El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica Herzog, que según la ley es el alto comisionado de las Cortes Generales para proteger y defender los derechos fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos recogidas en la Constitución, nos ha llamado tontos a los antitaurinos.
«Vaya usted a explicar a los tontos la estética del toro», ha dicho el locuaz Múgica.
Es decir, que quien está para defender nuestros derechos y libertades se ha convertido en agresor de algunos de los principales que consagra la Carta Magna, como el derecho al honor (artículo 18) o el derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción (artículo 20).
Lo que Múgica ha hecho es grave, es impropio y es lesivo para al cargo que desempeña. Si fue un pronto poco reflexionado, debiera disculparse de inmediato. Si de verdad piensa lo que dijo, debiera dimitir.
Ayúdale a tomar una decisión escribiéndole desde el propio servicio de quejas por Internet del Defensor del Pueblo.