¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Entradas etiquetadas como ‘topillos’

Apenas quedan liebres en Castilla

¿Os acordáis de la plaga de topillos que invadían hace dos años los campos de la Meseta Norte y las primeras páginas de los periódicos? ¿Qué fue de ellos?

Pues murieron a montones, y no por causa natural. Ellos, y no sólo ellos.

En el verano de 2007, la Junta de Castilla y León repartió entre los agricultores cientos de miles de pequeñas bolsas de trigo tratadas primero con clorofacinona y dspués con bromodiolona, unos anticoagulantes de efectos fulminantes: a los dos o tres días de comer el producto, los topillos morían.

La Junta contó que le había añadido al preparado una sustancia amargante que hacía que las aves no lo comieran. Pero, al parecer, quienes sí lo comieron fueron las liebres, en cuya fluidez sanguínea la bromodiolona tiene unos efectos devastadores. Restos de bromodiolona han aparecido en los análisis a liebres halladas muertas en el campo.

Mi amigo Fernando Molinero, director del departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, cazador muy activo y miembro de la sociedad de cazadores de Torresandino (su pueblo y el mío), me da algunos datos:

– En la temporada 2006-2007, antes del empleo del veneno, declaramos 120 liebres matadas en Torresandino (6.300 hectáreas, sin el monte), aunque esa cifra es baja, pues la normal está en torno a las 170 a 180 al año. En la temporada 2007- 2008 (la del veneno, empezado a aplicar el 30 de agosto de 2007), todavía se mataron más liebres que en la anterior, porque la liebre aún no tenía que comer los cebos envenados. Cuando llegaron las lluvias de otoño y, sobre todo, en la primavera de 2008 es cuando se murieron todas y no criaron las hipotéticas supervivientes. En el otoño de 2008 (campaña 2008-2009) no se mataron más que 4 ó 5 liebres en Torresandino y no sólo no se mataron sino que no se vieron. En enero de 2009 acabamos la temporada y no sabemos si habrá quedado alguna liebre para criar este año.

Como en Torresandino, al parecer, en muchas zonas de la Meseta Norte.