Archivo de febrero, 2012

Nunca verás volar tan lejos un avión de papel

[Los dos primeros párrafos son «paja», que diría @jaijime. Podéis ver el vídeo y salir. Avisados estáis]

A muchas películas americanas les falta una segunda parte. A las que ya la tienen, les falta a veces una tercera. Y a algunas trilogías, les vendría de perlas una secuela extra, para explicar lo que ocurre después del beso y el fundido en negro, para ver si eso del «felices para siempre» es verdad o una patraña que nos intentan colar para darnos envidia.

Porque estoy en contra de los finales abiertos. ¿Qué es eso de dar lugar a la imaginación para que tú te montes tu final? ¡Que yo estoy pagando mi entrada! Bueno, mejor dicho… ¡que la estoy viendo on line con subtítulos mientras los de la primera fila se levantan y me joden la parte más interesante! Yo también tengo derechos, hoygan.

Pues bien, hoy, todos los lectores de el blog del becario (Trolly incluido), vais a saber cómo acaba una típica película yanqui, de ésas de instituto. Joe Ayoob, protagonista de los hechos, era el típico quarterback que se dedicaba a hacer avioncitos de papel en clase, un tipo duro, el que en el cine siempre se termina llevando a la chica y aprobando con la ayuda de su amigo empollón. El final de la película, con el fundido en negro, nos dejaría a Ayoob como un quarterback prometedor, pero…

… Pero el muchacho no terminó de explotar (un De la Peña, Julen Guerrero, Javi Moreno o Parejo de la vida) y al final, después de dos temporadas rozando la profesionalidad, dejó su sueño y se dedicó a otros asuntos. Ahora es vendedor en San Francisco, un trabajo que no le debe llenar mucho, por lo que se propuso ingresar en el Guinness de los Récords para que su nombre quedara grabado en la historia (hasta aquí, encajaría en la segunda parte de una película estadounidense cualquiera).

¿Y qué hizo? Pues (aquí llega lo que el cine nos oculta) retomar la costumbre de los avioncitos de papel y hacer medio centenar (50, dejad de hacer cuentas) de lanzamientos diarios para superar el récord de distancia recorrida por un avión de papel, que hasta el domingo estaba en 63 metros y lo ostentaba Stephen Kreiger (quizás primo lejano del tipo que escribe libros de miedo).

Así fue cómo terminó conociendo a John Collins, un estudioso del origami (las figuritas de papel en general) que había diseñado aviones desde la infancia y perseguía este récord desde hace varios años (había colaborado sin éxito con dos quarterbacks anteriormente). Alcanzaron un acuerdo de colaboración y Ayoob (la fuerza) se unió a Collins (el cerebro) para conseguir el récord, que como suponéis a estas alturas del post, logró el domingo.

Disponía de diez lanzamientos, según ESPN, pero le bastaron cuatro para alcanzar los 69 metros, en el lanzamiento que habéis visto sobre estas líneas. Una chorrada, sí, pero de las que te dejan con la boca abierta. Cómo será el tiro que lo tuvo que realizar en un hangar.

Son récords becarios, por su escasa importancia, aunque un servidor no encaja en ninguno de los dos perfiles: ni podría ser el forzudo, ni podría ser el cerebro. Si acaso podría ser Pinky, como mucho.

PD: Esto aún no ha acabado. El anterior récordman, Stephen, formaba parte del jurado encargado de verificar el récord y estudia presentarse nuevamente para batir la marca de Joe. Ríete tú de la Champions, ¡¡¡lo emocionante es la liga de los aviones de papel!!!

Padre e hijo cumplen once años con solo unas horas de diferencia

Cuando decidí hacerme cuenta en Facebook pensé que una buena forma de evitar las felicitaciones cumpleañeras era poniendo que mi fecha de nacimiento era el 29 de febrero de 1905. Sin embargo, resulta que la gente infame que cumple los años ese día lo celebra o el 28 de febrero o el 1 de marzo. Qué sinvergüenzas. De modo que Facebook toma nota del asunto y le dice a la gente que mi cumpleaños es el 1 de marzo. Indignado me hallo.

Lo digo porque yo esperaba que quienes nacen ese día se convirtieran, a la larga, en una especie de Jack (el de la película de Robin Williams) en la vida real. ¿Os imagináis? Con cuatro años tienes 16. Me imagino a los veinteañeros nacidos el 29 de febrero haciendo botellón y fumando cigarros de la risa cuando llega la policía: «Documentación, por favor… ¿cómo? ¡¡USTEDES TIENEN CINCO AÑOS!! ¿SE PUEDE SABER DÓNDE ESTÁN SUS PADRES?». Vale, ya paro…

Llegado este punto es cuando os cuento la historia de hoy, porque supongo que mis pajas mentales profundas reflexiones a vosotros os dan más bien igual.

Son de esas cosas raras y sin sentido que ocurren en el mundo, de ese tipo de noticias que probablemente pasarían desapercibidas de no haber becarios como yo con mucho tiempo libre, pero vosotros, audiencia ocasional, seguidores fieles y Trolly, merecéis saberlo. ¿Sabéis que un padre y un hijo británicos cumplen once años con solo unas horas de diferencia? Os explico.

Como ya sabéis que esto va de años bisiestos seguro que os oléis la tostada. Efectivamente, James Clarke (el papá) nació un 29 de febrero de 1968, lo que significa que hasta el momento, de sus 43 cumpleaños, reales reales solo ha celebrado diez. Mientras tanto, su hijo Seamus nació el 28 de febrero de 2001, con lo que ahora celebra sus once años… justo unas horas antes que su padre.

James lo lleva con naturalidad (vamos, es que si lo piensas fríamente es una chorrada), y cuenta que, en su infancia, el día 28 de febrero decía «mi cumpleaños es mañana» y el día 1 de marzo, «mi cumpleaños fue ayer». Así evitaba las pataditas cariñosas que se propinaba la gente de su generación en el colegio. Ríete tú del «Mosca va» de nuestra época.

Según publica la prensa británica, el pequeño Seamus disfruta eso de cumplir los años antes que su padre y se parte de risa con sus compañeros en el colegio, a los que al principio les costaría mucho entender el concepto pero que, según crecen, lo irán cogiendo. Así, hasta que deje de tener gracia y el pobre termine contándolo en el blog del becario inglés para que sea vilipendiado por la audiencia.

PD: ¿Alguno de vosotros cumple los años el 29 de febrero? Que levante la mano, por favor.

Tiene 20 años y habla once idiomas distintos

[Podéis entrar, ver el vídeo, y marcharos. Hoy también es uno de esos días]

Si me seguís en Facebook (no es obligatorio, pero es gratis), sabréis que siento cierta devoción por los vídeos curiosos. Raro es el día que no publico un perro que salta, un gato que pide masajes, una cacatúa dando de comer a un mono o un tigre haciendo sumas y restas sentado en un sofá de eskay (bueno, los dos últimos me los acabo de inventar).

Pues bien, el vídeo que acompaña este post bien podría ser uno de esos que publico en las redes sociales para complementar las chorradas los sesudos y prestigiosos análisis que os traigo cada día, pero creo que el muchacho merece que le dediquemos cinco minutos de nuestra vida.

Alex Rawling es londinense, tiene 20 años, y habla once idiomas. Alguno de mi calaña, de los que odiamos a la gente con talento, dirá: «¿Once idiomas? Buah, menudo bulo. ¡¡Si no existen tantos!!». No obstante, para tranquilidad de todos, me he estado documentando y sí, por lo menos hay doce idiomas en todo el mundo y él se defiende en once, lo cual es una barbaridad.

Este mancebo británico ganó un concurso en el que se buscaba a la persona más políglota de Reino Unido y no es para menos. En el vídeo publicado por la BBC podemos comprobar cómo habla, de forma más que digna, español, catalán, inglés, francés, italiano, griego, alemán, ruso, holandés, afrikáans y hebreo. Vamos, que se puede pasear por Europa entendiéndose con casi todo el mundo. Como le parece poco, quiere aprender también árabe. ¡OLÉ!


Entenderéis que para mí, que hablo solo español y no sin dificultad, me parezca sorprendente. Dicen que cuantos más idiomas sabes menos te cuesta aprender los siguientes, pero aún así lo de Alex impresiona, por más que las lenguas que conoce Alex son casi todas inútiles. Las dos que realmente sirven no las conoce.

¿Y cuáles son los idiomas útiles? Joé, parece mentira que me lo preguntéis vosotros. El principal es el chino. No porque sea el idioma más hablado, no, no porque sea una economía emergente. La lengua más importante es el chino porque cuando todos los comercios están cerrados y tú necesitas algo con urgencia, recurres a sus tiendas y a veces te ves negro para que te entiendan. A mí, el otro día, me hizo falta un desatascador. No imagináis el ridículo que hice intentando explicar por gestos lo que me hacía falta.

El otro idioma fundamental, casi tanto como el chino, es el élfico, y Alex tampoco lo conoce. ¿Importante por qué, becario? Pues porque si perderte en un país que no conoces da miedo, perderte en la Tierra Media tiene que acojonar de lo lindo. Y ahí el élfico te resulta súper útil (además de para ligar con frikis en convenciones).

Por eso propongo que reconozcamos el mérito del chavalito, sí, pero en su justa medida. Él ha pasado un montón de tiempo aprendiendo idiomas, pero… ¿ha vendido alguna vez a Christian Ziege por 70.000 millones en el Pc Fútbol 5.0? Seguro que no. ¿Ha hecho un perfect en el Sing Star Disney cantando Bésala de La Sirenita? Seguro que no. ¿Ha visto cómo por la banda derecha del Bernabéu pasaban Geremi, Secretario y Vitor? Seguro que no. ¿Es capaz de adivinar cómo acaba un capítulo de Los Simpsons después de ver los dos primeros minutos? Pues eso… que sí, que sí, que él hablará muchos idiomas, pero nosotros podemos presumir de nuestra ignorancia en el blog del becario. Y jactarnos de ello, por supuesto.

PD: Como bien decía un amigo mío, no es que sepamos menos, es que nosotros hemos gastado el tiempo aprendiendo tonterías… pero tranquilos, algún día nos servirá de algo (digo yo).

Cuando te pillan haciendo algo que no debes

Comunidad becaria en Facebook

Una pillada es un mal momento, siempre lo es. Si eres famoso te pueden pillar con un micrófono abierto, de juerga, con alguien que no es tu pareja… si eres famoso no te puedes ni desnudar tranquilo, porque siempre hay una cámara que busca cuándo te rascas, cuándo se te ve medio cachete o cuándo echas el plástico en el contenedor de la basura orgánica (¡SACRILEGIO!).

Si eres un tipo normal y corriente (o incluso algo peor, como yo), tus miedos a ser pillado son más generales: temes que te descubran  copiando en un examen, que alguien de quien hablas mal te cace pegando una rajada o que un secreto que no debe ser revelado llegue a oídos ajenos por tu indiscreción.

Bueno… me falta uno. El que dio origen a este post después de una charla con mi compañero, amigo y escritor de Bravo, Tango, Siete, David Yagüe: que te pillen mirando un escote. Todo nació de un vídeo que puso en Twitter Berto Romero en el que veíamos (a estas alturas todos lo conoceréis) al marido de la presidenta de Finlandia echando un vistazo al escote de la princesa de Dinamarca. Os refresco la memoria, por si acaso:

A este pobre señor lo que le ha pasado, seguramente, es que no ha visto los vídeos de Salvador Raya en los que te enseñan a ligar y ha cometido un error de principiante. De todos modos, no siempre es fácil, amigos. En el fondo es una cuestión estúpida y muchas veces ni tan siquiera es premeditada, simplemente ocurre. Pongámonos en situación.

Estás hablando con una mujer cuya estatura es inferior a la tuya y su escote hace que mires prácticamente a sus cejas para que no se crea que estás enfermo, en plan Homer Simpson. Sin embargo, hay un resorte, un cable pelado, un algo que… cuando crees tenerlo todo controlado, algo te envía una señal equívoca a la cabeza, de la cabeza va a la vista y echas un vistazo rápido como quien tira un moco al suelo aprovechando que su madre está de espaldas. La diferencia es que tu interlocutor no está de espaldas y, sí amigos, se da cuenta. Obviamente no estamos hablando de una radiografía como la que hace este señor, hablo de un desvío de mirada, de un milisegundo… de un descuido.

Ahí hay varias formas de reaccionar: muchas se callan y piensan eso de «vaya por Dios con este tío», a otras les entra la risa tonta (como a @BegoYpunto), algunas te dicen eso de «más arriba, más arriba» (como a @lunerita) y las hay a las que no les importa (como a @nayermaster, @Anauseros o @Carmen_Sancho)… pero no lo dudes, se dan cuenta. La vista se ha desviado lo suficiente como para que el hecho pase desapercibido.

Ahora bien, no todo en esta vida son escotes. A vosotras, chicas, también os puede pasar algo parecido (y encima no se ve nada, salvo que seas Butragueño).

Y siguen los riesgos. Alguna vez os he comentado que mi mayor pillada fue cuando estaba pegando una rajada de las que marcan una época, de ésas en las que tienes al público entregado partiéndose de risa y te vas viniendo arriba, y más arriba, y más arriba, hasta que de repente…


Porque decir cosas inadecuadas ante gente que no debes o en momentos inoportunos es más habitual de lo que pensamos. Yo he sido cazador en conversaciones que no debería oír: una vez me estaban preparando un regalo sorpresa y nadie se dio cuenta de que yo había llegado. Luego el pobre chivato tuvo que rectificar pero no hubo nadie que le creyera. Y no es algo que me pase solo a mí, no…

Es probablemente una de las pilladas más comunes. En esta categoría también entran casos como el que contaba Moncho en la comunidad becaria de Facebook:

«Mi novia es especialista en esos temas… un día en el metro se puso a contar chistes de policías teniendo a dos enfrente. Lo peor es que no se había dado ni cuenta y cuando se lo dije me contestó que no iba a parar, porque si no quedaba muy descarado…»

Estos son algunos ejemplos, pero estoy seguro de que vuestra vida becaria está llena de pilladas, que habéis hecho u os han hecho, y que están deseando salir de ahí dentro. ¿Por qué no las compartís con nosotros? ¿Cómo reaccionáis ante una pillada, tanto si eres el cazador como si eres el cazado?

PD: Para que luego digáis que vuestra opinión no importa en los medios. El blog del becario os escucha y comparte vuestros traumas… esto nos lo convalidan por créditos de libre configuración casi seguro.

Un hospital busca «enfermeras atractivas como las de la tele»

Volvemos a Suecia, que después de lo del tipo que teóricamente sobrevivió dos meses sepultado por la nieve dentro de su coche me he quedado con ganas de más. El otro día me vi lo de Españoles en Laponia, pero fue insuficiente. Por eso me he puesto a leer la prensa en sueco. No me he enterado de nada y he tenido que conformarme con la prensa sueca escrita en inglés. Seguía sin saber lo que decían y al final, como diría mi padre, he visto los santicos (las fotos, vamos) y ya.

No obstante, aprovechando que mi mono Peter (el que sale en la cabecera del blog) sabe algo de inglés, hemos plagiado traducido una información que hemos leído en The Local, un diario sueco que publica en inglés, donde decían que un hospital de Estocolmo había publicado un anuncio en el que pedía «enfermeras atractivas como las de la televisión».

FOTO: Janz87 (flickr)Jörgen Andersson, responsable de la enfermería en el Södersjukhuset (hospital que puso el anuncio) explicaba a la prensa local que querían, sobre todo, enfermeras competentes, y dejaba entrever que la publicidad la habían hecho para llamar la atención.

El texto en cuestión pedía para el puesto gente «motivada, profesional y sentido del humor» y luego dejaba caer, entre la broma y el si cuela, cuela que estaría bien que fueran como las enfermeras de la televisión. Cuánto daño han hecho las cofias y las minifaldas del cine para adultos…

«Creo que la gente entiende que está escrito para captar la atención de la gente», contaba Andersson (el responsable de enfermería, no el pistolero que jugó en el Barça, que aquel era brasileño y se escribía «Anderson»), quien precisaba que «no es un requisito ser guapa» y que daba igual poner foto o no hacerlo en el currículo, porque no iba a marcar la diferencia.

Ahora bien, en el caso de que Andersson mienta y lo que pedía el anuncio fuese verdad… ¿a qué se refieren con «enfermeras atractivas como las de la televisión»? Porque hay muchas cosas que son «atractivas» en una mujer. Sí, a mí lo primero que me viene a la cabeza es una chica guapa, como Adriana Torrebejano en Hospital Central, pero… ¿y si no es así? ¿Y si lo que quieren es una enfermera tipo Nurse Jackie, una mujer que pase del código deontológico? ¿Y si quieren una enfermera como Carla Espinosa, de Scrubs, que vaya diciendo los defectos a la gente o dando consejos sin que le pregunten? O lo que es aún peor (o mejor, según a quién preguntes)… ¿y si lo que quieren son enfermeras como las de las películas codificadas? ¿Tenemos que cerrar el hospital y montar otro tipo de negocio? Cuántas preguntas… Trolly, échame una mano, anda.

PD: ¿Os acordáis la que se formó cuando una clínica gaditana exigió que las enfermeras fueran con minifalda?

[FOTOS: Janz Images]

Dos versiones de fútbol: una suicida y otra sobreprotectora

Sabéis que este blog no va de fútbol. Bueno, como bien apuntan muchos, este blog no va de nada. Es solo una concatenación de tonterías que nos sirve de excusa para reírnos. Además, como ya os he dicho infinidad de veces, esto lo hacemos entre todos. Por todo ello, antes de hablar del post de hoy, quiero comentaros una cosa que me hizo llegar Sascha al correo: mis compañeros veinteminuteros en Suiza tienen en marcha un concurso que bien podría llamarse «las fotos más cailentes de este frío invierno». ¡Esos modelos sí que son valientes!

Ahora al tema, que se nos pasan los párrafos y nos despistamos más que Peter Griffin en un supermercado. Dicen que ya está todo inventado, y no es así. Está CASI todo inventado, pero aún podemos añadir y quitar cosas a lo que ya tenemos para hacer una cosa que pueda pasar por nueva. Algo así como pillar Pocahontas, pintar a todos de azul y estrenar Avatar en 3D, no sé si me explico.

En estos casos lo recomendable es coger algo que esté inventado y ya tenga un público más o menos fiel. Me explico: no vale que cojáis las canicas, le metáis kárate e inventéis el karanicas, donde se conjugan las artes marciales y la precisión al golpear unas bolitas para meterlas en un agujero. Si queréis inventar un deporte nuevo y que tenga cierta repercusión, os recomiendo que cojáis el fútbol y lo hagáis más bruto (para que Pepe, Ballesteros, Soldado y compañía tengan un lugar en el que refugiarse el día de mañana) o más blando (porque Valerón e Iniesta tendrán que jugar a algo cuando se retiren).

Puede que hayáis visto ya los dos vídeos, pero yo me veo en la obligación de publicarlos. Primero vamos con la versión dura y luego con la blanda (que me hizo llegar @oscmon a través de Twitter): empezamos con los brutos del fútbol:

1. Ultimate Tazer Ball

No sé si tenéis un táser (pistola de descargas) en casa, o si pensáis comprarla. En ambos casos os recomiendo encarecidamente que no practiquéis el Ultimate Tazer Ball, porque este deporte está reservado solo para descerebrados profesionales y podéis terminar en el hospital. Consiste en dos equipos de cuatro jugadores que tienen que intentar meter una pelota gigante en la portería contraria. No parece nada del otro mundo… de no ser porque al contrario se le puede parar de casi todas las maneras posibles (riéte tú del Vale Tudo), incluso con una pistola de descargas, de esas que vemos en las series de detectives de Estados Unidos. Cada partido tiene tres partes de siete minutos, hay tiempos muertos… bueno, una serie de reglas que intentan dar sentido a esta locura absoluta. A mí me gusta la idea, pero le quitaría las pistolitas, que diría Torrente.

2. Boblefotball

Sé que muchos de vosotros sois más bien pacíficos. Incluso cuando el jefe tiene un día de esos en los que no ha podido ir al baño, le han quitado tres aparcamientos, se ha quemado con el café… siempre tenéis una sonrisa que ofrecerle (y un «me cago en tus recuerdos» por dentro, pero eso no es el tema). Para todos vosotros os traigo el Boblefotball, que se escribe así porque lo han inventado en Noruega. Consiste en jugar a fútbol un poco a lo bestia también, pero dentro de burbujas, de modo que si te caes al suelo rebotas y mucho daño no te haces. Hay varias pegas, como que tienes que correr con los brazos pegados o que ser portero es un coñazo, pero a mí este rollo coches de choque en plan fútbol me gusta. Puedes desahogarte sin necesidad de armas y unos empujones inofensivos siempre vienen bien, ¿no? En cualquier caso, aquí no invitaría a Pepe, porque las piernas van al descubierto, ni a Busquets, porque como se ponga a rodar con estas burbujaslo mismo termina en Pekín.

PD: ¿Cuál os gusta más?

Sobrevive dos meses sepultado en su coche por una nevada

Sabéis que soy un tipo muy pesado, pesadísimo. Cada lunes, en Facebook y Twitter, os digo eso de que «ya es casi viernes». No es casual, no, todo pertenece a un plan… un plan becario. No os voy a descubrir que la cosa está mal: mal porque no hay trabajo, mal porque no hay dinero, mal porque nos comen enfermedades raras, mal porque últimamente se disuelven a palos las manifestaciones. La cosa está muy mal, pero como le suelo decir a mis padres, por más vueltas que le demos no vamos a cambiarlo de arriba a bajo, no de forma inmediata.

Por ello, mientras acometemos los cambios, mientras buscamos una forma de darle la vuelta al calcetín, creo que no debemos bañarnos una y otra vez en esta podredumbre, no nos lleva a ningún sitio levantarnos cada mañana y pensar que esto no hay quien lo arregle. Muchachos, os propongo que entre todos nos levantemos y busquemos las cosas que merecen la pena, cosas que nos recuerden que no todo está perdido.

Y en ese contexto entra el post de hoy, localizado en Suecia. Un hombre sueco de 44 años, identificado en la prensa como Peter Skyllberg, ha sido rescatado después de sobrevivir dos meses en su coche, donde quedó atrapado durante una nevada el pasado 19 de diciembre, con temperaturas que alcanzaban los -30º.

La historia es tremenda: fue localizado el viernes, cuando dos personas se detuvieron a inspeccionar lo que parecía un coche abandonado en Umeå (norte de Suecia). En el interior estaba Peter, con un aspecto demacrado; no era para menos: llevaba encerrado en el vehículo desde diciembre sin nada que echarse a la boca más que la nieve, según recoge la prensa sueca.

¡Dos meses! Stefan Branth, un médico del Hospital Universitario de Uppsala explicaba que el cuerpo humano tiene una capacidad enorme de supervivencia, de adaptarse al entorno, y que es posible vivir un mes sin comida. «Dos meses es extremo, pero no imposible», según Branth, quien mantiene la teoría de que las bajas temperaturas ralentizaron el metabolismo de Peter, algo similar a lo que ocurre con los animales cuando hibernan.

Dice la prensa local que sobrevivió a base de comer trozos de nieve del techo que conseguía sacando la mano por la ventanilla. Otras fuentes añaden que tenía bálsamo de labios y algunos refrescos. Pero lo importante es… ¿cómo llega un hombre a quedarse atrapado en medio de un bosque, dentro de su coche, después de una gran nevada? Los primeros indicios apuntaban a que se había perdido, pero un trabajador de una gasolinera de la zona ha aportado las claves de la historia al diario Aftonbladet.

Según el testimonio de Andreas Östensson, dueño de la gasolinera, Peter acudía ocasionalmente a comprar café y perritos calientes y le dijo que dormía en su coche y vivía en el bosque desde verano. Todo parece indicar que rompió con su novia, empezó a tener problemas económicos (dicen que debe 182.000 euros) y no habla con su padre desde hace veinte años, de ahí que nadie hubiera denunciado su desaparición, tal y como relatan los vecinos de Örebro, en el centro de Suecia, localidad natal de Peter.

No obstante, no es la primera vez que alguien sobrevive tanto tiempo en una situación tan crítica. En 2006, por ejemplo, el excursionista japonés Mitsutaka Uchikoshi sobrevivió 24 días sin comida ni agua despúes de perderse en una montaña. Su temperatura corporal era de 22º, unos 15 por debajo de lo habitual, según recuerda la BBC.

PD: Ahora Peter se encuentra en el hospital recuperándose, porque apenas habla y está extremadamente débil. Pensad que han sido dos meses en un coche con unos cómics, unos cigarrillos y un saco de dormir.

Asalta una casa para hacer las tareas domésticas

Sabéis que hay muchos tipos de ladrones, en este blog becario los hemos estado viendo. El ladrón torpe es un clásico, pero está viendo cómo otro tipo de ratero le adelanta por la derecha: el delincuente raro, el ladrón extraño, el tipo que entra a una casa para sentarse en el sofá a ver la tele. Ahora bien, dentro del delincuente raro, quién sabe si espoleado por el tipo que puso la decoración navideña en casa ajena, está naciendo un tipo de asaltante más extraño aún: el ladrón buen samaritano. Sí, sí, como leéis (si no estáis seguro de lo leído, volvéis a la última línea y repasáis).

En esta categoría encontramos a tipos que se cuelan en tu casa pero, lejos de dejarla como si fuese un mercadillo (algo que me decía mi madre cada vez que volvía de trabajar y encontraba la casa revuelta), lo que hacen es desatascarte el lavabo, mecer a los niños hasta que se duerman o hacer los deberes de matemáticas y conocimiento del medio (que no del miedo). Quizás entréis a casa y al principio os sorprenda un poco poque no tenéis asistenta y hay una persona haciendo las tareas domésticas pero, a la larga, lo agradeceréis. Vamos para allá…

Keith Davis, el señor que veis a la derecha de estas líneas, es un tipo solidario. Tan solidario que decidió entrar en el apartamento de Ashley Murray, en Indiana, para adelantar un poco de trabajo y que la pobre mujer no tuviera la casa manga por hombro cuando volviera.

Tanto es así que cuando volvió Ashley, Keith (46 años, eficiente y servicial, ideal parejas… ah, no, que esto es de los pisos), había barrido el suelo, doblado la ropa y preparado la cena, según la investigación recogida en la prensa anglosajona.

La pobre mujer, que llegó con su hijo pequeño, creyó que su hermano estaba en casa, pero cuando comprobó que la puerta estaba echada tuvo un mal presentimiento, que se confirmó cuando vio la ventana abierta y a un señor cualquiera (bueno, cualquiera no, que al pobre Keith ya lo conocemos) ahí de pie derecho. Llamó a la policía y le pidió, a gritos, que se fuera de casa. Sí, en ese orden.

El tipo se fue a toda pastilla, y fue entonces cuando la dueña de la casa comprobó que el asaltante había cocinado «un poco de pollo con cebolla», había barrido el suelo y había recogido la ropa tendida dejándola después bien dobladita encima de una mesa. Todo a cambio de beberse un zumo de naranja. Joé, ladrones así quiero yo los sábados por la mañana en mi casa.

Al parecer Keith no se llevó nada (para colmo no le pagaron los servicios) y cuando le detuvieron dijo a la policía que él estaba en su propia casa… pero no coló. Explican que él vive cerca de la zona y que realmente creyó estar en su casa, pero… ¿sin notar que la gente de las fotos no eran conocidos suyos? ¿Sin ver que los productos de limpieza no eran de la marca que él usa? ¿Estaban las cebollas en el cajón del frigorífico también? Ains, estoy lleno de preguntas.

PD: Todo esto se lleva mejor porque ya es casi viernes.

Se fuga de prisión el Día de San Valentín con la ayuda de su mujer y su amante

Hasta ahora sabía que alguna gente seguía mis consejos: mi madre, mi padre, lachicadebec y un señor de Murcia, muy agradecido, que me escribe cada semana para acordarse de toda mi familia. Lo que no me esperaba, de ninguna de las maneras, es que mis historias iban a calar en una cárcel estadounidense. ¿No me creéis? Bueno, os explico.

El otro día publicaba ideas descabelladas para el Día de San Valentín y entre ellas estaba una habitación para tres, ideal para sorpresas (no necesariamente positivas). Pues bien, el plan pareció convencer al preso Zachary Johnson, que se encontraba en una cárcel estadounidense y decidió fugarse aprovechando el día de los enamorados. ¿Qué mejor día para escapar de las cadenas de la cárcel que uno que te mete de lleno en una prisión más grande y con carcelero 24 horas del día en las libertades del amor?

Ahora bien, como fugarse es complicado y hacerlo solo un día como ése puede resultar un coñazo, el bueno de Zachary pidió ayuda a su mujer… y a su amante. Sí, amigos, parece ser que el señor Johnson es especialista en meterse en líos y no estaba en la cárcel de casualidad, a juzgar por sus planes descabellados. Lo que aún no me queda del todo claro es si los tatuajes formaban parte de su plan secreto (muy de Prison Break) y tenía escrito, en un código secreto, algo así como «Llamar a mi churri y quedar con mi cari«.

Huyó por un agujero que hizo en el techo por encima de la ducha (muy peliculero) y su amante, Jeanette Segovia, tenía un taxi esperándole para que la llevara con ella. Él se cambió de ropa y fue a verla. El problema es que el pobre tenía demasiado amor para repartir, por lo que consiguió que su esposa, Dawn Hathaway, le hiciera una transferencia para que también fuera a verla a ella. El amor, siempre tan imprevisible.

Cuando se dirigía a ver a su señora (a la oficial), la policía lo alcanzó. Viajaba en un taxi que se detuvo cuando los agentes le dieron el alto y el pobre muchacho echó a correr como un loco, según la prensa estadounidense. No le sirvió de nada, porque la policía volvió a alcanzarlo y terminó detenido.

Para colmo de males, tanto su mujer (a la derecha en la imagen) como su novia / amante (a la izquierda), fueron arrestadas como cómplices. A ver, para colmo de males según se vea. Supongo que a ellas no les hará mucha gracia, pero Zachary habrá visto una buena oportunidad para pedir que las chicas vayan de Erasmus a su cárcel.

No he sido capaz de averiguar si la una sabía de la existencia de la otra (aunque suponemos que sí), o si estamos ante otro caso como el de aquel hombre al que le pegaron el pene al abdomen porque su esposa conoció a sus dos amantes y a una amiga con derecho a roce. Si me entero de algo más, os aviso.

PD: Espero que no hubieran reservado habitación para tres, porque si no… menudo bajón.

Una modelo dice que sus implantes de silicona le salvaron la vida

[Aquí va la historia que os anuncié en Twitter, si quieres seguirme…]

Los implantes de silicona en el pecho suelen ser una cuestión de belleza, al menos en la teoría. Es decir, una mujer que no está contenta con el tamaño de sus senos se añade un par de tallas más para verse mejor… más o menos, suele ser así.

Ahora bien, cuando te sometes a diez operaciones para aumentar tu talla de sujetador y te conviertes en la mujer con el pecho postizo más grande del mundo puedes decir que ya no es solo una cuestión de belleza, sino que también lo haces por seguridad. ¿No cuela? Bueno, no os irritéis, os cuento la historia de Sheyla Hershey y cuando termine me decís.

Sheyla tiene 32 años y el pecho postizo más grande del mundo. Esta brasileña residente en Estados Unidos conducía su vehículo de vuelta a casa el pasado domingo, en Houston (Texas) después de una fiesta con motivo de la Super Bowl, cuando perdió el control del coche y se estrelló contra un árbol, según la prensa internacional.

La modelo no llevaba el cinturón de seguridad (y según las autoridades conducía bebida) con lo que el accidente habría sido de suma gravedad de no ser por… ¿sus pechos? Sí, amigos, Sheyla asegura que sus implantes salvaron su vida y que gracias a tener ese busto superlativo evitó males mayores. La modelo cuenta que sus pechos chocaron contra el salpicadero y actuaron de airbag, evitando que se golpeara la cabeza y sufriera daños. Vamos, como estamos en familia podemos decir que los implantes hicieron tope y nos ahorraron un disgusto.

Ella niega que condujera borracha, aunque al parecer admite que había tomado medicación para combatir la depresión, un trastorno bipolar y sus constantes migrañas, algo que podría haberle causado cierta confusión y, a la postre, habrían provocado el accidente (¿imagináis que un día escribiera el post lleno de faltas ortográficas, en plan «avrian probocado el hazidente»? Sería gracioso).

Leo en la prensa británica que las leyes texanas, ese gran estado para vivir por muchas razones, contemplan imputar conducción ebria a quien se ponga al volante después de haber tomado cierto tipo de medicación, aunque sea con prescripción médica. Es evidente que si conduces después de tomar medicinas de esas que te impiden «manejar maquinaria pesada» es una irresponsabilidad, en cualquier caso.

No obstante, el abogado de Sheyla ve difícil que puedan asociar el accidente a su medicación y lo cierto es que todo eso ha quedado en un segundo plano después de la historia de salvación y superación de la modelo.

PD: ¿Creéis que se llenarán las clínicas de cirugía estética de hombres y mujeres que quieran instalarse airbags naturales?