Tras la decisión de anoche del Tribunal Supremo de anular las candidaturas de Askatasuna y D3M a las elecciones vascas, parece ya definitivo que Euskadi va a celebrar por primera vez unos comicios autonómicos sin listas de formaciones vinculadas o instrumentalizadas por ETA. ¿Qué harán esos votantes del entorno abertzale radical? ¿Se quedarán en casa? ¿Irán a votar en blanco o nulo, para que se conozca la magnitud de su protesta? ¿Se dispersarán entre las formaciones nacionalistas de izquierda: Aralar, EA, EB-IU…? ¿Apoyarán algunos al PNV, para evitar que el lehendakari sea un no nacionalista?

Todas las encuestas pronostican desde hace meses un fuerte incremento de apoyos electorales a los socialistas vascos y una caída del PNV, que además no va ahora en coalición con EA. Hace unas semanas, en el PSOE veían muy posible llegar al Gobierno vasco, y barajaban dos escenarios para la noche del 1 de marzo:

1. El muy optimista: el Partido Socialista de Euskadi (PSE) obtendría más votos y tantos o más escaños que el PNV, y Patxi López invitaría al PNV a un Gobierno de coalición en el que el dirigente socialista sería lehendakari e Ibarretxe (y sus planes independentistas) sería jubilado, dejando el escaño y la política. La fórmula sería perfecta para el Gobierno de Zapatero, que se aseguraría así el apoyo del PNV en el Congreso de los Diputados.

2. El optimista a secas. El PNV ganaría en votos y en escaños, pero no lograría la investidura de Ibarretxe aunque le apoyaran sus hasta ahora socios de Gobierno (EB-IU y EA) más Aralar. En el lado no nacionalista, PSE y PP sí sumaría escaños suficientes (38 al menos, de los 75 totales del Parlamento Vasco) como para que Patxi López gobernara en minoría, con apoyos parlamentarios ocasionales del PP.

Pero esta era hace unas semanas. Ahora, tras la crisis del PP (espías, tramas de corrupción, feroces luchas internas por el poder…), las expectativas electorales del PP se están viniendo abajo… y la suma de los escaños de los llamados constitucionalistas (socialistas y PP) no alcanzaría los 38 escaños, por lo que Juan José Ibarretxe podría de nuevo formar Gobierno con el apoyo del resto de formaciones nacinalistas.