perdáis, aunque esté en inglés lo importante son las imágenes.

3.  El coche «lo conducía Dios»

Sé que muchos pensáis que en Estados Unidos los ídolos son gente como Obama o Lebron James, pero no es así. Esta gente ha hecho historia en su campo, sí, pero… ¿alguna vez Dios les ha ayudado? No, ¿verdad? Pues bueno, a Vardan Aslanyan sí. Bueno, ayudado más o menos, digamos que le ha hecho un Ghost: se ha metido por medio, ha formado una zapatiesta y luego se ha ido.

Nuestro amigo Vardan, de 29 años, fue detenido hace unos días después de una persecución espectacular por Hollywood. Cuando los agentes y los periodistas le preguntaron qué había pasado dijo que quien se había hecho cargo del volante era «Dios» y, a la pregunta de «¿ha tomado drogas» respondió, ni corto ni perezoso, «¿qué son drogas?».

A mí me recuerda aquello de «Yo no consumo nada, ¿sabes? ¡Yo me meto toda!».

4. Una recogida de firmas surrealista

¿Estás harto de que la gente te pare por la calle pidiendo firmas para distintas iniciativas? Seguramente sí, de modo que… ¿por qué no organizar una recogida de firmas en la calle para que la gente deje de pedir firmas en la calle? Sí amigos, es lo más becario que he visto últimamente y es una broma que lleva más de 44.000 visualizaciones en YouTube. El vídeo está en inglés, pero os resumo las respuestas-tipo que se producen:

  1. ¿Que firme para que la gente no me pare para pedir firmas? Vamos, esto mismo que estás haciendo ahora, ¿no?
  2. 2. Lo siento, no tengo tiempo.
  3. 3.  3. Sí, estoy harto. Firmaré para que no me paren más para firmar.

Surrealísticamente encantador, casi tanto como poner dos 2 y tres 3 en una enumeración.

PD: Que conste que he visto un montón de vídeos graciosos además de estos, pero no os quiero saturar. Parece que el verano espabila los cerebros.

 

Otra propuesta de matrimonio a la que no puedes decir «no»

Madre mía, a las alturas de semana en la que estamos y yo todavía no os he traído la tradicional propuesta de matrimonio entre pastelosa e irresistible de cada semana. ¿Con qué nos sorprenderás hoy, Bec? ¿Otro de tus vídeos comentados haciéndote el gracioso? ¿Otra vez malgastando este valioso espacio que te dan para escribir?

Pues sí, amigos, nos espera otro ejemplo más de lo que yo llamo «la vida becaria». La vida becaria es querer a tu pareja, citarla en un parque con una amiga, que se sienten en una mesa, y que de repente, cuando menos se lo espere, empiecen a llegar «unos amigos» que, fíjate tú la casualidad, se mueven de forma coordinada. La vida becaria es tener un poder de convocatoria acojonante chiripitifláutico, que te permita juntar a un montón de gente para hacer una locura como ésta:

La protagonista de las imágenes, que como habréis deducido es la muchacha de la chaqueta rosa, había quedado con una amiga para comer. Se citaron en un parque de Nueva York y mientras hacían tiempo pasó todo eso que habéis visto arriba: un montón de gente bailando The way you make me feel, de Michael Jackson, a la que se termina uniendo una orquesta y hasta un grupo de curiosos que tiran de móviles para captar ese inolvidable momento.

Volvemos a lo de siempre, aquí hay varias formas de ver la historia:

  • Está la moderna, consiste en decir: «Bah, menudo espectáculo innecesario. No se puede ser más empalagoso».
  • Está la gafapasta, consistente en: «Eso no es amor, lo único que quería ese chico era hacerse famoso».
  • Está la romántica, que básicamente dice entre lágrimas: «Yo quiero eso para mí».
  • Y está la trollyana, según la cuál: «Qué mierda hace el becario éste contándonos su vida, que no le interesa a nadie».

Yo me quedo, como es tradición, con una intermedia, algo así como… «Olé por el chaval, que le ha dicho a su chica ‘todo lo que la quiere’ tirando de ‘un par de amigos’ y eso no es nada fácil». Siempre que seas de involucrar a una cantidad tan grande de gente para algo como eso yo me quito el sombrero, porque envidio el poder de convocatoria (y la creatividad) de los vídeos como éste o el del lipdub matrimonial que os traje hace unos días.

Además, ya que los mercados siempre nos agobian con sus historias, nos complican tener hijos, criarlos, aspirar a algo mejor… ¿no os apetecería durante diez minutos estar sentados en un parque y que alguien organizara un espectáculo solo para ti? Si eso no te hace sentirte querido, la verdad no sé qué más podemos hacer por ti, jeje (uy, cuánto tiempo hacía que no ponía «jeje». Creo que lo pondré otra vez, para todos esos que cada vez que lo pongo se acuerdan de mis ancestros… «jeje»).

PD: Y ahora que estamos hablando un poco de todo… se dijo mucho del peluquero de Sergio Ramos, ¿pero y del de Cristiano Ronaldo? No vamos a decir nada? Sé que no viene a cuento, pero a alguien se lo tenía que decir.

Intentó robar una bici usando como arma salchichas congeladas

Einstein, Nietzsche, Alejandro Magno, Miguel Hernández… vayan haciendo hueco porque un nuevo genio pide paso. Sí, sí, me refiero a Michael A. Baker, ese muchacho de Massachusetts (ese lugar que nunca sé dónde lleva la «ss»), ese tipo con un ingenio inigualable (a pesar de sus 22 años) que creyó que podía robar la bici a un muchacho usando unas salchichas congeladas.

El tema está en que Michael (Miki, para los amigos, que supongo que también los tendrá) es un tipo talentoso pero tiene tanta paciencia como Bosnia eurocopas: ninguna. Por eso, al ver que el ciclista resistía a su mirada desafiante y a sus salchichas congeladas, sacó una llave inglesa, le aporreó y se llevó el vehículo. Finalmente consiguió el objetivo, sí pero tuvo que cambiar de táctica, según la prensa local.

«Qué mentiroso eres, becariucho, qué vergüenza de tipo, cómo te gusta mentir: ¡NO INTENTÓ ROBAR LA BICI, SINO QUE SE LA LLEVÓ!«, me diréis algunos. Pues bueno, quizás a vosotros la noticia os parezca que está en que un tipo con peinado raro aporreó a otro con una llave inglesa y así le quitó la bici. Os lo respeto. No obstante, para mí lo noticioso es que ese mismo tipo, con ese mismo pelo, tuviera como primera idea robar una bici usando como arma intimidatoria salchichas congeladas que, para más inri, también eran robadas.

Ya, ya sé que yo me quedo en el detalle y me pierdo la historia, que cojo la parte de la realidad que más me interesa, todo eso lo sé, pero pensad que en el mundo becario funcionamos a una velocidad distinta que en el mundo real. Es más, poneos en situación: estás con un amigo contándole que la otra noche llegaste a casa con más alcohol del previsto en el cuerpo y en lugar de abrir la puerta con la llave de casa la intentaste abrir con un pan de pita. Atónito por esa estupidez, al final te das cuenta, sacas las llaves y entras a casa. ¿Cómo lo contarías? ¿Dirías «oye, que al final la otra noche entré en casa»? No, tu titular sería: intenté abrir mi casa con un pan de pita y no funcionó. Luego si queda tiempo cuentas lo otro, pero es completamente secundario.

Volviendo al tema de Michael (me resisto a llamarle Miki ante el temor de que no tenga ningún amigo), el caso es que el pobre diablo terminó siendo detenido poco después de llevarse la bicicleta del otro muchacho, que fue atendido de las heridas en un hospital cercano a la zona en la que se produjeron los hechos.

Por cierto, dice el pobre Michael que los hechos no ocurrieron así. Según su versión,  él iba en bici a ver a su abuela cuando el agredido le paró y le sacó un cuchillo. Entonces, gracias a que llevaba una llave inglesa a mano (¿quién no la lleva cuando sale a montar en bicicleta?) pudo defenderse. Ah, y que de las salchichas no sabe nada. Supongo que si va a la cárcel quiere evitar que le relacionen con ese tipo de productos, por lo que pueda pasar.

PD: Por cierto, una chorrada. Si la «llave inglesa» se escribe así, ¿la «yave griega» es así?

Un ladrón se hace pasar por maniquí para que no le detengan

Si algo hemos aprendido desde el 13 de noviembre de 2008 hasta ahora es que ser ladrón no es cosa fácil. En estos 1.325 días hemos visto pasar por el blog a rateros de todos los colores, excusas de todo tipo, situaciones cómicas y algunas incluso patéticas. Pues bien, hoy, un nuevo caso se une al club de los ladrones con poco ingenio: el protagonista llega desde Argentina, como aquel que entró a robar en una tienda y terminó dejando dinero de su bolsillo.

Os cuento la historia que me hizo llegar @juancmarti, el genial viñetista mexicano. El ladronzuelo entró a una óptica de Rosario para hacerse con un botín suculento que le permitiera darse un respiro en esta crisis que nos asfixia. El problema es que nuestro muchacho tenía poca vista (quizás por eso eligió la óptica) y no fue lo suficientemente hábil como para huir a tiempo. Cuando quiso darse cuenta ya era tarde y la Policía había llegado al local e iluminaba la estancia en busca del responsable del robo.

«¿Qué hago, qué hago?», debió pensar el pobre. Una de las opciones era, como decía Mortadelo, andar hacia atrás para ver si la Policía creía que llegaba, y la otra, inspirada en Soy leyenda…  fingir que era un maniquí. Supondréis del título que optó por la segunda opción: quedarse quieto e intentar pasar desapercibido entre los… ¿múltiples maniquíes que pueblan las ópticas del mundo? Sí, amigos, ¿quién no ha visto varios maniquíes dentro de una óptica?

Lo mejor de todo (o lo peor), es que logró su objetivo en un primer instante. Cuenta la prensa local que los agentes dieron por bueno el objeto hasta que uno de ellos iluminó la cara del muñeco con la linterna. A esas alturas y con esa luz en el rostro, era bastante evidente que se trataba del ladrón y no de un figurante esperando el rodaje de una película.

El muchacho fue detenido con pocos mimos porque si algo le sienta mal a los policías, además de una manifestación de indignados, es que intentes tomarles el pelo.

En cualquier caso, empiezo a pensar que Argentina tiene cierta querencia por los maniquíes, porque también fue en el país de @pequeniag donde sustituyeron a los vigilantes de la cárcel por muñecos y claro… al final hubo presos que se terminaron fugando.

PD: Cada vez que hago un tema así me dan ganas de poner la canción De cartón piedra, de Serrat, pero como ya lo hice hace unos años no quiero abusar.

(FOTO: Melisa Tuya, que me autorizó a usarla)

Lío en el ‘Tú sí que vales’ de Tailandia por la pintora nudista

Empieza a ser costumbre que cada semana se deje caer por aquí un concursante de alguna edición extranjera de Tú sí que vales. Supongo que, si José Luis Moreno está avispado, terminará reuniéndolos a todos y llevándoselos de gira por ahí, en lo que sería los Globetrotters del Tienes talento mundial. El equipo lo encabezaría Andrew de Leon, el chico de la voz inesperada, que iría escoltado por Alexander Shtifanov y por nuestra protagonista de hoy, Duangjai Jansauoni, una tailandesa de 23 años que tiene una forma muy particular de pintar que no han sabido entender en su país.

Nuestra amiga Duangjai salió al escenario del Tú sí que vales tailandés descalza, con una camisa y unos vaqueros. Entonces se puso de frente a un lienzo (de espaldas al público y el jurado) y pintó una silueta. Después comenzó a contonearse al tiempo en el que se quitaba la camisa y el sujetador, dejando a todo el mundo flipando: ¿una stripper en el programa?

Mientras la gente intentaba averiguar lo que pasaba, Duangjai cogió unos botes de pintura y se los tiró por encima. Se nota que entre el público no había abuelas, porque de lo contrario alguna se habría levantado y le habría dado una voz: «¡Hija, mira cómo te has puesto! ¡Que la pintura se borra muy mal! Ay, ay, ay… cuando te vea tu madre te va a tener que meter en un barreño de lejía con un estropajo». Una vez terminó de refregarse la pintura, se refregó ella contra el lienzo haciendo como que pintaba.

No había abuelas pero está el ministerio de Cultura, que ha cargado duramente contra la artista (bueno… artistita, porque lo que ella hace difícil, lo que se dice difícil, no parece), ya que entiende que el top less no es apropiado para la televisión. Lo mismo que piensa, como habréis visto en el vídeo, la miembro del jurado, la actriz Pornchita Na Songkhla, que también criticó a Duangjai: «No digo que no sea bueno, digo que no es apropiado». Todo ello, después de un paripé un poco prescindible: se puso de espaldas a la concursante en plan «Del barco de Chanquete no nos moverán».

Las cosas como son, todo es un poco ridículo. Es raro que consideren que la concursante esté a la altura del resto de artistas, porque lo que hace lo puede hacer cualquiera. Es extraño que la que critica a la muchacha sea Pornchita, quien hace un par de años posó desnuda cubierta de chocolate para una revista. Y más rocambolesco aún es que los miembros varones del jurado la pasaran de ronda alegando que en cualquier país europeo estaría bien porque es una forma de arte.

Conclusión, que se ha armado una buena zapatiesta, porque el programa ha tenido que disculparse, asegurar que no sabían que iba a quitarse la parte de arriba de la ropa (no sé cómo lo haría en los ensayos entonces) y prometiendo por Snoopy que no lo hicieron para disparar los índices de audiencia, según recoge la prensa británica.

PD: Y ahora voy yo… y me lo creo.