Ya no hay duda, no era sólo un amago. Irritado porque el Gobierno ha abierto a otro grupo de comunicación una gran puerta para el negocio del fútbol de pago en televisión (hasta ahora, casi exclusiva de Prisa, por decisión de otros Gobiernos socialistas), Juan Luis Cebrián ha ordenado la caza de Zapatero, y El País se ha puesto a ello con denuedo. Primero, fue el propio Cebrián con el artículo «Un desatino», el 21 de agosto. Luego, el pasado 6 de septiembre, con un durísimo reportaje sobre la gestión económica de la crisis, ilustrado con una caricatura de Zapatero tan dura que no se recuerdan así ni siquiera sobre Aznar, y en domingo, y en primera página. Después, este lunes, con la principal información de portada, titulada «La gestión de Zapatero de la crisis siembra el desconcierto en el PSOE». Hoy miércoles, con un editorial muy crítico contra el presidente del Gobierno, titulado «En la pendiente», arrancado en la primera página (cosa que en El País se ha hecho muy pocas veces en 33 años de historia) y por entregas: lleva un antetítulo ‘El rumbo del Gobierno / 1’, luego mañana tendremos una segunda parte, no sabemos si pidiendo expresamente al PSOE que prescinda de Zapatero.
Mañana, por cierto, el Congreso de los Diputados tiene que ratificar (o no) el real decreto ley de la TDT de pago que tanto ha irritado a Prisa, y algún malvado podría pensar que el despliegue de estos días está encaminado también a que haya fugas de votos en las filas socialistas…
En el PP están encantados. Que el Gobierno socialista y el principal grupo de comunicación de centroizquierda se peleen es una excelente noticia para Mariano Rajoy. El último Barómetro del CIS, a finales de julio, puso al PP por delante del PSOE en intención de voto. No crecían ni el PP ni Rajoy, decrecían el PSOE y Zapatero. Politólogos de uno y otro partido coinciden en que Rajoy tiene más posibilidades de ser presidente del Gobierno cuanto antes se celebren las elecciones, cuanto más metidos en la crisis económica estemos. Si la legislatura llega a su término y la crisis económica ha escampado para entonces, las posibilidades de Rajoy decrecen.
La hipótesis de que el acoso de Prisa y de El País debilite a Zapatero dentro del PSOE y le lleve a adelantar elecciones ha llenado de contento a los estrategas de la calle Génova. Si además el candidato socialista no es ZP -piensan-, tanto mejor.