Carme Chaparro: «Tengo un punto cuentista importante, me encanta contar las cosas»

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Es probable que cuando la veas presentando el informativo, con ese aplomo, te preguntes cómo es capaz de mantenerse tan tranquila, de transmitir esa confianza, de saber cuándo sonreír y cuándo no. ¿Se nota mucho que soy fan de Carme Chaparro? Pues eso chavales, que es un encanto de mujer y os invito a que la conozcáis un poco más.

– Te sientes cómoda haciendo entrevistas, seguramente más que concediéndolas. ¿Qué tiene este género para engancharte?
Planteo siempre la entrevista como una conversación, no como un pregunta-respuesta toma-daca. Es ese momento “señoras-de-pueblo-que-salen-a-tomar-la-fresca” que te permite un punto cotilleo pero siempre desde el respeto al otro. Yo siempre estoy preguntando. Hasta cuando me han operado de la rodilla (¡y ya van tres veces!) aprovecho que la epidural sólo te anestesia de cintura para abajo para descerrajar preguntas a todo el equipo médico: «¿Ahora qué estáis cortando?, ¿ese ruido qué es?, ¿tengo bien hecha la depilación?».

– Como todo buen periodista fuiste becaria. ¿Cómo recuerdas aquella época?
Mucho trabajo, poco dinero, gran escuela. Y no, no serví ningún café. Tuve la suerte de ser becaria en dos grandes medios, la Cadena SER y TV3, con maestros magníficos, y eso evitó que me convirtiera en ese espécimen de becario que se va a las puertas de los platós a cotillear a Belén Esteban y compañía.

– Siempre se dice que el periodismo es una profesión machista. Después de todos estos años, ¿crees realmente que es así?
Becario, becario… mira a tu alrededor. ¿Sabes contar? Pues eso, cuenta. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis… ¿cuántas mujeres ves? Más que hombres, seguro. Las chicas hemos alcanzado el nivel remeras, ahora nos falta ir ascendiendo en cubierta. Hoy en día las redacciones son muy femeninas, pero todavía faltan mujeres en los puestos directivos. Aunque mi empresa es de las pocas excepciones: tenemos dos subdirectoras de informativos y varias jefas de sección.

– Bueno, nuestra web también tiene directora, jeje. Por cierto, ¿tienes alguna manía antes de empezar el informativo o tienes confianza y nervios de acero?
Hubo un tiempo en el que me planteé entrar a plató cada día haciendo el pino-puente, pero me daba vergüenza exhibir de esa manera tan descarada mis habilidades gimnásticas 😉 ¿Manías? Para nada. De hecho, estoy deseando que llegue el directo. Es el mejor momento del día. Me relaja. Me lo paso bien. Tengo un punto cuentista importante, me encanta contar las cosas, explicarle a la gente qué está pasando en el mundo, resumir en menos de una hora muchas horas de trabajo de un gran equipo.

– Con la fusión de Cuatro y Telecinco, ¿te ves presentando las noticias del mediodía en una cadena y las de la noche en otra?
Me veo compartiendo redacción con más compañeros, con amigos y grandes profesionales que trabajan en Cuatro y que ahora estarán con nosotros. Ya nos hemos apretujado todos para hacerles un hueco.

– Sé que te gusta que te pregunten por la noticia más difícil que has dado… pero yo no lo voy a hacer. Voy a cuestiones más trascendentales: las pipas, ¿con sal o sin sal?
Siempre con sal. La sosería es un poco triste.

– Estás contenta en informativos, pero viendo lo que se cobra haciendo magacines, ¿no te tienta dar el salto?
Vale. Esa, con la de la noticia más difícil, es la pregunta que cae inexorablemente en todas las entrevistas. Siempre.

– ¿Sería un programa presentado por Carme Chaparro (actualidad), Sara Carbonero (deportes) y Belén Esteban (varios) un éxito asegurado?
¡¡¡Ja, ja, ja!!! No sé cómo quedaría en pantalla, pero te puedo asegurar que tras las cámaras nos lo pasaríamos pipa.

– Una cosa que inquieta a mis lectores. ¿Por qué dijiste adiós al pelo rizado de tu época en los informativos de Cataluña?
Aprovecho para desmentir que metiera los dedos en un enchufe y me hiciera by the face un alisado japonés. Mientras mis folículos no se rebelen, sigo teniendo el pelo rizado. Lo que pasa es que en informativos lo importante es lo que estás contando, no la persona que lo cuenta, y el pelo tipo Boney M era demasiado cantoso.

– Y para cerrar, un caso hipotético. Estás en un bar tomando una copa y se acerca un fan con un móvil a hacerse una foto. ¿Cuál es tu reacción?
¿Ésta pregunta para qué es? ¿Para saber si os podéis acercar a mí sin que vuestras vidas corran peligro? Pues lo siento. Tendréis que arriesgaros.

PD: Carme parece una mujer encantadora… y aquí las apariencias no engañan. Inteligente, simpática y guapísima, una maravilla de persona y de periodista.

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