Archivo de octubre, 2011

Tres ancianos son hospitalizados por tomar bizcocho de marihuana en un funeral

Cada edad tiene sus problemas. Cuando eres pequeño no te dejan hacer nada, cuando creces te toca trabajar y no te queda tiempo ni fuerza para hacer nada y cuando envejeces no puedes hacer nada. Podríamos decir que la vida es una derrota tras otra hasta que acabas deseando que muera Flanders.

Igualmente, cada edad tiene unos problemas con las drogas. Cuando eres pequeño tienes miedo de que te metan droga en los caramelos, luego creces y tienes miedo a que te echen droga en la bebida y cuando envejeces… ¿tienes miedo a que le pongan marihuana a los bizcochos? Si no lo temíais, es el momento.

No hay más que ver lo que ocurrió durante un funeral que se celebraba en el sur de California (Estados Unidos), que acabó con tres personas hospitalizadas después de ingerir (sin saberlo) un bizcocho de marihuana que sirvieron durante el velatorio.

Como habréis visto en las películas, en Estados Unidos (y en algunos lugares de España) suele celebrarse un ágape en la casa del fallecido o de sus hijos en el que se reúnen amigos y familiares. Pues bien, durante ese aperitivo pusieron un bizcochito de chocolate y varias personas comieron. Entre ellas, dos mujeres de 71 años y un hombre de 82 años que tuvieron que ser hospitalizados, según publica la prensa internacional.

Al parecer, después de ingerir el bizcocho, estas tres personas padecieron náuseas, mareos y eran incapaces de ponerse de pie por sí solos. También os digo, sabiendo la edad de los afectados (o si no la sabían, intuyéndola, porque no creo que aparenten 25), es una putada faena ofrecer el bizcochito sin avisar del contenido.

Dicen los medios locales que sirvieron bizcocho con marihuana porque al fallecido le gustaba mucho tomarlos. Una de dos, o los ancianos no conocían bien a su amigo, o el pobre hombre lo escondió por vergüenza a que le reprobaran.

PD: Por si acaso, no toméis caramelos en el colegio, no bebáis nada que no hayáis preparado vosotros y nunca comáis bizcocho en un funeral.

(FOTO: Annie Mole)

Así es difícil que te vuelvan a contratar en algún sitio

La cosa está malita. No solo en España, donde encontrar un trabajo se está volviendo tan difícil como domar un unicornio, sino también en el resto de Europa e incluso en Estados Unidos. Por eso, si te vas de un sitio, intenta marcharte bien, sin peleas y sin rencores porque, como dice mi madre, «lo mismo te toca volver algún día».

Este consejo va para Joey, protagonista de nuestra historia de hoy y que ha hecho algo que muchos han pensado alguna vez: despedirse de su jefe y dejarlo boquiabierto por la forma en la que se marcha. Os cuento…

Joey trabajaba en un hotel en Estados Unidos y decidió que después de tres años era el momento de irse. Al parecer, el horario era nefasto, trabajaban demasiadas horas, el que se quejaba era despedido…

Pues bien, nuestro apuesto joven decidió que por qué se iba a marchar de forma normal si se podía ir con música. Ya sabéis que hay quien piensa que todo es mejor con música (otros creen que todo es mejor con Bluetooth) por lo que se llevó a una banda (What Cheer? Brigade) hasta su lugar de trabajo y… mejor que lo veáis vosotros mismos (la clave, a partir del 1:50).

Como habréis visto, da su carta de dimisión mientras se marcha con su banda sonora, al más puro estilo Peter Griffin. Tengo dudas de que fuera el momento oficial de su renuncia, porque el jefe parece bastante enfadado cuando lo ve y él aún no ha abierto la boca, pero bueno, no es el tema.

A lo que iba es a que, pese a que nuestro muchacho dice que tiene un trabajo mejor y que no nos preocupemos por su vida, este tipo de cosas son un riesgo. Está bien que te despidas como te dé la gana (aunque yo soy partidario de buscar una forma conciliadora), pero si subes eso a YouTube estás diciéndole al resto de empresas: «Contratadme, mirad las que puedo armar cuando estoy descontento» y eso hace que muchos se vayan para atrás. Vamos, yo no le ficharía para que me hiciera el blog los fines de semana, por ejemplo.

Ya hemos visto que las empresas te hacen un montón de entrevistas, que miran tu actividad en las redes sociales, que les falta preguntar a tus vecinos si bajas la basura a la hora que toca… de modo que si aún así, después de todo esto, quieres hacer algo como lo de Joey adelante, porque en el fondo tiene su coña y todos nos reímos al verlo (todos menos su jefe). No obstante, yo soy capaz de sacrificar mi carcajada con tal de que no te hagan la cruz en el mundo laboral.

PD: Si eso pasara en España, la banda tocaría Aires de fiesta. Bueno, no. Tocarían Paquito el chocolatero. Siempre tocan Paquito el chocolatero.

¿Cuál ha sido la peor cita de tu vida?

Algún día haremos un cuestionario becario para ver si os acordáis de todas las historias que han pasado por el blog. Mientras llega ese día, os lo pongo más fácil: ¿os acordáis de la pareja de novietes a los que arrestaron en su primera cita porque se iban sin pagar? Espero que sí, porque fue el viernes.

Pues bien, ahora a mí me pica la curiosidad y me pregunto si vosotros habéis tenido una cita de esas que son para olvidar. Como supongo que algunos sí y otros no, apelo a vuestra memoria y os pido que rebusquéis entre esos recuerdos que habíais intentado olvidar para que compartáis, con absoluta confidencialidad, ese día desastroso. Podéis hacerlo en los comentarios, en Twitter, en Facebook o si lo preferís, enviándome un correo.

(FOTO: danielle_blue)

No sé, quizás fue ese día en el que te pusiste una ropa estupenda y un pájaro te dejó un recado, o aquella vez en la que el chico ideal era un estafador, o cuando llegaste a la habitación de tu pareja y su madre os interrumpió… no sé, seguro que os ha pasado algo que queréis olvidar, pero yo os pido que no lo hagáis.

Dicen que la peor cita de Shia LaBeouf fue con Hillary Duff, pero ellos nunca especificaron lo que ocurrió en el encuentro. Yo os pido justo lo contrario: vuestros nombres podéis esconderlos, pero nos gustaría saber lo que ocurrió.

¿Se pasó Duran i Lleida toda la cena criticando a los andaluces sin saber que eras sevillana? ¿Te entró un ataque de risa y se te escapó un pum? ¿Se te cayó el peluquín, la pestaña postiza?

Si os sirve de ayuda, la peor cita de:

  • Edurne fue una vez que se le rompió un tacón.
  • Ariana (becaria condecorada con honores) fue cuando quedó con un chico a tomar café, él se tomó chocolate y se le quedó en el labio y en el diente durante toda la cita.
  • Marcus Kane (lector ocasional) fue cuando quedó por primera vez con una chica con la que chateaba y cuando fue a pagar «al sacar la billetera salió el preservativo volando como una estrella ninja».

PD: ¿Y la tuya? ¿Cómo fue tu peor cita?

Lo más raro que ha pasado durante la semana (10-16 octubre)

Esta semana todo ha empezado a volver a la normalidad. Dos meses después, empiezo a recuperar hábitos y rutinas disfrutando de este verano extra que nos trae el otoño. Recuperado todo eso y dado que la semana pasada ya volvió esta sección, es evidente que no tengo excusa para privaros de «lo más raro de la semana». ¿Sabéis que…?

1. Tiene 26 años y el rostro de una anciana

Es probablemente lo más raro que veréis en un tiempo. Una vietnamita llamada Nguyen Thi Phuong envejeció 50 años en unos días. Todo sucedió hace tres años cuando sufrió una intoxicación después de comer marisco. Ella tenía 23 y poco dinero, de modo que no pudo ir a un hospital y se intentó curar con medicamentos de una farmacia mezclados con remedios de la abuela.

La urticaria y las ronchas que tenía desaparecieron, pero al mismo tiempo la piel de todo su cuerpo se volvía flácida y su rostro se arrugaba como si en lugar de 23 tuviera 73 años, según publica la prensa internacional.

El resto no cambió: su mente es la de una joven veinteañera, sus dientes también y no ha perdido el ciclo menstrual. Mientras tanto, su marido sigue a su lado y ni él ni los médicos se rinden: tratan de identificar la enfermedad (algunos apuestan por lipodistrofia, otros por el síndrome de Cushing, los hay que dicen que es mastocistosis y quienes creen que es una enfermedad sin identificar) y debaten sobre si hay o no cura.

Por el momento, Nguyen Thi Phuong ha decidido no tener hijos y esconde su rostro cuando sale a la calle.

2. Descalificado por hacer la maratón en autobús

Es altamente probable que esta noticia ya la hayáis visto. Si no, es el momento, porque no veréis cosa tan surrealista en el mundo del deporte durante un tiempo. Rob Sloan fue descalificado de la maratón de Kielder (cerca de Newcastle, en Reino Unido) tras quedar tercero… ¡después de hacer parte del recorrido en autobús!

Según desveló una investigación posterior, nuestro amigo Rob abandonó la carrera en el kilómetro 32 y subió en un autobús para los espectadores. Cuando se aproximaba a la meta, se internó en el bosque y cruzó la línea con gesto cansado y victorioso.

Parecía un plan perfecto, pero Rob olvidó una cosa: los testigos (y que hizo la segunda parte más rápida que la primera, y que el que iba tercero sabía cuál era su posición). Vieron cómo se subía al autobús, cómo se bajaba, cómo se metía otra vez en la carrera, cómo cruzaba la meta… vamos, que no hizo falta ni cámaras ni confesión para descubrir que era un tramposo. Al final, ante la evidencia, lo admitió. Es posible que no le dejen competir nunca más.

Por cierto, ¿sabéis que el personaje de Geofrey, el mayordomo de El Príncipe de Bel Air, huyó de Reino Unido tras hacer trampas en una maratón? Lo confesó en un capítulo en el que el Tío Phil quiere presentarse a juez. No me lo agradezcáis a mí, dad las gracias a la memoria de elefante de Rahel.

3. Detenido por robar estiércol

Sé que el hecho de que a un hombre de 30 años lo detengan en Estados Unidos por robar caca no es para abrir el periódico, pero los lectores de este blog sabrán apreciarlo en su justa medida.

Hasta el momento había visto (y contado) hurtos de todo tipo, pero lo último que se me pasaba por la cabeza es que Timothy J. Chelikas entrara a una propiedad privada para robar caca. Caca de vaca, además, lo cual no sé si tiene más delito, más gracia, o ambas cosas.

Nuestro amigo Timothy robó el estiércol porque tiene unas setas que necesitan abono (no quiero ni pensar qué setas serán), pero como hasta la mierda tiene dueño no puedes entrar en una propiedad privada y llevarte lo que no es tuyo, fue detenido.

4. Un helado, por favor

Uno camina por la calle tan feliz y de repente piensa: «Me apetece un helado», va a una heladería y en menos de dos minutos ha saciado su deseo, ¿no?

Pues cuidado si alguna vez esa ocurrencia tiene lugar en Turquía, porque allí hay un hombre que en lugar de poner helados te vacila con ellos. Como no estés un poco avispado, al final quedas como un pardillo.

Luego lo suben a YouTube y claro, pasa lo que pasa…


PD: Mañana os preguntaré por citas desastrosas. No lo olvidéis.

La primera cita no acabó como ellos esperaban

Las primeras citas siempre tienen algo especial, ¿verdad? Muchas veces hay mariposas en el estómago, uno se pregunta si la otra persona será como se la imagina, y tratas de quedar bien, tanto si eliges un restaurante para cenar como si te toca pagar, que para eso es una primera cita. A veces, si la cosa va bien, te haces unas fotos con la pareja e inmortalizas el recuerdo. Y si la cosa va aún mejor…

No obstante, el primer encuentro no siempre sale bien y es más propenso a fracasar si tienes 18 años, poco dinero y pájaros en la cabeza.

Aquí es cuando entran en acción los estadounidenses Devin Norling (18 años) y Sydney Sanders (19 años), quienes concluyeron su primera cita detenidos después de irse sin pagar del restaurante de Florida en el que habían cenado.

Habían gastado algo más de 18 euros, según cuenta la prensa estadounidense, y esta pareja ideal, que perfectamente podrían haber sido el quarterback y la jefa de animadoras de su instituto, decidió que lo suyo era levantarse e irse, así como el que no quiere la cosa, porque cuando hay amor lo demás qué importa.

La táctica fue casi tan perfecta como la de Thomas Love, el ladrón de la letra ilegible. Ella se levantó después de cenar y se fue tranquilamente y él, poniendo en práctica sus tácticas de agente secreto, preguntó por el baño e intentó huir a través de la salida de incendios. Desgraciadamente para nuestros enamorados, la alarma sonó y pillaron al muchacho.

Amablemente pidieron a Devin que volviera a su asiento y una camarera le llevó la cuenta. El pobre Norling estaba atrapado y sacó la cartera con la esperanza de que mágicamente los duendes del bosque hubieran puesto dinero en ella. Desgraciadamente, los duendes del bosque habían ido a beber sangre de unicornio y, obviamente, tenía el mismo dinero que cuando se sentó a cenar: nada.

El héroe Devin se levantó y huyó corriendo hacia su amada Sydney (la chica, no la ciudad), pero tanto uno como otro fueron detenidos. Además, ella llevaba una pipa de la paz en el bolso y le fue requisada (por la Policía, no por los duendes, que de momento prefieren la sangre de unicornio a la marihuana).

La parte positiva es que al menos tienen fotos de su primera cita, algo que no puede decir todo el mundo.

PD: La próxima vez, pedid unos bocadillos a mamá.

PD2: Todo es real salvo la parte de los duendes. Eso era una licencia poética.

El robo de un banco se va al garete porque el ladrón tiene mala letra

Supongo que recordáis la entrevista a Mariano Rajoy en la que el líder del PP tuvo un lapsus y fue incapaz de entender lo que había escrito en un papel. Muchos nos hemos visto en esa situación, ¿verdad? Tenemos una letra tan horrible que anotas un teléfono y no distingues el 8 del 6, el 1 del 7, la «n» de la «m» o qué sé yo.

Precisamente por eso, porque tenemos mala letra, cuando queremos que se nos entienda escribimos a máquina, o con recortes de revistas para pedir un rescate. Precisamente por eso ni a Rajoy ni a mí se nos ocurriría ir a atracar un banco con una nota escrita por nosotros en la que ponga: «Esto es un atraco, deme todo el dinero».

Sin embargo, no todo el mundo es así. En el grupo de «personas que no saben que necesitan una clase de caligrafía» encontramos a Thomas Love, que decidió atracar el banco WSFS de New Castle, Delaware (Estados Unidos), plantándose en la sucursal y entregando una nota escrita por él en la que pedía que le dieran todo el dinero.

La persona que le atendió recibió la nota, la leyó, no entendió nada y se la devolvió, según cuenta la prensa local. Entonces le pidió que volviera a escribirlo porque no lo entendía. Ahí había empezado el atraco y ahí acababa también, porque nuestro ladrón decidió abandonar el banco con las manos vacías ante su falta de comunicación con el trabajador.

¿Cómo es posible que le detuvieran entonces? Pues porque los empleados empezaron a elucubrar y dedujeron que se trataba de un atraco, llamaron a la Policía, dieron una descripción de Love y los agentes le detuvieron. Estaba desarmado y había tirado la nota a la basura. Descifraron parte del contenido y, efectivamente, parecía un atraco (raro, pero un atraco).

Este tipo de situaciones en el fondo me dan lástima, lo confieso. El hombre va desarmado, nadie le entiende, no logra nada, le detienen y encima se ríen de él. Dicen desde la Policía que les llegan muchas notas «pero ninguna ilegible» y bromean con que «hubo que llamar a expertos en jeroglíficos».

Sé que parece el guión de una película… pues bien, no lo copiéis porque la idea ya la cogió Woody Allen en Toma el dinero y corre.

PD: Unos cuadernillos Rubio en la infancia le habrían evitado la detención por intento de robo.

¿Ya tienes el armamento necesario en tu búnker antizombi?

Llega Halloween y en breve se estrena la segunda temporada de The Walking Dead. Es normal que volvamos a hablar de zombis. Los seguidores habituales del blog quizás recuerden el recopilatorio que hicimos recientemente sobre muertos vivientes y los esporádicos tendrán grabado a fuego el búnker antizombi que estaba construyendo Dani. Bien, ya hemos comprobado que es un tema recurrente en el blog… ¿qué hay de nuevo entonces?

Lo nuevo es que quizás tengáis construido un búnker para protegeros pero, ¿tenéis el armamento necesario? Y si os convertís en zombis, ¿tenéis lo que os hace falta para evitar las trampas? (Eso contando con que seáis zombis inteligentes, que no sé yo si hay de eso). Probablemente no.

Pues para llenar ese vacío llega una cadena de tiendas en Estados Unidos, que han preparado un arsenal para zombis y contra zombis en sus establecimientos. Mike Dowling, responsable de uno de los establecimientos, reconocía a la prensa que el objetivo no es «matar zombis», pero que sería «útil» en caso de que hubiera que hacerlo.

Lo cierto es que lo han montado muy bien. Es una campaña publicitaria extraordinaria para dar salida y promoción a unos productos que difícilmente se pueden ofrecer de forma atractiva, menos aún a un público joven, que no son los compradores habituales de estos objetos.

En su web tienen una guía para retrasar tu descomposición si te has convertido en zombi y un apartado de preguntas frecuentes para muertos vivientes, del estilo: «Estoy construyendo una casa árbol a mi hijo zombi, para que puedan venir a jugar sus amigos» o «Desde que soy un zombi, tengo muchos insectos a mi alrededor»… y aprovechan para venderte sus productos.

Igualmente, tienen una guía dirigida a los humanos para que nos preparemos de cara al posible alzamiento con su apartado de preguntas frecuentes: «¿Cómo detengo a un zombi que ha entrado en casa?», «¿pueden abrir puertas?».

La campaña de marketing no acaba ahí. Además de las guías y los artículos pro y antizombis, han creado una serie de vídeos donde podemos ver, entre otras cosas, una protesta de muertos vivientes.

PD: Definitivamente, hay gente que sería capaz de vender una nevera a una familia de esquimales.

Mimos que regañan a los conductores imprudentes

Un buen amigo mío tiene la teoría de que los policías que dirigen el tráfico empeoran la circulación en lugar de mejorarla. De hecho, hubo un tiempo en que cada vez que estábamos atascados en la carretera me decía: «Ya verás, seguro que hay un policía ahí delante». Sorprendentemente para mí, tenía un nivel de éxito bastante elevado.

Quizás para evitar protestas como las de mi amigo Manuel, en un municipio de Venezuela han decidido complementar el equipo policial de tráfico con unos refuerzos muy especiales: 120 mimos vestidos de payasos que intentan organizar el tráfico del Municipio de Sucre, en el este de Caracas, en las horas punta.

Según leo en la prensa internacional, los mimos intentan conseguir de forma amable lo que los policías no han conseguido con los métodos tradicionales… que la gente respete las señales. Dicen en los medios latinoamericanos que allí las señales son tomadas muchas veces como «consejos», que algunos autobuses paran donde les parece y que las motocicletas transforman las aceras en un carril-moto con obstáculos.

De ahí que veamos en 18 intersecciones a estos mimos, que forman parte de la cuarta temporada de la campaña para la educación vial «Para, Mira y Cruza», haciendo gestos para que los coches se detengan y regañándoles si no lo hacen.

Esta medida fue implantada anteriormente en Bogotá (Colombia), por el exalcalde Antanas Mockus, y allí fue vista como un éxito rotundo. Ah, bueno, y también fue contada por El Mundo Today, pero aquello evidentemente nunca ocurrió.

Ahora falta por ver la repercusión que tendrá en Venezuela, donde hasta la prensa pone en duda su efectividad, argumentando que es habitual ver coches haciendo marcha atrás en la autopista, motocicletas en sentido contrario y niños sentados en el manillar.

PD: Conociendo a mi amigo, si viviera en Sucre diría eso de «seguro que hay un mimo ahí delante» cada vez que estuviera en un atasco.

Lo más raro que ha pasado durante la semana (3-9 octubre)

El mundo de la información friki ya ha vuelto a la normalidad. Ya hay una mujer que ha intentado vender a su bebé para llevar a dos de sus hijos a Disney (no, no es la del otro día), un coche que estacionó por error en la segunda planta de unos grandes almacenes y una muchacha detenida por tomar el sol desnuda en su balcón.

Todo ha vuelto a su cauce y, como no puede ser de otra forma, os traigo como de costumbre aquellas noticias extrañas que no han tenido cabida en el blog durante la semana. ¿Os parece? ¡Vamos allá!

1. Cumple 100 años y lo celebra con un stripper

Clare Ormiston tenía muy claro lo que quería para conmemorar su cumpleaños número 100: un stripper. Así se lo hizo saber a sus allegados el pasado junio quienes, llegada la efeméride estos días, contrataron a un mozo que se desnudó delante de la joven de espíritu.

Clare, que está en una residencia, dice sin tapujos que lo disfrutó mientras que sus hijos confiesan que no pararon de reír cuando hace unos meses lo propuso. Con tres hijos, tres nietos y dos bisnietos, Clare quedó viuda hace tres años, si bien su sentido del humor sigue intacto, como contaba su hija Marguerite a la prensa.

2. Detenido tras entretenerse en Facebook

Me avisó Gaby, la guapa corresponsal transatlántica de la que tantas veces os he hablado. En La Plata (Argentina), un joven de 17 años entró a robar a una tienda de deportes. Cogió algo de dinero, ropa y otros artículos, pero se vino arriba y, cuando vio que en el local había un ordenador, se dijo: «¿Y si me han invitado a Farmville en Facebook y me lo estoy perdiendo?», de modo que entró a su perfil y estuvo revisando las últimas actualizaciones… demasiado tiempo. Tanto, que la Policía llegó y lo detuvo. ¡Si hasta se probó las camisetas antes de robarlas, para ver si eran de su talla!

3. Una decoración demasiado realista

Aquí Halloween no se celebra excesivamente, quién sabe si porque no tenemos casitas con jardines, quién sabe si porque «truco o trato» suena mal. No obstante, en Estados Unidos se decoran las casas con calabazas y pesadillas antes de Navidad… y a veces se les va la mano.

Eso ha ocurrido en Salisbury (EE UU), donde un conductor llamó a emergencias para alertar de un accidente: al parecer, un hombre había quedado sepultado bajo un tractor. Al parecer, digo, porque aunque la escena era muy realista era solo un objeto decorativo.

4. ¡Por ahí no!

He tenido dudas, lo reconozco. No quería alargar esto demasiado y he tenido que elegir entre una joven de 18 años que robaba a su vecino para pagar su adicción a los vídeos X y esto.

Sé que esta historia quizás os parezca que tiene menos chicha, pero qué le vamos a hacer, me pueden las tontunas. Más que una noticia, lo que veréis es un vídeo en el que un hombre va a a entrar a un local y… bueno, pasa esto.

Afortunadamente, salvo el golpe, el susto no fue a mayores.

PD: Ya lo sabéis, pero si alguna vez encontráis algo que queréis que publique podéis hacerlo llegar a través de Twitter, de Facebook, por correo electrónico y en la sección de «Contacto».

El regalo que esta niña no esperaba

A todos, cuando somos pequeños, hay algo que nos hace especial ilusión. Algunos querrán conocer a su cantante favorito, los hay que disfrutarían dentro de una casa de muñecas de 15.000 euros, incluso puede que exista alguien que sueñe con tener La herencia de Tía Ágata. En mi caso era conocer a la plantilla del Real Madrid de entonces, Míchel a la cabeza.

En fin, a lo que iba es que todos queríamos (queremos) algo que sabemos que no vamos a tener… ¿o sí? El vídeo de hoy os hará olvidar todas las penurias que hemos pasado últimamente: ni conductores ebrios, ni millones tirados al váter, ni operaciones raras. Solo una niña feliz.

Poneos en situación: Lily, protagonista del post, es una niña a punto de cumplir seis años. Mamá coge la cámara y le dice que si quiere abrir un regalo anticipado por su cumpleaños a lo que ella, obviamente, responde que sí. Acto seguido la vemos en el sofá abriendo una mochila rosa en cuyo interior se encuentran películas, camisetas, comida… muchas cosas, en su mayoría de la marca Disney, al igual que la propia mochila de princesas.

Aprovechando que Lily está exultante, mamá le pregunta si hay algún lugar al que ella querría ir con todos esos productos, si existe un sitio en el que debería llevarlos puestos y la pequeña, sonriendo, dice nuevamente que sí: Disneyland.

Como suponéis quienes habéis llegado a esta línea, la madre le dice que está de enhorabuena, porque se van a Disneyland ese mismo día. Ella no se lo puede creer y… bueno, mejor que lo veáis vosotros. Como ya sabéis el contexto, podéis ir directamente al lío a partir del 1:50.

La pobre llega a dudar de su cumpleaños y le ha pregunta a su madre «¿es hoy?» porque no entendía que un regalo tan grande pudiera llegar una semana antes.

No sé si alguna vez habéis llorado de felicidad. Si no lo habéis hecho y pensáis que es imposible, tenéis que volver a ver a esa niña bailando y llorando justo antes de decirle a su madre «Te quiero».

PD: Luego nos hacemos mayores y la gente se graba en vídeo para dar malas noticias… pero eso ya es otra historia.