Llegamos de madrugada a la costa este de Canadá, a la península de Labrador, aterrizando en Goose Bay.

El cansancio era notable, esta travesía desde Groenlandia hasta aquí no solo había sido la más larga sino la de mayor complicación, ya desde el despegue de Narsarsuaq, al tener que volar 100 Km de fiordo, con curvas y lluvia. A partir del meridiano 58 00 W, el tiempo mejoró y con más viento en cara de lo pronosticado, hicimos el resto del trayecto sin novedad.
Goose Bay es una pequeña ciudad destartalada, en un lugar privilegiado, bien llamado «The Happy Valley» . No creo que supere los 7500 habitantes, incluyéndonos nosotros.

Ha sido una población tradicionalmente dedicada al servicio de un aeródromo militar que ha producido muchísimo trabajo y muchísima polución. Al parecer, los depósitos de combustible, de varios millones de litros y muy dispersos, han estando dando fugas durante años, por lo que hay un plan de recuperacion ambiental muy activo (Remediation Project), pero que no esperan se termine antes del año 2020.




En este momento de impass en el viaje, por motivos meteorológicos que nos obligan a quedarnos en tierra un día más, aprovecho para hacer alguna referencia a modo de recuerdo de lo visto y oído, en lo que al proyecto Artik 2012 se refiere.
Los países entrevistados, Islandia y Groenlandia, son países en el Círculo Polar Ártico donde se hacen sentir los primeros signos del cambio climático. Es donde políticos, hombres de ciencia, técnicos, Inuits, gente de a pie, expertos en el Ártico, constatan la evidencia del cambio climático.
Aseveran y declaran su temor a lo que esta realidad llegue a cambiar sus vidas y más aún las de las futuras generaciones.
Hay predicciones sobre el aumento de la temperatura, el crecimiento del mar, pero sus consecuencias, hoy por hoy, solo son previsibles con la imaginación. Temor a lo que viene y prevención por medio de acciones de disciplina energética que retrasen este cambio, que si bien es cíclico en el comportamiento del planeta, el hombre también es un factor importante que, de cambiar sus hábitos, podría retrasar la velocidad de este fenómeno climático.
En esto están todos de acuerdo, en que hay mucho por hacer. Lo que Artik 2012 ha pretendido es trasladaros esas evidencias a todos vosotros y a cuantos más mejor, ya que solamente desde el conocimiento se pueden tomar las acciones necesarias. Por ello, nos toca a nosotros exigir a nuestros actuales y futuros representantes políticos, el derecho a defender nuestro planeta, por nosotros y por los que nos seguirán.
Quizás cuando hagamos un resumen valorado del trabajo realizado, nos planteemos si sería de interés una segunda expedición de Artik 2013, buscando más datos concretos en los centros de investigación especializados, y que puedan anunciar presencia o expectativas sobre las especies nuevas y sobre las que se espera desaparezcan, por los efectos del cambio climático en los mares. Lo mismo en relación con la fauna salvaje,… y con nuevas migraciones de los Inuits acomodándose a latitudes más altas pero que serán más templadas.
En esta exigencia y lucha por defender el planeta no hay que olvidar que la economía no considera ninguna de nuestras exigencias, la economía no mira donde pisa y aqui en Goose Bay tenemos un clarisimo recuerdo de a qué está dando lugar este fenómeno.
Canadá, país con la mayor fuente inimaginable de riqueza natural, tiene, si mal no recuerdo, la quinta parte del agua dulce del mundo, una población bastante inferior a la de España y la extensión de un continente entero.
Pues bien, la bolsa de Toronto, el centro más activo de compra y venta de acciones de este país, exige a las compañías que, en donde invierten, generen mayor y mayor movimiento de riqueza. Aquí, en la peninsula de Labrador y en la isla de Terranova, que está más abajo, han descubierto toda suerte de metales habidos y por haber, menos aluminio que creo no lo hay, pero resulta abrumante la variedad y cantidades encontradas, leía esta mañana que en un filón de oro de altísima pureza prevén sacar más oro que todo el extraído en África.
¿Que pasará aquí dentro de muy poco? La industria de extracción crecerá, la de afinamiento, también la de transformación, la de terminados, fundiciones etc. La invasión poblacional será explosiva, construcción, comercio… La gente amable y sonriente del lugar cambiará, quizás ganen mas dinero …
Actualmente, los Inuits protestan e intentan paralizar obras, pero ya encontrarán los abogados de los inversores, algún argumento legal más o menos verdadero, da igual, que les permitirá entrar en sus tierras. Y así será con toda seguridad…
Para cerrar estos comentarios, inserto aquí algunas fotos sobre nuestra estancia en Narsarsuak, el cruce del fiordo en barco, la belleza de la naturaleza en estas latitudes, y he querido recordar aquella sentencia de los indios Cree, que tenían mis hijos en un póster en su habitación.
Cuando el último río sea contaminado
Cuando el último árbol sea cortado
Cuando el último pez sea pescado
Descubrirás que el dinero no puede comerse









Carlos